La Constitución Española reconoce el derecho a la educación y la libertad de enseñanza para todos, estableciendo que la educación debe desarrollar la personalidad de cada persona respetando los principios democráticos y los derechos fundamentales. Asimismo, los poderes públicos garantizan el derecho de los padres a elegir la formación religiosa y moral de acuerdo con sus propias convicciones para sus hijos, y la enseñanza básica es obligatoria y gratuita.