4. A partir de la literatura revisada, se destaca que el concepto de develación de las ASI es problemático, en
cuanto no existe claridad con respecto a si el término se refiere al hecho de contar lo sucedido a alguien o
si el relato debe confluir en una denuncia o acción judicial. Según el autor Alaggia, otra dificultad surge
en que este concepto ha sido en general tratado como un evento estático en oposición a un proceso.
Capella Sepúlveda, ha definido la develación como el “proceso por el cual el abuso sexual es conocido
por personas ajenas a la situación abusiva (personas distintas del agresor y la víctima), siendo la
primera instancia en que esta situación es descubierta o divulgada. Este proceso tiene dos caras
centrales, siendo posible la propia develación por parte del niño, niña o adolescente y la otra, mediante
la detección por parte de adultos”
Ocurre una develación cuando el relato del niño o la detección por parte de un tercero de la situación
abusiva confluye en una denuncia al sistema judicial, en términos de que la develación que genera una
denuncia es la que activa el sistema de protección hacia el niño y, por lo tanto, son aquellos los casos en
los cuales las instituciones pueden intervenir.
5. En gran parte de los casos que logran ser denunciados se cuenta con escasa e inconclusa evidencia física y médica de
la agresión sexual, así como tampoco existen síntomas psicológicos patognomónicos de esta, lo que genera que su
evaluación sea muy difícil para los profesionales. La develación es relevante ya que, entre otros aspectos, se
constituye en evidencia fundamental para los procesos judiciales, aporta información en cuanto a cómo se detuvo
tal experiencia, los factores y personas que se ven involucrados en este proceso y las razones que dificultan a los
niños develar. Estos, a partir de lo señalado por Capella, además, se constituyen como elementos relevantes para
construir una evaluación más completa, para dar inicio a tratamientos terapéuticos, formular lineamientos de
intervención, identificar factores de riesgo y activar medidas de protección hacia el. Así, la develación representa un
punto de inflexión en el proceso experimentado por el niño, en tanto el abuso sale del secreto y se detiene.
Caracterización del Proceso de Develación: a partir de la experiencia clínica que se tiene en Chile y a los
artículos internacionales revisados, una categorización de los diferentes tipos de develación y de los factores
asociados a estos. Debido a que contiene información basada en la realidad nacional, en la presente investigación se
utilizó esta categorización, que considera tres variables centrales asociadas a la develación: forma en que se inicia,
persona a la que se dirige y latencia.
6. Según la Forma en que se Inicia la Develación
Esta puede ser:
• Premeditada y espontánea: el niño decide develar la situación abusiva de manera espontánea e intencionada, mediante el
relato de lo sucedido.
• Elicitada por eventos precipitantes: a partir de algún evento precipitante en el entorno del niño, este devela la situación
abusiva.
• Provocada a partir de preguntas de adultos: los adultos cercanos notan cambios conductuales o anímicos en el niño, a partir
de los cuales realizan preguntas que llevan a la develación por parte de este.
• Circunstancial o accidental: ocurre cuando una tercera persona descubre la situación abusiva a través de la observación
directa de esta o de evidencia física.
• Sospecha no revelada: se refiere a circunstancias en que hay sospecha de la ocurrencia de la situación abusiva, sin embargo,
esta no está clara porque el niño no ha entregado un relato acerca de los hechos.
7. De acuerdo al componente motivacional de la develación, las categorías de la variable forma en que se inicia la develación
pueden agruparse en:
• Develaciones intencionadas: El niño decide conscientemente develar, por tanto, existe una motivación del niño para
contar lo sucedido. Es así como la categoría premeditada y espontánea se considera una forma de develación intencionada.
• Develaciones no intencionadas: implican que no hay un esfuerzo deliberado por parte del niño para develar, por tanto, no
existe una clara motivación para hacerlo o se requieren motivaciones externas. Las categorías que corresponden a este tipo
de develaciones son: provocadas por eventos precipitantes, a partir de preguntas de adultos, circunstanciales y sospechas no
reveladas.
