Los indígenas que habitaron históricamente el Chaco argentino incluyeron a los tobas, pilagás, mocovíes, wichis y otros grupos, que hablaban diferentes lenguas y tenían culturas basadas en la caza, pesca y recolección. A partir del siglo XIX, los indígenas fueron desplazados por la expansión del Estado argentino y la colonización, sufriendo una pérdida de tierras y cultura. Hoy en día, muchos indígenas chaqueños viven en comunidades rurales o barrios
Los indígenas del Chaco argentino: cultura, historia y desafíos actuales
1. , 1958-1964.
, 2005.
Los indígenas del Chaco argentino
Por PABLO G. WRIGHT
…El Chaco fue una región de gran complejidad sociocultural. Adquirió la imagen de haber estado
cerrada por mucho tiempo a la colonización de los europeos, lo que contrasta con el hecho de
que, durante siglos, mantuvo fluidas relaciones e intercambios con otras áreas, como la andina, la
amazónica y la pampeana. Ello sucedía antes de la llegada de los españoles y se mantuvo durante
la permanencia de estos, pero fue decreciendo a partir del momento en que fueron expulsados,
pues con la independencia comenzó un creciente avance del Estado y sus instituciones en esos
territorios, lo cual no favoreció dichos intercambios.
…Para apreciar la diversidad chaqueña, conviene mencionar los grupos aborígenes que habitaron
la región. Una de las formas de identificarlos es clasificarlos por sus lenguas. En el Chaco argentino
se pueden identificar cinco familias: guaycurú, mataco-macá, tupí-guaraní, arauac y lule-vilela. Los
tobas, pilagás y mocovíes hablan lenguas pertenecientes a la primera de esas familias. Entre los
tobas se distingue a los orientales de los occidentales, grupos que hoy habitan, respectivamente,
el este de las provincias del Chaco y Formosa y la zona de Tartagal y Embarcación, en Salta. El
etnólogo suizo Alfred Métraux se refirió en la década de 1930 a un tercer grupo, que llamó tobas
pilagás, establecido en el noroeste de Formosa. Los pilagás ocupan el centro y norte de Formosa,
mientras que los mocovíes están asentados en el centro y sur del Chaco y el norte de Santa Fe. A
pesar de hablar lenguas guaycurúes, estas tres parcialidades tienen alguna dificultad en
entenderse, pero pueden reconocer palabras, formas gramaticales y denominaciones comunes.
Hablan lenguas de la familia mataco-macá los wichis (o matacos), que residen en el noroeste del
Chaco y el oeste de Formosa, los chulupíes o churupíes (o nivaclés), en Tartagal, y los chorotes, en
Santa Victoria Este, Salta.
…En líneas generales, los indígenas chaqueños fueron mayoritariamente cazadores recolectores,
pero algunos, como los chorotes, chiriguanos y chanés, practicaron una horticultura y agricultura
incipientes. La ganadería se relaciona con la llegada de los españoles.
…Como región ecológica, el Chaco es una vasta planicie de casi un millón de kilómetros cuadrados
de pastizales y bosques secos o xerófilos, con suave pendiente de noroeste a sudeste, escaso
relieve y lluvias que decrecen de este a oeste. La región se extiende desde las selvas tropicales de
Bolivia y las sierras subandinas del noroeste argentino hasta la llanura pampeana, con la que se va
fundiendo gradualmente en el norte de las provincias de Córdoba y Santa Fe. También ocupa
buena parte del Paraguay y una pequeña zona del Brasil. Su nombre, al parecer, viene del quechua
y significa lugar de caza. Sus características explican la similitud de la cultura material de los grupos
aborígenes: formas de subsistencia basadas en la caza, pesca y recolección, con un nomadismo
estacional restringido a un territorio limitado por el alcance de vínculos sociopolíticos, de afinidad
matrimonial y de intercambio económico. Además de tales vínculos, la guerra y otras formas de
conflicto establecían las divisiones entre las etnias.
2. …Para trazar un panorama general de los aborígenes chaqueños es necesario tener en cuenta los
procesos históricos que condujeron a su situación actual, en particular la conquista por los
españoles en el siglo XVI, que afectó profundamente su vida. Enfermedades que les eran
desconocidas, como la gripe y la viruela, les provocaron alta mortandad. Los caballos traídos de
Europa, desconocidos hasta entonces, se incorporaron a su vida a partir del siglo XVII y se
convirtieron en un factor clave de su cultura.
…Los diversos intentos militares o misionales de hacer sedentarios y ‘civilizar’ a los indios
chaqueños obtuvieron resultados efímeros. Por lo común lograban reunir cierta cantidad de ellos
en un ámbito controlado e iniciarlos en el modo de vida del blanco, pero por diferentes razones,
como enfermedad, guerra, hambruna o desastre climático, los indígenas terminaban
abandonando el asentamiento.
…La unidad primaria de la sociedad era la familia extendida, cuyos integrantes compartían
recursos sin un mecanismo central de autoridad, lo que excluía la acumulación de bienes por los
individuos. El trabajo estaba dividido por sexos: los hombres cazaban y pescaban; las mujeres
recolectaban frutos del monte y del campo, preparaban la comida, tejían y cuidaban de la familia.
Caza, pesca y recolección se llamaban genéricamente marisca. Para capturar esas presas, se valían
de arco y flecha, lanza, cuchillo y redes. Su recolección se hacía a mano o con el auxilio de palos,
cuchillos y canastas tejidas. Todas esas actividades daban lugar a la socialización por sexos de los
niños y niñas, que desde la infancia acompañaban a sus mayores en las correspondientes salidas
de marisca.
