El documento enfatiza la importancia de no dejar de congregarse, ya que esto lleva al enfriamiento espiritual y la apostasía. Nos ha reconciliado con Dios y nos da acceso al lugar santísimo a través de Cristo, por lo que debemos acercarnos a Dios con corazón sincero, mantener nuestra esperanza en Cristo y preocuparnos los unos por los otros, lo que no es posible si dejamos de congregarnos. Dejar de congregarse aleja de Dios y puede causar enfriamiento o muerte espiritual, por

1. Hebreos 10:19-25

2. Una de las cosas que están
profetizadas que va a suceder
en el seno de la Iglesia en los
últimos tiempos es el
enfriamiento espiritual de
muchos, que incluso puede
llevarlos a la apostasía.
¿Cómo evitar ser parte de
estas terribles estadísticas?
NO DEJANDO DE
CONGREGARNOS.
Detallaremos nuestra
respuesta a continuación.

3. Todo lo que los cristianos hacemos, debe tener como base:
•Nos ha reconciliado con Él.
•Nos ha dado libertad para
entrar en el lugar Santísimo.
•Todo lo ha hecho por medio
de Cristo.

4. Teniendo en cuenta estas bases:
Acercarnos a Dios
con corazón sincero.
No podemos acercarnos a
Dios sino es por medio de
Cristo quien es cabeza de
su cuerpo que es la
Iglesia.

5. Teniendo en cuenta estas bases:
Mantener firme
nuestra esperanza.
Cristo es nuestra esperanza, la
Iglesia aguarda su segunda
venida y la orden de celebrar
el memorial como Iglesia
hasta que El venga, es señal
inequívoca de que solo
podremos mantener firme
nuestra esperanza si
permanecemos juntos

6. Teniendo en cuenta estas bases:
Preocuparnos los unos
por los otros.
Dicha preocupación tiene
como fin estimularnos al
amor y a las buenas obras.
Otra vez, no es posible hacer
estas cosas si no estamos
juntos, unidos.

7. Nada de lo dicho anteriormente es
posible si: DEJAMOS DE CONGREGARNOS
Hacernos el hábito de
congregarnos
regularmente, cuesta
mucho trabajo
mientras que dejar de
hacerlo, fácilmente se
vuelve costumbre.

8. Nada de lo dicho anteriormente es
posible si: DEJAMOS DE CONGREGARNOS
Dejar de
congregarse, es
alejarse de Dios,
produce
enfriamiento y hasta
muerte espiritual.

9. Nada de lo dicho anteriormente es
posible si: DEJAMOS DE CONGREGARNOS
Nunca, bajo ninguna
circunstancia debemos
dejar de congregarnos,
pero mucho menos
cuando sabemos con
certeza que “Aquel día
se acerca.”