1) La relación entre salud y salvación es compleja. Algunos ven la salud como un medio para alcanzar la salvación, mientras que otros enfocan más en la curación física que en un cambio espiritual.
2) La salvación viene solo de Dios a través de la gracia. Algunos pueden ver la curación como un acto mágico en lugar de reconocer que Dios es el único que sana.
3) Es un desafío que la noción de salvación esté perdiendo credibilidad hoy en día. La gente
Disciplinas espirituales en el Ministerio de Alabanza.pptx
1. relación salud – salvación
1. Relación salud – salvación
Ante el titulo del tema la primer pregunta que puede surgir es :¿Existe una relación
entre salud y salvación? ¿Cómo se da? Ahora en mi persona existe esta relación, es decir
¿cuando estoy sano soy consciente de la gracia que tengo a mi alcance para hacer mia la
salvación?
La salvación se da a través de la gracia de Dios en Cristo que está en el centro del
mensaje cristiano. Es de hecho el corazón del mensaje y lo que nos distingue de
cualquier otra religión.
Es desafiante ante esta realidad que hoy en día, la noción de salvación es una de las
primeras realidades en ponerse en tela de juicio y está a punto de perder en buena
medida su credibilidad.
Hoy en día se multiplican las preguntas que siempre han rodeado a la Teología y a la
proclamación de la acción de Dios en la historia. ¿Qué significa existencialmente haber
sido salvados y que implica este hecho para el hombre y para la humanidad? ¿De qué
forma se puede experimentar la salvación y como se traduce en la historia del hombre?
El ser humano es muy interesante: así como muchas veces no es consciente de estar
sano, hasta que se enferma es consciente de la salud que ya no tiene; así como no
valora la vida, hasta que la ve de frente la muerte, lo mismo pasa con la salvación, la
tiene a su alcance y opta hacerla a un lado, la gracia y la salvación no son una buena
opción en común.
Por eso, la salvación parece apoyarse, hoy más que nunca, sobre arenas movedizas.
1º El cambio social se revela como incumplido: vivimos de revoluciones fallidas,
añoramos esperas insatisfechas y el mal sigue presente en medio de nosotros, lo que
hace al ser humano indiferente y resistente a la salvación.
2º Falta de identidad: Somos hijos de Dios, pero vivimos como si no lo fuéramos.
3º Falta de tiempo: Cuando uno está sano no hay tiempo para Dios, es muy poco tiempo
el que se vive verdaderamente en gracia.
El ser humano estando sano, teniendo salud, esta llamado a la salvación, si, así es, no
solo cuando está enfermo o de frente a la muerte. Incluso tenemos que purificar un
poco esta realidad, porque la salvación corre el peligro de ser condicionada. Aclaro esto
no sucede con todos, pero lamentablemente con la mayoría.
1. ¿Cómo se da la relación salud / salvación?
TRIADA: salud – fe – salvación.El elemento fe es aquel que “une”, del lado del hombre (y
de la comunidad) a los otros dos. La salud y la salvación reclaman siempre la
“implicación”, activa y pasiva del sujeto, llamado a acoger responsable y creativamente
los dones de Dios. Salud y salvación son integradas en la nueva alianza sellada en el
misterio pascual y prolongado en la sacramentalidad de la Iglesia.
1
2. Pero ¿qué sucede en el común de los seres humanos, cuando está en riesgo su ser
saludable? Se acuerda de ese Dios y la gracia es importante en su vida, habla con Dios
incluso como tal vez nunca lo había hecho. ¿Interes o realidad? Si, a primera vista
parece interes, pero también es realidad, que oraciones tan profundas, hechas desde el
corazón, oraciones sinceras. La enfermedad, la muerte espantan hacen al ser humano a
un lado de su ensimismamiento en el que vive, la fragilidad y vulnerabilidad dan mido, el
no tener el control hace acordarse de un Ser Trascendente (Dios).
La cuestión es ¿la vulnerabilidad me abre a la salvación o solo busco la curación? “Si me
curo, te prometo…” “si no se muere, soy capaz de…”, “si salen negativos los relutados,
ahora si voy a…” etc.
Dos esquemas a reflexionar, espero nos ayuden:
1ºRelación enfermedad – curación – salvación.
Representantes:
+ Entran los hombres y mujeres que oran para optener la curación fisica ya sea de la
persona misma o de un ser querido.
+ Los que haces mandas, incluso en ocasiones dificiles de realizar, con el fin de optener
un beneficio.