Según la Latencia de la Develación: La latencia se refiere al tiempo transcurrido entre el inicio de las agresiones sexuales y
la develación de estas y puede ser:
Inmediata: Cuando la develación ocurre horas o días después del inicio de las agresiones.
Demorada: Cuando la develación ocurre entre una semana y seis meses después del inicio de las agresiones.
Tardía: Cuando la develación ocurre más de seis meses después del inicio de los hechos abusivos.
Según la Persona a la Cual se Dirige la Develación
8. • Esta variable hace referencia a la figura que el niño elige para develar o la persona que presencia los hechos abusivos a
modo de testigo. Es posible describir tres grupos de personas a las que podría dirigirse la develación:
• Adulto familiar: El receptor de la develación es una persona adulta (mayor de 18 años) que mantiene un lazo de
consanguineidad con la víctima.
• Adulto extrafamiliar: El receptor de la develación es una persona adulta (mayor de 18 años) que pertenece al círculo
social cercano de la víctima.
• Par: El receptor de la develación es un niño de edad similar a la víctima con una relación intrafamiliar o extrafamiliar.
• No aplica (sospecha): Cuando el niño no ha develado.
Factores asociados al proceso de develación:
• Específicamente, se han estudiado características del contexto de la agresión, tales como severidad y cronicidad,
estrategias de victimización y la relación con el agresor; características individuales de las víctimas, tales como la
motivación por develar, la edad y el género; y características del ambiente del niño, tales como la reacción familiar y la
credibilidad familiar y materna. También se han estudiado factores que favorecen y dificultan la develación, desde la
experiencia de las víctimas.
9. De acuerdo al componente motivacional de la develación, las categorías de la variable forma en que se inicia la develación
pueden agruparse en:
• Develaciones intencionadas: El niño decide conscientemente develar, por tanto, existe una motivación del niño para
contar lo sucedido. Es así como la categoría premeditada y espontánea se considera una forma de develación intencionada.
• Develaciones no intencionadas: implican que no hay un esfuerzo deliberado por parte del niño para develar, por tanto, no
existe una clara motivación para hacerlo o se requieren motivaciones externas. Las categorías que corresponden a este tipo
de develaciones son: provocadas por eventos precipitantes, a partir de preguntas de adultos, circunstanciales y sospechas no
reveladas.
Según la Latencia de la Develación: La latencia se refiere al tiempo transcurrido entre el inicio de las agresiones sexuales y
la develación de estas y puede ser:
Inmediata: Cuando la develación ocurre horas o días después del inicio de las agresiones.
Demorada: Cuando la develación ocurre entre una semana y seis meses después del inicio de las agresiones.
Tardía: Cuando la develación ocurre más de seis meses después del inicio de los hechos abusivos.
Según la Persona a la Cual se Dirige la Develación
10. Que hacer ante un caso de abuso sexual infantil?
• Se formulan las siguientes recomendaciones:
• Propiciar la confianza de los niños y escucharles: Padres y educadores deben animarles a hablar ("Ten confianza en mí",
"Puedes contarme lo que sea", "Quiero escuchar lo que me quieres decir", "Yo puedo ayudarte a solucionarlo") .
• Creer al niño: No hay que cuestionar la veracidad de los hechos porque cuando los niños cuentan un abuso, no mienten
prácticamente nunca.
• Decirle que no es culpable: Casi siempre muestran sentimientos de culpabilidad, por lo que es muy importante dejarle
claro que él no tiene ninguna culpa, que el responsable es el agresor ("Tú no has hecho nada malo", "No es tu culpa", "Tú no
has podido evitarlo).
• Hacer que se sienta orgulloso por haberlo contado: Quienes comunican estos hechos son valientes ("Estoy muy
orgulloso de ti por habérmelo contado", "Has sido muy valiente al contarme esto").