…El liderazgo correspondía a la cabeza de la familia extensa y era hereditario, pero el jefe o
cacique tenía que confirmarlo demostrando tener personalidad fuerte, habilidad y coraje
excepcional en la caza y poderes chamanísticos que le permitían curar afecciones. En la
concepción indígena, el poder chamanístico era un don o regalo de seres no humanos y poseía una
naturaleza claramente ambigua.
…Para los indígenas chaqueños, el universo se componía de tres niveles: arriba, la superficie de la
tierra y debajo de la tierra. Un eje los unía, actuaba de sostén y constituía el canal de
comunicación entre ellos. Según cuál fuera la fuente de su poder, un chamán podía trasladarse por
esos niveles cósmicos, algo que siempre implicaba riesgo.
…Desde la instauración del Estado nacional y la sanción de la constitución en 1853, se llevaron a
cabo diversos esfuerzos para lograr la consolidación institucional y territorial del país, y se
organizaron campañas militares para ocupar territorios indígenas en el sur y el norte. El objetivo
de las autoridades era: (a) colonizar las tierras con población nacional e inmigrantes europeos; (b)
por la educación y el empleo organizado, transformar a los indígenas en trabajadores útiles y en
colonos, y (c) hacerles abandonar sus ‘costumbres paganas’ y convertirse al catolicismo. A partir
de la década de 1880 la población aborigen del Chaco argentino fue desplazada a zonas
marginales.
…La posesión efectiva del área comenzó en 1884 con la campaña militar de Benjamín Victorica y
culminó en 1911 con la de Enrique Rostagno. Al objetivo del control territorial se adicionaban la
explotación económica y el aseguramiento de la frontera con el Paraguay. Para los aborígenes se
3. produjo una desarticulación profunda de sus relaciones sociales. Ante la ocupación militar, los
indígenas crearon nuevos grupos sociales y se vieron forzados a adaptarse a la economía
capitalista que llegaba al área. Pero carecían de experiencia en las prácticas de tal economía.
…Las comunidades aborígenes contemporáneas resultaron del avance de ese proceso colonizador,
por el cual, durante un tiempo, convivieron en un mismo espacio indios sedentarios con restos de
bandas nómades. Con los años, contingentes de hombres, y después familias, se mudaron desde
esos asentamientos rurales a pueblos y ciudades de la región en busca de trabajo urbano, por la
escasez del rural cuando decayó la demanda de mano de obra en obrajes, plantaciones de algodón
e ingenios azucareros. Así nacieron, hacia comienzos de la década de 1970, barrios wichis y tobas
en Ingeniero Juárez, tobas en Clorinda, Formosa, Resistencia. Tales barrios, caracterizados por
condiciones precarias de vida, concentraron una importante población aborigen. Por otra parte, ya
desde mediados de la década de 1960, las migraciones, especialmente de tobas, comenzaron a
alcanzar Santa Fe y Rosario, e incluso llegaron hasta Buenos Aires, donde se formaron varios
enclaves de esa etnia en villas miseria del área metropolitana.
…La sedentarización trajo cambios profundos en las formas sociales y culturales y en la identidad
aborigen. Poco a poco, los indígenas fueron aprendiendo castellano, sus niños empezaron a ir
regularmente al colegio y sus jóvenes debieron realizar el servicio militar, todo ello enfrentando
dificultades diversas; como la escasa adaptación de los programas escolares a las culturas y
lenguas indígenas.Entre los cambios en la organización social indígena generados por este
proceso, la antigua familia extendida quedó reemplazada por la familia nuclear. El liderazgo de la
comunidad continuó estando basado en el carisma personal y la pertenencia a una familia de
líderes, pero el conocimiento del castellano y de la burocracia blanca, más conexiones políticas,
adquirieron relevancia. El fenómeno de las iglesias nativas, especialmente entre los tobas,
comenzó como consecuencia indirecta de la prédica que misioneros pentecostales
estadounidenses dirigían a la población blanca
…El liderazgo indígena se relacionó naturalmente con el de estas iglesias nativas, en las que los
pastores son también dirigentes de la comunidad. La pertenencia a dichas iglesias, llamadas
genéricamente evangelio, es ahora común entre los aborígenes chaqueños. La conversión cristiana
se asimiló al proceso de iniciación de los chamanes, y el culto encerró, bajo las formas evangélicas,
una serie de rituales ancestrales, como la terapia chamanística, el relato de sueños, los discursos
de jefatura y las danzas y cantos para contactarse con los espíritus auxiliares y experimentar
estados de éxtasis.
…La vida contemporánea y sus instituciones políticas y económicas presentan desafíos particulares
para los indígenas de hoy, tanto en las zonas rurales como urbanas. Ellos buscan obtener más
educación formal, en especial los jóvenes, para mejorar sus oportunidades laborales con relación a
sus vecinos blancos, aunque hacerlo signifique alejarse de su cultura ancestral y reemplazarla en
muchos aspectos por la de estos. Por otro lado, para no perder enteramente esa cultura, procuran
que instituciones como el hospital, los tribunales, la policía y la escuela comprendan mejor el
modo de ser indígena. Sin pretender cambiar la historia de la región, muchas entidades educativas
y de promoción social intentan revertir la valoración negativa de lo aborigen por los blancos.