+ Los que estudian los efectos de la oración (súplica, intercesión), de la meditación y de
otras prácticas religiosas y/o espirituales sobre la enfermedad y la curación física, sobre
lo vivido de la vejez y de la muerte.
+ Existen también aquellos que partiendo de una experiencia personal o profesional han
dado vida a grupos de mutua ayuda o han favorecido el difundirse de una corriente que
enfatiza el carácter terapéutico de la fe (creación de Nuevos Movimientos Religiosos,
tan en boga).
+ Se incluyen también las búsquedas que, siempre al interno de un esquema oracional,
entienden describir los efectos sobre la curación interior: una especie de psicoterapia o
pneumaterapia (sin terapista humano), la imposición de manos.
+ También hacen parte los movimientos y asociaciones que tienen una importancia
carismática, especialmente la Renovación Carismática, sea en el campo protestante que
católico.
+ Las misas llamadas “de sanación” también se pueden incluir en este lugar, tan
difundidas en América Latina.
Acentuaciones:
Aquello que une a todos estos “representantes” es sobre todo la enfatización del valor
curador de la fe.
+ Su slogan “la fe cura”.
+ El acento más que reforzar la salud está en la curación.
2
3. Aporte bíblico
Nm. 21, 4-9.
+ El relato tiene valor profético. “Hazte una serpiente”.
+ Al verla sanará: los pecadores no tendrán que hacer penitencias, les bastará mirar con
fe la señal que Dios les da para curarse, y muchas veces ésta es la realidad que muchas
veces la gente vive, cuantos se quedan en el medio: ej. en San Juditas (cuando esto
sucede es verdad lo que dicen los hermanos separados de la religión católica ¿no es
así?), en la medalla que me protege del mal (se ve como amuleto que protege (faltando
al primer mandamiento), etc.
+ Pero se nos olvida que “la serpiente de bronce” colocada en el asta no tiene eficacia
por sí misma, sino por la voluntad de Dios, se da curación, salud y vida. Y cuando se nos
olvida esto, la CURACION parece ser un acto de magia y se olvida que es DIOS EL QUE
CURA, si por medio de... La salud viene de Dios mismo; la serpiente no era sino el
símbolo y en la actualidad los que viven desde esta perspectiva muchas veces viven la
curación como una magia, se siguen quedando en el singo, no alcanzar a ir más allá lo
que hace que muchas de las cosas que nos ofrece la Iglesia para salvarnos, se quedan
como el que les hizo el milagro o como ritos mágicos.
Fundación y motivación de los postulados:
El acento recae sobre la experiencia y las experiencias de curación, cualquiera que esta
sea y la salvación actúa en la medida en que el “curado” se abre a sus dinamismos. La
diferencia entre “curados” y “salvados” esta también hoy en el hecho que estos últimos
se abren a la “nueva salud”, a un “cambio de vida”, a “una nueva vida”, experimentan la
fuerza de una renovación interior, traducen la curación en nueva práctica saludable de
vida. Es lo que pasa por ejemplo con los que han encontrado la gracia en la desgracia, la
salud en la enfermedad, la fuerza en la debilidad, al Dios cercano y compasivo en la
soledad y su vida ya no puede seguir siendo la misma, a diferencia de los “curados” que
pienzan que con cumplir la manda o resarle al santito ya cumplieron pero siguen igual
en su vida, no hay cambio alguno en su modo de vivir.
Las “nuevas religiones de curación”: un discurso a parte
Se trata de un conjunto complejo, muy variado, distante en no pocos casos de las
coordenadas fundamentales de la fe cristiana, más que giran en torno a la convicción
sobre el valor sanante de la fe y de la espiritualidad.
La reflexión teológica no puede dejar de estar atenta a este vasto y complejo fenómeno
que comprende una nueva variedad de movimientos y asociaciones (desde la New Age a
confesiones de origen evangélico, o las que giran en torno a lideres “carismáticos”,
cuestions orientales, etc. Creando un sinquetismo religioso, el ser humano aunque se
declare católico esta creando una religion a su medida, toma de un lado y de otro y asi
vive su fe). La propia oferta representa una especie de diagnosis de las patologías
sociales y espirituales actuales y de otro lado, entiende colmar los vacíos existenciales,
religiosos y espirituales tal vez olvidados de las religiones oficiales. Las propias
3
4. motivaciones denuncian una sed de identidad, de seguridad y de sentido de pertenencia
a un grupo humano, de división de los mismos valores y aspiraciones, de curación y de
felicidad, con tristeza vemos como cada dia más crecen estos grupos, la charlataneria,
consultas telefócinas a psiquicos, horoscopos, etc.