• Asegurarle que no le ocurrirá nada, que el abuso no se repetirá y no habrá represalias ("Ahora que me lo has
contado, ya no volverá a suceder").
11. • Decirle que saldrá adelante "Sé que ahora te sientes mal, pero te vamos a ayudar para que vuelvas a
sentirte bien".
• Expresarle afecto: Necesitan sentirse seguros y queridos, sobre todo en situaciones traumáticas como en los
casos de abusos sexuales.
• Hablar de lo ocurrido y del agresor: El niño debe reconocer sus sentimientos. Hay que animarle a hablar del
abuso y hablar del agresor como alguien que necesita ayuda ("¿Quieres contarme cómo ocurrió?, "Te ha hecho
algo malo, pero él también necesita ayuda para que no lo vuelva a hacer").
• Comunicar el abuso a la familia o a los Servicios de Protección de niños y niñas: Hay que informar a la
familia de lo ocurrido cuanto antes, para que busquen la ayuda necesaria y protejan al niño para que el abuso
no vuelva a producirse. Si el abuso es intrafamiliar, se debe informar a un familiar directo diferente del agresor.
En estos casos conviene seguir el caso, llamando a la familia o concertando entrevistas con ella para comprobar
si está intentando resolver el problema o si se está ocultando o negando, como ocurre muchas veces. Si está
implicado el padre, hay que comunicarlo a los Servicios de Protección de Niños y niñas para evitar que los
miembros de la familia se organicen y silencien el abuso
12. Lo que NO hay que hacer
• Culpar al niño/a del abuso: No hay que reñirle o castigarle por lo sucedido12. Se haya resistido o no, lo importante es no
responsabilizar al menor, incluso en los casos en los que el agresor ha logrado que colabore. Nunca hay que abordarle con
preguntas como: "¿Por qué le dejaste hacerlo?", "¿Por qué no me lo dijiste antes?", "¿Por qué no dijiste no, huiste o luchaste".
"Un ex alumno de 20 años de un centro abusó de cuatro escolares. Uno de ellos se lo contó a su hermano y éste le confesó que
también le había ocurrido con el mismo chico. La directora le entrevistó y le preguntó: ¿Por qué no lo evitaste?, ¿por qué no
te fuiste? El chico respondió: porque pesaba mucho y no pude librarme de él". Para Amaia del Campo y la mayoría de los
expertos resulta fundamental no culpabilizar, en ningún caso, a los niños: "Las víctimas nunca tienen la culpa. La culpa",
concluye, "es siempre del agresor“
• Negar que el abuso ha ocurrido "¿Estás seguro/a?", "No es verdad, debe ser un malentendido", "No inventes esas
historias”.
• Expresar alarma, angustia por el niño/a o por el agresor.
• Tratar al niño/a de forma diferente. Evitar tocarle, acariciarle, hablar de él o ella como la víctima1
• Sobre-protegerle
14. ¿Qué es la primera respuesta?
La primera respuesta corresponde a la atención entregada por el equipo de salud frente a la presencia de un niño, niña o
adolescente con una situación de maltrato, requiriendo especiales consideraciones para asegurar la protección de la víctima.
Es una intervención que integra elementos clínicos, de orientación social y psicológica, realizada en un tiempo acotado y
breve, con el fin de informar, apoyar e iniciar un proceso que de término a la situación de maltrato, evite la reiteración del
mismo y permita desarrollar acciones de protección e inicio de la recuperación de los efectos adversos. Asimismo, se trata de
asegurar el bienestar de niños, niñas y adolescentes, es decir, garantizar la cobertura de sus necesidades básicas (de salud, de
seguridad, emocionales, sociales y cognitivas).
¿Cuándo se activa la primera respuesta? La primera respuesta en maltrato se realiza cuando:
• En una exploración intencionada, el/la integrante del equipo de salud ha detectado maltrato al examinar al niño, niña o
adolescente, a través de hallazgos de signos y síntomas y su evaluación.
