2. A lo largo de la vida, las
personas vamos
asumiendo ideas acerca
de cómo somos, qué
aspecto tenemos, cuáles
son nuestras habilidades
y cuáles nuestras
limitaciones. Este proceso
consiste en formarnos un
concepto de nosotros
mismos es decir, un
autoconcepto
3. Si desarrollamos un
autoconcepto negativo, no
podremos valorar
nuestras cualidades y, por
tanto, nuestra autoestima
será débil. En cambio, si
nuestro autoconcepto es
positivo, seremos
capaces de valorar
nuestras capacidades y
aceptarnos, desarrollando
así una autoestima fuerte.
4. Las personas con una
autoestima fuerte se
caracterizan por tener
una opinión positiva de
sí mismas, aceptarse
como son, confiar en
sus capacidades y
mantener relaciones
cordiales con los
demás
6. El adolescente y su autoestima
La autoestima se
desarrolla
progresivamente, pues
desde la infancia
recibimos opiniones y
apreciaciones sobre lo
que hacemos y cómo
nos comportamos. Poco
a poco interiorizamos
estos mensajes y
formamos nuestra
autoestima.
7. En la adolescencia, el autoconcepto y la autoestima
están influenciados por los cambios físicos que
experimentan. Las preocupaciones por su aspecto
físico, la identidad sexual y la aprobación de las
otras personas determinan la autovaloración de los
adolescentes.
8. Para fortalecer la autoestima en
esta etapa, es necesario conocer
los aspectos esenciales de la
persona:
El aspecto físico. Deben
reconocer cómo son y qué
cosas los afectan para seguir
estrategias que los mantengan
saludables.
El aspecto intelectual. Deben
reconocer sus capacidades y
debilidades, y trabajar para
lograr objetivos académicos.
El aspecto emocional. Deben
reconocer, aceptar y manejar
sus emociones.
9.
10. ¿Cómo son las personas que
tienen baja autoestima?
No se relacionan con los
demás. Tienen pocos amigos y
difícilmente comparten.
Son pesimistas. Piensan que no
pueden cumplir determinadas
actividades o tareas; tienen temor
a equivocarse. Por ello, evitan
compromisos y responsabilidades.
Desconocen sus fortalezas y
capacidades. No se fijan metas ni
aspiraciones. Como resultado,
llevan un vida menos óptima de la
que podrían tener
Dependen de otros para realizar
actividades. Por ello, sus
relaciones son de sumisión.
En algunos casos, no expresan
sus emociones o no las
reconocen
12. Cultivemos una actitud
adecuada
Cultiva pensamientos y
sentimientos positivos hacia tu
persona.
Sé tú mismo en todas las
ocasiones. Debes estar
orgulloso de ser quien eres.
No te compares con otras
personas. Tú tienes
características especiales y
únicas.
Si algo te sale mal, no te
culpes. Recuerda que todos
podemos cometer errores.