2. Desde Ucrania, Odesa, 27 de julio de 1905. Me
encuentro en las escalinatas de una plaza. El pueblo
llano estaba dando comida, cereales, gallinas,
huevos al ejército. Cuando ellos estaban
hambrientos le daban sus comidas a los marineros,
una gran muestra de generosidad.
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4. La gente estaba ya despidiéndose de ellos ya que el
ejército iba a zarpar. Se escucharon unos disparos y
el pueblo llano y yo empezamos a correr escaleras
abajo.
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6. Yo me quedé de los últimos para ver el panorama.
Algunos lograron escapar pero otros cayeron. Gente
minusválida que no podía huir se escondía por
donde podía..
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8. Lo que más me impactó fue que una madre iba
corriendo junto a su hijo pequeño, ella miraba hacia
delante pero cuando quiso mirar a su hijo se
encontraba tirado en las escaleras con sangre en la
cara.
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10. La gente que bajaba las escaleras le pisaban sus
manos, su cara. La madre fue hacia él, lo cogió en
brazos. La mujer le echó valentía, fue hacia la
guardia enfrentándose cara a cara.
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12. La gente le decía que no fuera, pero ella siguió su
camino para rogarle que no disparara. Cuando se
acercó a ellos les dijo: “no disparad , parad”.
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14. El cosaco tenía la espada hacia arriba, la bajó y un
guardia le pegó un tiro. La gente se fue corriendo
aterrorizada por lo que acababan de ver.
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16. Una mujer estaba bajando las escaleras con su niño
pequeño en carricoche y a la madre los cosacos le
alcanzan con un bala. El carricoche con el bebé
dentro baja escaleras abajo hasta que un terrible
cosaco lo destroza. No había visto cosa tan cruel en
la vida.