• En el curso de una atención de salud se produce el relato espontáneo por parte de un niño, niña o adolescente de una
situación de violencia y maltrato que lo afecta, o por parte de un/a acompañante, en el caso de lactantes.
• Se produce una revelación espontánea de un adulto.
• Una persona integrante del equipo ha detectado una situación de violencia y ha derivado la persona a otro profesional o
técnico.
15. Fundamental entender que la denuncia es una obligación que tenemos los/as profesionales vinculados a la infancia u
instituciones de protección. De acuerdo a la Ley actual están obligados a denunciar los/las profesionales y auxiliares de la de la
salud al identificar señales de abuso sexual, además de directores/as, inspectores/as y profesores/as de establecimientos
educacionales en relación a un alumno/s y las agresiones ocurridas al interior de la institución. El plazo es hasta 24 horas desde
que se conoce sobre el abuso sexual infantil.
Las denuncias pueden realizarse, directamente en las oficinas del Ministerio Público (Fiscalías), ante Carabineros, la Policía de
Investigaciones o en cualquier tribunal con competencia criminal. Sin embargo, en la práctica, se da que los delitos sexuales
habitualmente son denunciados en Carabineros. En estos casos, se registra la denuncia en un parte policial (contiene la hora,
lugar y circunstancias de los hechos, identificación de denunciante, víctima y denunciado, si se conocen sus identidades) y se
informa al fiscal (ya sea mediante un parte o a través de un contacto telefónico) para que éste comience la investigación.
La acción de denunciar, para Carmen Pascual, afirman que "cuando el abuso es denunciado, y en consecuencia investigado
(instruido) y juzgado, el trauma que supone el abuso se prolonga por las consecuencias del propio proceso judicial: lo largo y
burocrático que suele ser éste, las traumáticas entrevistas y exploraciones a que se suele ver sometido el menor, la carencia de
protección para los niños durante el proceso judicial, que permite en muchos casos, que aun iniciado éste, se produzcan nuevos
abusos, y la siempre frustrante incredulidad de la mayoría de los profesionales implicados".
16. Datos de Canadá y Estados Unidos indican que sólo la mitad de los casos de abusos sexuales son finalmente probados. El autor
Félix López abogan por denunciar todos los casos, ya que la denuncia permite que la justicia proteja al niño, niña o adolescente,
aislando al agresor/a y reduciendo las posibilidades de que el abuso pueda repetirse.
Es un deber social porque la denuncia evita que el agresor/a pueda abusar de otros niños, niñas y adolescentes.
Aunque duro y complejo, el proceso judicial y la denuncia puede ayudar a la victima a afrontar el abuso si la sentencia culpa al
agresor/a, es una acción legal que favorece la reparación en la victima.
De la denuncia por parte de los profesionales puede depender en gran medida que la incidencia del abuso sexual disminuya.
Cuando se pregunta a los agresores qué habría que haber hecho para que no cometieran los abusos responden: que me hubieran
parado cuanto antes. La denuncia es una forma de pararles, señala el mismo autor.
Los profesionales tienen obligaciones legales: deben denunciar los casos que se conozcan, como señalamos anteriormente
dentro de un plazo desde que se conoce el abuso sexual.
Por ultimo, cada institución desarrolla sus propios protocolos y activa circulares que por estamentos deben estar establecidos y
conocidos por todo el personal. Ejemplo de esto, es el Programa de Reparación de Maltrato, que realiza la denuncia en fiscalía o
en carabineros, además de enviar oficios al Tribunal de familia cuando hay medida de protección y a Fiscalía cuando tiene causa
vigente. Además de realizar la circular
17. Bibliografía obligatoria
• Extracto. Como entrevistar a un niño, Taller DE perfeccionamiento. Marcela Quijada y Susana Alvarado.
• Extracto. Guía Clínica Abuso sexual, MINSAL.
• Extracto. Manual sobre abuso sexual, Marcela Quijada.