Este documento explora el término "ecofascismo" y cómo se ha utilizado para describir diferentes ideologías y movimientos. Se discute brevemente la relación entre el fascismo alemán y la ecología, y cómo el término a veces se usa para desacreditar posiciones ecologistas. También analiza figuras como Pentti Linkola cuyas posiciones totalitarias han atraído acusaciones de ecofascismo.
2. EL ECOFASCISMO
El término ecofascismo es
una definición política que
asocia el ecologismo con
el fascismo y que es usada
en dos modos distintos.
Para referirse a los
elementos específicos del
ecologismo radical o que
están abiertamente
afiliados con el
neofascismo, o que
comparten similitudes
conceptuales con teorías
fascistas.
3. EL ECOFASCISMO
Se utiliza desde fuentes externas, y menos como etiqueta
propia, para referirse a los nacionalistas y los grupos de
tercera posición que incorporan posiciones ambientalistas
en su ideología.
En segundo lugar, el término también se utiliza en debates
políticos desde la derecha política para identificar lo que
ellos llaman el antihumanismo del proyecto político de la
ecología profunda, el ecologismo convencional, y otras
posiciones ecológicas de izquierda y de no-izquierda, y por
la izquierda política para descalificar a los movimientos
ecologistas que ven fuera de la izquierda, tales como la
mencionada ecología profunda. Los ecologistas aludidos
dicen que se trata de un epíteto usado para
desacreditarlos.
4. EL ECOFASCISMO
Sobre los puntos de vista nazis y fascistas sobre la ecología
el historiador del fascismo Roger Griffin ha señalado, en un
ensayo sobre la relación entre el fascismo, la religión y la
naturaleza que "el lugar que una relación transformada
con la naturaleza ocupa en el proyecto fascista para la
regeneración nacional, así como el papel desempeñado
en ella por los paganos, conceptos o cultos "inmanentistas"
de la naturaleza puede variar enormemente dependiendo
de qué especie del género se considera" (p. 640). La
admiración de la naturaleza fue un tema fuerte del Partido
Nazi alemán y en el romanticismo alemán wagneriano que
le era anterior, y es también un tema clave para algunos
movimientos fascistas modernos.
5. EL ECOFASCISMO
Los nazis estaban en la vanguardia del conservacionismo, con la
Alemania nazi con algunas de las primeras reservas silvestres
protegidas legalmente, lo mismo su legislación fue la primera en
reconocer a la naturaleza y los animales como sujetos de derecho
en vez de objetos. Durante su ascenso al poder, los nazis fueron
apoyados por los ecologistas alemanes y los conservacionistas,
pero las cuestiones ambientales fueron empujadas a un lado
gradualmente en la preparación para la Segunda Guerra Mundial.
Por el contrario, las formas no-alemanas del fascismo en su
mayoría carecían de cualquier perspectiva ecológica digna de
mención. Una excepción fue la Guardia de Hierro de Rumania,
organización formada por el campesinado que vio en el
capitalismo, que asociaron con los judíos, un ser destructivo para el
campo rumano y su cultura cristiana ortodoxa.
6. EL ECOFASCISMO
En otras partes de Europa, las preocupaciones ecológicas
se encuentran de forma individual y no colectiva, por
ejemplo, Julius Evola, un escritor italiano y partidario del
régimen fascista de Benito Mussolini, quien escribió libros de
glorificando un estado primitivo de la naturaleza y en
denuncia de la modernidad. Griffin ha afirmado que "el
fascismo en repetidas ocasiones genera imágenes que
evocan un parentesco con un engañosa comunión
"panenhenística" (naturalismo espiritualista) con la
naturaleza" (pg.642) como medio de movilizar a los
miembros del grupo étnico fascista hacia la causa del
ultra-nacionalismo. Como ejemplo pone la glorificación de
la vida silvestre en el arte nazi y el ruralismo en las novelas
de los simpatizantes fascistas Knut Hamsun y Henry
Williamson. Existe también una tradición histórica entre el
ambientalismo y la extrema derecha en el Reino Unido.
7. EL TÉRMINO EN ALGUNOS
DEBATES
Las acusaciones de ecofascismo desde la
derecha pueden encontrarse en personajes
como Rush Limbaugh y otros comentaristas
conservadores y del movimiento Wise Use, en
este último caso, se trata de un uso
hiperbólico del término que se aplica a todos
los ambientalistas, incluidos los grupos
principales, como Greenpeace y el Sierra
Club. La acusación de ecofascismo puede
encontrarse en la izquierda en el ecologista
social Murray Bookchin y otros individuos de
la misma tendencia socialista
8. EL TÉRMINO EN ALGUNOS
DEBATES
Las acusaciones de
ecofascismo no son
infrecuentes. Para
algunos, los reclamos de
los principales
ecologistas pidiendo la
regulación de la
reproducción humana y
la reducción de la
población mundial por
medio de planes de
ingeniería social son
indicativos de políticas
nazis anti-humanistas.
9. EL TÉRMINO EN ALGUNOS
DEBATES
Sin embargo, los defensores de las políticas de control de la
población han reaccionado enérgicamente en contra de estas
comparaciones, considerándolos como un mero intento de
calumniar a ciertas secciones del movimiento ambientalista.
En la actualidad entre las personalidades a las que se identifica
con algún tipo de ecofascismo está el ecologista profundo Pentti
Linkola. Pentti Linkola es un ecologista profundo totalitario, y
aunque no habla específicamente de apoyar el fascismo, ha
expresado su admiración por el régimen nacionalsocialista alemán
durante su eficiente ascenso al poder y sus capacidades
destructivas, y no por su ideología racista y nacionalista. Él aboga
por una dictadura ecológica fuerte y centralizada, con duras
medidas de control de la población y el castigo brutal de los que
él considera son los abusadores del medio ambiente.
10. EL TÉRMINO EN ALGUNOS
DEBATES
Linkola ha atraído una considerable controversia en su país de
origen y fuera de él.
El movimiento europeo Nouvelle Droite, desarrollado por Alain de
Benoist y otros individuos relacionados al instituto tradicionalista
GRECE que une elementos de extrema derecha con la Nueva
Izquierda, también ha atraído acusaciones de ecofascismo
dirigidas desde la izquierda, debido a su combinación de
antiglobalización, ambientalismo, y etno-nacionalismo europeo.
Sin embargo, De Benoist rechaza el fascismo y lo cataloga de
"jacobinismo pardo", y condena el prejuicio racial y a los populistas
nacionalistas como Jean-Marie Le Pen.
El término "ecofascista" también ha sido usado por Mark Potok del
Southern Poverty Law Center para describir a James Jay Lee, el
ecoterrorista que tomó varios rehenes en la sede de Discovery
Communications el 1 de septiembre de 2010. Potok también ve
ecofascismo en la idea de ciertos grupos ecologistas de que la
migración es responsable de la degradación ambiental.