El documento describe el arte totalitario promovido por los regímenes nazi, fascista y estalinista. El arte nazi se caracterizó por su carácter monumental, propósito propagandístico y seguimiento de modelos clásicos, promoviendo un "realismo heroico". En Italia y España se impusieron estéticas similares que exaltaban valores nacionalistas. Paradójicamente, el estilo fascista alemán e italiano se asemejaba al realismo socialista soviético, que promovía un arte de fácil asimilación por
2. La crítica a la guerra: Otto Dix
Al estallar la Primera Guerra Mundial, Otto Dix se alista en el ejército, en
un principio como voluntario en el regimiento de artillería, aunque más tarde,
también luchará como soldado raso tanto en Francia como en Rusia. El
horror de la guerra, como consecuencia, se convertirá en uno de los temas
fundamentales de su obra pictórica. A su regreso a Dresde, funda en 1919,
junto al también expresionista Conrad Felixmüller un grupo radical de
escritores y pintores expresionistas y dadaístas, con quienes realizará, en
1920, diversos collage de carácter crítico, en su mayoría, sobre la sociedad.
Tras la llegada al poder de los nacionalsocialistas en 1933, Otto Dix fue uno
de los primeros catedráticos de arte en ser destituidos por el régimen.
5. TOTALITARISMOS
El Arte nazi, aprobado oficialmente y producido en Alemania entre 1933 y
1945, se caracterizó por su carácter monumental, su propósito propagandístico
hacia las masas a las que iba dirigido, y su seguimiento de modelos del arte
clásico; todo lo cual ha permitido definir su estilo con las denominación de
“realismo heroico”.
Mientras se prohibían los estilos más sofisticados y elitistas del arte
comtemporáneo, calificados de “arte degenerado” los nazis promovían un arte
que se ajustara estrictamente al estilo tradicional que exaltaran los valores de
sangre, patria, pureza racial, militarismo, heroicidad y obediencia. Temas
favoritos eran la representación de tipos populares trabajando en el campo, la
vuelta a las virtudes simples del amor a la patria, las virtudes de la lucha
nacional-socialista y la loa a las actividades consideradas propias de la mujer
en los espacios a los que tradicionalmente se la restringía: niños, cocina,
iglesia.
6. Así mismo, en Italia cuanto más avanzó el régimen en la construcción de
un sistema totalitario, con más claridad se definieron programas
artísticos similares al arte nazi o al menos compartiendo sus valores
estético-propagandísticos propios del realismo heroico.
En la España de Franco se impuso una estética imperial y tradicionalista
que en arquitectura reproducía formas herrerianas y que se suele
vincular política o ideológicamente al nacionalcatolicismo y al
falangismo. Sus manifestaciones se asemejaron con frecuencia a los
modelos totalitarios fascistas.
Paradójicamente, el estilo fascista alemán o italiano mantiene una gran
similitud con el estilo artístico soviético enominado realismo socialista, el
equivalente del realismo heroico fascista. La opción consciente de Stalin
por un gusto artístico de fácil asimilación por el pueblo sin
complicaciones intelectuales. Los propios intelectuales eran
despreciados y debían someterse a una “reeducación” y un
“desclasamiento”, identificándose con la forma de ver el mundo de los
proletarios y el “hombre nuevo" socialista.