El peligro:
En todos estos casos cuando se ve la relación enfermedad – fe – curación. Se puede
condicionar la fe y la salvación, “si me curo…; si se cura; si no se muere…”, creo y me
abro a la salvación, pero si no se da la curación o la vida ¿qué sucede? Muchas veces se
termina la relación con Dios, entra en un tiempo de vacaciones, siendo carnada fácil
para los Movimientos Religiosos.
¿Esta visión es está mal? Si está bien o está mal no lo se, lo que si sé es que necesita
purificación y formación.
2º Salud – salvación
La salud es parte de un proceso de interiorización y de socialización, de apropiación y
autodonación, de intimidad y de comunión; de humanización y divinización; de salud y
salvación. Reclama libertad y sentido, un escenario de valores.
Anotación bíblica
Jn.3,14
El Hijo del hombre será elevado igual que la serpiente de bronce, para que todo el que
crea en él tenga vida eterna.
Este texto ofrece una aportación capital a la cristología del NT., la elevación de Jesús en
la cruz es una elevación gloriosa.
La cruz es el “signo” de la salvación, lo mismo que fuera antaño la serpiente de bronce.
Condiciones para obtener la salvación:
+ FE – CREER.La elevación del Hijo del hombre debe cumplirse previamente como
requisito para que los hombres que creen en él puedan alcanzar la vida eterna. La FE en
el Hijo del hombre pone en relación tan íntima con él hace partícipe de su vida misma.
+ MIRAR. La mirada es el siguiente paso a la salvación, junto con la confianza en la
Palabra de Dios.
+ ADHESION. La acción de Dios es salvar, no condenar ni destruir. Jesús vino a dar vida
en plenitud a quienes estén dispuestos a aceptarla (cfr. Jn. 10,10).
Desde Cristo, una nueva salud
La nueva saludno es siempre fruto de curación física, está es soló una de sus expresiones
privilegiadas de la economía salvífica de Dios que se manifiesta en los milagros.
4
5. La experiencia de esta nueva salud es humana y vivida humanamente en la medida en la
cual el sujeto es capaz de hacerse biológico y biográfico, de incorporarla a la conciencia
y al proyecto de vida, de apropiarse, de desvelar el rostro escondido, de vivirla como
una realidad existencial guiada por una teología pastoral.
Aquello que distingue la oferta de salud de Jesús es su dimensión experiencial.El ha
“dicho” y realizado la salud en una gama de expresiones, epifanías y
sugerencias.Siempre con una intención pedagógica clara: actuar el diseño divino de
salvación integral desgranándolo en un rico mosaico de experiencia de nueva salud, a
fin de que salud y salvación se encuentren en una coincidencia maravillosa de lenguajes
claros y se convierta, en aquellos que la acogen en una única experiencia “ un hombre
nuevo”. Esté sano, enfermo, o sano después de una enfermedad.
La salvación saludable
+ La salvación saludable tiene siempre su origen en Dios y se realiza aquí y ahora. La
salvación en la medida en que desciende y penetra en el tejido social, en los
acontecimientos de los hombres, en la ambigüedad de los eventos1, es más verdadera y
eficaz.
+ El camino de la experiencia conduce a asumir una existencia humana vivida en la
adhesión a la Gracia. Y esta experiencia humana es salvífica y saludable en la medida
en que se sacia en su manantial, o sea, en la acción salvífica / saludable de Dios, en la
Gracia. Se toca aquí con mano un punto culminante de la reflexión: Porque Dios ha
asumido y transformado radicalmente las realidades / eventos humanos fundamentales
(la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, el sufrimiento y los límites radicales en la
naturaleza humana) haciendo también posible que estas realidades puedan ser vividas /
experimentadas como radicalmente nuevas / renovadas con su Gracia.
+ La última decisión sobre la salud viene tomada al momento de confiarse a Dios,
aceptando la muerte como “don redentor de Dios”, “metiéndose a su disposición” en
actitud obsequiante, disponiendo libremente de sí mismo, abriendose a la salvación.
¿Cómo dar este cambio de perspectiva?
Iniciemos diciendo que el mundo de la salud, debe de ser contemplado como el lugar de
una doble “epifanía”: la del hombre y la de la pedagogía de la acción salvífica de Dios.
Con esta pedagogía centrada en el hombre, esta conciencia adquiere quizá su nivel
máximo en la conexión entre salud y Alianza: solamente aquel que elige vivir según los
deseos de Dios estará sano y será salvo.
