1. Romanos 3:23-24
LO PRIMERO ES LO PRIMERO
Todos han pecado y están lejos de la presencia gloriosa de Dios. Pero Dios, en su
bondad y gratuitamente, los hace justos, mediante la liberación que realizó Cristo
Jesús.
– Romanos 3:23-24 (DHH)
¿Está usted en paz con Dios? A veces nosotros como creyentes entendemos mal lo que
esto significa, asumiendo que la forma en que usted consigue estar “bien con Dios” es
limpiando todos los malos hábitos de nuestras vidas. Cuando he preguntado a la gente si
quieren ir a la iglesia o comenzar una relación con Cristo, he escuchado a algunos decir:
“Me gustaría, pero tengo que estar bien con Dios”.
Creo que estas personas se dan cuenta de que aquellos de nosotros que tienen una
relación con Dios no son perfectos, pero es como si creyeran que Dios traza una línea en
la arena entre lo que es un nivel aceptable de imperfección y lo que no lo es. Ellos podrían
pensar que, si usted es chismoso y jura en algún momento, Dios puede mirar para otro lado.
Pero si usted está cometiendo un pecado sexual o algún otro pecado más “serio”, entonces
usted debe detenerlo antes de que Dios esté dispuesto a aceptarlo a usted.
¡La realidad es que NINGÚN pecado es aceptable para Dios! Pero... la buena noticia es
que no tenemos que limpiar nuestras vidas antes de venir a Él para comenzar una relación.
De hecho, esta idea está completamente atrasada. PRIMERO iniciamos una relación con
Cristo, esto nos da una nueva naturaleza, la naturaleza del Padre, y ENTONCES
ganamos el poder que necesitamos para alejarnos del pecado. Simplemente no
funciona al revés.
¡No hacemos la paz con Dios por medio de una buena conducta! Ganamos la paz con
Dios al aceptar que Jesús murió en nuestro lugar. Él se sacrificó a sí mismo para
traernos de vuelta del poder del diablo porque Adán había vendido a la humanidad y es por
eso que estamos en paz. ¡Incluso cuando tenemos dificultades, ¡Él está con nosotros,
dándonos poder para vencer!
León Fontaine