1. Génesis y actualidad de la radiografía
A. González Arias
Orbe, Año X, No. 46, Abril 18 2009
Figura 1. Wilhelm Roentgen y la primera radiografía (la mano de su esposa
con anillo). A la derecha, esquema de una sección en vista lateral del
contenido de una ‘placa’ moderna de Radiografía Digital. El espesor real es
del orden de milímetros.
En el principio eran los Rayos X, la placa fotográfica, Wilhelm Roentgen y
la mano de su esposa. Así nació la radiografía. Y el tiempo pasó. Después
aparecieron los procesadores de datos y las computadoras y surgió la
Tomografía Axial Computarizada (TAC). Y a la postre, casi al unísono,
florecieron la Radiografía Computarizada y la Radiografía Digital. Y así hasta
hoy.
Roentgen y los Rayos X
En noviembre de 1895 Wilhelm Conrad Roentgen, en su laboratorio de la
universidad de Würzburg, Alemania, estudiaba los efectos de pasar una
corriente eléctrica por un gas a baja presión contenido en un bulbo de vidrio.
2. Le llamó la atención que durante el experimento se volvieran luminosas
algunas sales fluorescentes que se hallaban cubiertas en su mesa de trabajo.
Intrigado, y después de realizar varios ensayos, llegó a la conclusión de que
había encontrado un nuevo tipo de radiación, invisible y capaz de atravesar los
objetos. La llamó Rayos X, pues es común usar la X como incógnita en las
matemáticas. Al colocar la mano de su esposa junto a una placa fotográfica y
exponerla a la radiación desconocida, obtuvo la primera radiografía de la
historia. Por su descubrimiento obtuvo el premio Nóbel de física en 1901, y
hoy día los Rayos X se usan intensivamente, tanto en aplicaciones industriales
como médicas. Al atravesar el cuerpo humano, los Rayos X se absorben en
mayor grado en los huesos, mientras que en los tejidos blandos (menos
densos) la absorción es menor. Como en el negativo fotográfico la coloración
se invierte, los huesos se ven blancos y los tejidos, menos densos, se ven más
oscuros.
La Tomografía Axial Computarizada (TAC)
Un tomógrafo es un instrumento mucho más complejo y costoso que un
equipo convencional de Rayos X. Los primeros TAC comerciales aparecieron
alrededor de 1970, y sólo servían para estudiar el cráneo; hoy día se usan en
todo el cuerpo. En lugar de obtener una sola imagen, el tomógrafo registra un
conjunto de ellas al colocar la fuente de Rayos X y el detector en un anillo y
rotar ambos alrededor del sujeto, que descansa en una camilla en el centro.
Moviendo la camilla a diferentes posiciones es posible construir imágenes
digitales tridimensionales mediante un software adecuado. Los tomógrafos de
última generación poseen entre 4 y 128 anillos y permiten obtener en una
pantalla imágenes tridimensionales en tiempo real.
La Radiografía Computarizada (RC)
Introducida comercialmente en 1980, es muy similar a la radiografía
convencional, pero en vez de placa fotográfica utiliza una placa Soporte de
Imagen reutilizable (SI). La placa SI contiene compuestos fosforados que se
excitan al ser iluminados por los Rayos X, formando una imagen latente que
puede durar varias horas. La imagen se ‘revela’ aplicando un escáner láser a la
placa, causando que los átomos excitados regresen a su estado básico y emitan
luz, que es detectada por un sensor y se convierte finalmente en electricidad.
La señal eléctrica se digitaliza (se convierte en una sucesión codificada de
ceros y unos) y se envía a un procesador de señales en una computadora,
donde finalmente se almacena en un disco duro o se proyecta en una pantalla.
Si se manipulan con cuidado, las placas SI se pueden reutilizar miles de
veces –al menos en teoría. En las condiciones reales es común que se dañen
tras ser usadas varios cientos de veces; no obstante, presentan algunas ventajas
sobre la radiografía convencional; se elimina el gasto de película fotográfica
y de reactivos químicos, se necesita menos radiación para producir imágenes
de buen contraste y, como no necesitan productos químicos para el revelado,
son más ecológicas. La principal desventaja es su alto costo, aunque el ahorro
3. en reactivos químicos, placas fotográficas y personal especializado puede a
veces compensarlo. Actualmente hay muchos tipos y modelos de equipos
para diferentes aplicaciones.
La Radiografía Digital (RD)
Difiere de la Computarizada RC en que proporciona imágenes de forma casi
instantánea, sin necesidad del procesamiento adicional con el láser. Además,
permite obtener imágenes en movimiento en tiempo real (fluoroscopia) y la
‘placa’ no se deteriora con el uso. Su espesor es sólo de unos pocos
milímetros[1].
Existen dos tipos de detectores digitales, directo e indirecto. En el indirecto,
los Rayos X inciden sobre un material fluorescente que genera luz visible al
ser excitado. La luz incide sobre un sensor similar al que usan las cámaras
fotográficas digitales, convirtiéndose en impulsos eléctricos que van al
ordenador. La calidad de la imagen es similar a las anteriores, pero en este
tipo de detección una parte de la energía incidente se dispersa durante el
proceso interno de reconversión óptica, lo que tiende a degradar la nitidez de
la imagen. En la Radiografía Digital directa, de última generación,
fotoconductores de selenio amorfo liberan electrones de carga negativa y
‘huecos’ positivos al ser impactados por los Rayos X. Se crean así impulsos
eléctricos que excitan directamente un arreglo de capacitores de tecnología
TFT (Thin Film Transistor), lográndose imágenes con mayor nitidez que en el
método indirecto.
Un artículo de 2007 del Dpto. de Radiología Clínica del Hospital
Universitario de Munich, concluye que el futuro de la radiología será, sin
dudas, digital[2]. ¿La causa? Las imágenes se pueden ampliar, almacenar en
diferentes soportes digitales, filtrar y mejorar su contraste. Además, se
pueden distribuir en una red local de computadoras e incluso integrarse a
redes nacionales junto a la historia clínica del paciente, lo que puede ser vital
en casos de urgencia.
[1]. S. Lopez Bravo, Rev. de Física Médica 2001; 2(2): 99-110
[2]. Markus Körner y otros, MDRadioGraphics 2007; 27: 675-686