La salud, a la par que la vida y el don de la comunión con Dios, está estrechamente
relacionada con la fidelidad a los diez mandamientos y, por consiguiente, a sus
correspondientes bendiciones (cfr. Ex 15,25-26; Lev 26,3.6.9.14.40-41). Se perfila así una
de las líneas más fecundas de la relación entre salud y salvación: ambas, aunque
diferentes, caminan por el mismo sendero, recorren el mismo itinerario, porque ambas
1
Cfr. VILANOVA E., Historia de la teología cristiana III, Sígueme, Salamanca 1994, pp. 31 – 39 y 207 –
209.
5
6. derivan de la adhesión a Dios y de su aceptación como posibilidad máxima del hombre.
Dios no es el límite ni el freno ni el rival de la libertad humana.
La Alianza es, por tanto, salvífica y saludable, porque reconduce al hombre al designio
originario de Dios, cuando “todo era bueno”, y también porque le devuelve la
posibilidad de desarrollar al máximo su condición de ser humano y de criatura.
“Salutogénesis” Volver en Cristo a los orígenes donde todo era bueno, pero sin hacer a
un lado la caída del hombre que trajo el dolor, sufrimiento y la muerte y desde donde
Cristo redimió, desde donde salvó, Jesús asume al hombre caído y desde ahí lo salva.
A partir de esta conciencia, el hombre, cuando sufre, puede entender que es absurdo
exigirle a Dios las razones últimas del mal que le aflige; puede superar la tentación de
abandonar a Dios en vez de abandonarse a Él, puede darse cuenta del valor y el carácter
provisional de la salud y de los remedios materiales, y puede, sobre todo, renunciar a la
pretensión de salvarse por sí mismo y él solo, lo mismo que sucede cuando el hombre es
consciente de su ser saludable, lo que lo hace capaz de vivir una salvación saludable
desde la salud.La salvación toma cuerpo en el cuerpo del sano, del enfermo y del
enfermo sanado que se adhiere al plan de amor redentor y salvífico.
Por eso decimos que la salud no es aún la salvación. Esta última es un bien esencial, un
don de Dios, siempre objeto de esperanza, que Dios promete a todos y no niega a nadie
(cfr. Rom 8,24-25; 1Tim 2,4).
La salud aun en sus dimensiones más biográficas, no está garantizada nunca, ni por la
adhesión existencial a Dios. Su valor, tal y como se revela en el ministerio de salud de
Cristo, está relacionado siempre con su apertura a la salvación, es salud para la
misión, para la adhesión incondicional al Reino, por lo que su momento culminante
tiene lugar en el sacrificio de la cruz, cuando el hombre, liberado y sanado en
profundidad, es capaz de disponer de sí mismo, de abandonarse a Dios y de darse a
sus hermanos (cfr. Jn, 3,14). La salud se convierte así en bien penúltimo y la salvación en
el bien último.
3. Algunas Anotaciones Pastorales
+ La salud es una tarea de cada día y en Cristo es una oportunidad de salvación.
+ Toda la riqueza que tenemos en nuestro pueblo (religión popular) unido al plan
salvífico de Dios, buscando la adhesión a Cristo es algo que debemos valorar, pero si es
necesario formar y educar.
+ La persona curada lo es solo en la medida en que acoge los dinamismos que implica la
curación: salud para la misión, para el seguimiento, para el agradecimiento y la
alabanza, para acoger la llegada del Reino como bien absoluto. De esta manera,
profundamente pedagógica a la persona curada se le devuelve, junto con la salud, el
protagonismo perdido.
+ La salud, al igual que la salvación, remite siempre a una comunidad. Cristo, de hecho,
no ha venido solo para curar y salvar al individuo, sino para crear un espacio nuevo de
6
7. salud y de salvación. Es el nuevo pueblo de Dios, la humanidad renovada. La salud se
confía a la comunidad.
+ La existencia sigue siendo una sucesión de sufrimiento, de trabajo, de los dolores de
un parto que parece no llegar nunca, pero también está bajo el empuje de un
dinamismo nuevo que introduce en ella la experiencia de plenitud, de resurrección
anticipada, de esperanzas cumplidas, de horizontes infinitos.
+ El mundo de la salud es, por consiguiente, un lugar emblemático para el largo camino
de la esperanza activa y confiada.
+ En este contexto adquiere una importancia especial el propósito acariciado en la
actualidad por los teólogos y los pastores de “recuperar la salvación” para que siga
siendo el centro del mensaje cristiano. Este es un empeño urgente y difícil, por eso tan
necesario el empuje de la “nueva evangelización” que Aparecida nos está invitando a
retomar.
7