1. «Estoy aquí para decirte que tu felicidad no depende de tu juventud; me consta porque ya no soy joven.
Estoy aquí para decirte que tu felicidad no depende de tu cuerpo físico, ya que -en tus términos-, yo no
tengo uno. Eres lo que eres y serás más. No temas al cambio, puesto que tú eres cambio... Toda acción es
transformación, dado que de otro modo el universo sería estático y entonces la muerte sería, en efecto, el
final. Lo que yo soy es también lo que tú eres: conciencia individualizada. Llego aquí como si apareciera a
través de un agujero en el espacio y en el tiempo. Existen senderos por donde puedes viajar; en sueños has
estado donde yo he estado... Quiero hacerte sentir tu propia vitalidad. Siéntela viajar a través del universo;
esto no depende de tu cuerpo. En realidad proyectas tu propia energía para formar el mundo físico. Por lo
tanto, para cambiar tu mundo, debes transformar lo que proyectas. Siempre fuiste y siempre serás. Este es
el significado de la existencia y la dicha. El dios que existe está dentro de ti, ya que eres parte de todo lo
existente.»
"Nosotros somos porciones individualizadas de energía, materializadas dentro de la existencia física, para
aprender a formar ideas de energía y hacerlas físicas (ésta es la construcción de ideas). Proyectamos ideas
en un objeto, de manera que podamos manejarlo. Pero el objeto es el pensamiento materializado. Esta
representación física de la idea nos permite aprender la diferencia entre el `yo' que piensa y el
pensamiento. La construcción de ideas nos enseña el `yo' que es, al mostrarle a él sus propios productos de
una manera física. En otras palabras, aprendemos contemplando nuestras propias creaciones. Aprendemos el
poder y efecto de las ideas trasmutándolas en realidades físicas, y aprendemos responsabilidad en el uso de la
energía creativa...
"La entidad es el yo básico, inmortal y no físico. Se comunica sobre un nivel de energía con otras entidades y
posee un casi inagotable suministro de energía a su mando. El individuo es la porción del yo total que
manejamos para expresarlo físicamente...
"El ojo proyecta y enfoca la imagen interna (idea) en el mundo físico, de la misma manera que una cámara
cinematográfica transfiere una imagen sobre una pantalla. La boca crea palabras. Los oídos crean sonido. La
dificultad en entender este principio se debe al hecho de que nosotros damos por supuesto que la imagen y el
sonido ya existen para que los sentidos los interpreten. La verdad es que los sentidos son los canales de
creación por los cuales la idea se proyecta en una expresión material.
"La idea básica es que los sentidos se desarrollan no para permitir el conocimiento de un mundo material
ya existente, sino para crearlo..."
Esas ideas fueron solamente una piedra de toque para lo que vendría después. El manuscrito finalmente
llegó a consistir de alrededor de cien páginas, incluyendo nuevas definiciones de términos viejos. Por
ejemplo: "El subconsciente es el umbral del nacimiento de la idea dentro de la mente consciente individual.
Conecta a la entidad y al individuo.. .
“El cuerpo físico es la construcción material de la idea que la identidad tiene sobre sí misma, bajo las
condiciones y propiedades de materia. El instinto es la habilidad mínima para la construcción de ideas, nece-
sarias para la supervivencia física. . . El presente es el punto aparente del surgimiento de cualquier idea en
forma de materia física."
2. "Médiums formales": los que no se sirven de su facultad sino para el bien y para cosas
verdaderamente útiles; creerían profanarla haciéndola servir para la satisfacción de los curiosos y
de los indiferentes o para fruslerías.
"Médiums modestos": los que no se hacen ningún mérito de las comunicaciones que reciben por
buenas que sean; se consideran como extraños a ellas y no se creen al abrigo de las
mixtificaciones. Lejos de huir de los consejos desinteresados, los solicitan.
"Médiums desinteresados": los que comprenden que el verdadero médium tiene una misión que
cumplir, y debe, cuando sea necesario, sacrificar sus gustos, sus costumbres, sus placeres, su
tiempo y aun sus intereses materiales al bien de los otros.
"Médiums seguros": los que además de la facilidad de ejecución merecen la mayor confianza por
su propio carácter, la naturaleza elevada de los espíritus por quienes están asistidos, y que son
los menos expuestos a ser engañados. Veremos más adelante que esta seguridad no depende de
ningún modo de los nombres más o menos respetables que toman los espíritus.
198. Todas estas variedades de médiums presentan grados infinitos en su intensidad; hay
muchos de estos que no constituyen propiamente hablando más que matices, pero que no dejan
de ser el hecho de aptitudes especiales. Se concibe que debe ser bastante raro que la facultad de
un médium se halle rigurosamente circunscrita a un sólo género; el mismo médium puede, sin
duda, tener muchas aptitudes, pero siempre hay una que domina, y es la que se debe procurar
cultivar si es útil. Es un mal grave el esforzarse en el desarrollo de una facultad cuando no se
posee; es preciso cultivar todas aquellas cuyo germen se reconoce en sí mismo; pero buscar las
otras es, desde luego, perder el tiempo, y en segundo lugar perder, quizá, o seguramente
debilitar aquellas de que se está dotado.
"Cuando el principio, el germen de una facultad existe, se manifiesta siempre por señales nada
equívocas. Encerrándose en su especialidad, puede el médium descollar y obtener cosas grandes
y hermosas; ocupándose todo no obtendrá nada bueno.
Observad de paso que el deseo de extender indefinidamente el círculo de sus facultades es una
pretensión orgullosa que los Espíritus no dejan nunca impune; los buenos abandonan siempre al
presuntuoso que viene a ser así el juguete de los Espíritus mentirosos. Desgraciadamente no es
raro el ver médiums que no están contentos de los dones que han recibido, y aspiran, por amor
propio o ambición, a poseer facultades excepcionales propias para hacerlas notables; esta
pretensión les quita la cualidad más preciosa: la de los "médiums seguros." -
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