El documento describe la evolución del idioma castellano en la Península Ibérica. Originalmente existían varias lenguas prerromanas habladas por diferentes pueblos, pero cuando los romanos conquistaron la región en el siglo III a.C., introdujeron el latín que eventualmente reemplazó a las lenguas locales. Luego de la caída del Imperio Romano en el siglo V d.C., el latín empezó a fragmentarse y dio origen a las lenguas románicas modernas como el castellano.