Chinua Achebe creció en una familia igbo en Nigeria. Recibió una educación en escuelas cristianas donde se prohibía hablar en lenguas maternas. Más tarde estudió en la primera universidad de Nigeria, donde se graduó en historia, inglés y teología. Trabajó como maestro y guionista radial antes de publicar su primera novela Todo se derrumba, la cual explora el impacto de la llegada de misioneros cristianos en la sociedad igbo tradicional a través de la historia de Okonkwo.
Todo se desmorona, la novela fundacional de Chinua Achebe
1. Biografía
Obviamente, Chinua Achebe, como miembro de la etnia igbo, cono-
cía perfectamente sus costumbres y mitología y encontramos en
Todo se derrumba claro reflejo de su biografia. Aunque nacido en una
familia protestante, los padres de Chinualumogu («Que Dios luche en
mi favor») eran enormemente respetuosos con las tradiciones de sus
antepasados. En la escuela dominical a la que acudía tomaron nota de
su inteligencia y pasó numerosas pruebas para ingresar en el Gover-
nment College que había sido establecido en 1929 para educar a la
futura élite de Nigeria. El lenguaje de la escuela era el inglés, no sólo
para el desarrollo de la competencia, sino también para proporcionar
una lengua común para los alumnos de diferentes grupos lingüísticos
nigerianos. Achebe lo describió posteriormente como recibir la orden
de «echar sus diferentes lenguas maternas y comunicarse en el idio-
ma de sus colonizadores».18 La regla se aplicó estrictamente y Ache-
be recuerda que su primer castigo era por preguntar que pasen el
jabón en igbo. De nuevo sus altas capacidades le valieron terminar la escuela secundaria en dos
años en lugar de en los cinco habituales. En 1948, en el ámbito de las preparaciones para la inde-
pendencia, se inauguró la primera universidad de Nigeria. Conocida inicialmente como University
College (ahora, Universidad de Ibadan), estaba vinculada a la Universidad de Londres. Achebe
obtuvo notas tan altas en el examen de ingreso que fue admitido como becario mayor en la primera
sesión de admisión de la universidad, con una beca para estudiar medicina. No obstante, cambió
de carrera a Historia, Inglés y Teología. Al finalizar la carrera, pese a no obtener las notas tan altas
como esperaba, volvió a su pueblo natal para reflexionar sobre sus opciones profesionales. Alli
recibió la visita de un amigo de la universidad quien lo convenció de solicitar el puesto de profesor
de inglés en la escuela Merchants of Light en Oba. Era una institución destartalada con una infraes-
tructura decrépita y una escasa biblioteca; la escuela había sido construida en lo que los residentes
llamaron un «bosque malo», un lote de tierra frecuentado por espíritus hostiles según se creía. En
1954 se trasladó a Lagos para trabajar como guionista radiofónico. Trabajando en la radio aprove-
cho la ocasión de viajar a Inglaterra a formarse en la BBC en labores técnicas de producción y allí
conoció al novelista Gilbert Phelps que elogió su escritura y le instó a que publicara. De vuelta a
Nigeria, envió una vez finalizado el manuscrito envió el original a Londres donde esperó y esperó
una respuesta. La jefa de Achebe en una de las visitas anuales a Londres visito la editorial y exigió
de vuelta el manuscrito. Lo dejó en manos del agente de Gilbert Phelps que consiguió que final-
mente lo publicara la editorial Heineman. Fue acogido con polémica. Wole Soyinka, el premio Nobel
nigeriano, describió la obra como «la primera novela en inglés que habló desde el interior del carác-
ter africano, en lugar de retratar al africano como un exótico, como el hombre blanco suele verlo»
Si os ha gustado..
Os invito a que leaís la compilación de artículos “Ébano” (Anagrama) del periodista polaco
Kapuscinski. En ella, se aglutinan las diversas experiencias vividas durante su estancia en el
continente africano: desde un agitado día de mercado en Nairobi, un paradisiaco safari o la crónica
de un golpe de estado. Una mirada caleidoscópica sobre el África Negra que arroja las luces y las
sombras
También os recomiendo “El antropólogo inocente” de Nigel Barley. El autor relata su experiencia
conviviendo con la tribu dowayo del Camerún. Un relato desternillante del tremendo golpe cultu-
ral y golpe a la supuesta superioridad del hombre blanco.
Si no queréis moveros de Nigeria ni del pueblo igbo, Chinua Achebe continúa en “Me alegraría de
otra muerte” con la historia de Obi, el nieto de Okomkwo, que siendo funcionario en Lagos está
acorralado por la corrupción y las expectativas de su familia y su clan.
2. Sinopsis
Okonkwo es en sus orígenes un miembro
humilde del pueblo Umuofia, de la etnia
igbo, pero su fuerte determinación y su repul-
sión hacia su padre, que considera un fraca-
sado, lo impulsa a crecer convirtiéndose en su
opuesto en todo, tanto en su trabajo como en
su carácter logrando cierta riqueza y un lugar de
relevancia dentro de la jerarquía del clan. Las
cosas se truncan cuando por accidente comete
un asesinato y se ve exiliado de la tribu. A su
regreso las cosas han cambiado con la llegada
del hombre blanco y los misioneros.
Características
Imprecisión en el marco tanto espacial como
temporal. En este último sentido, únicamente
sabemos que la tribu igbo a la que pertenece
Okonkwo es una sociedad polígama, formada
por extensos clanes, cuya base es una economía
agraría y de intercambio, no ajena a los conflic-
tos bélicos intertribales. Aparentemente el inven-
to más avanzado que poseen es precisamente
la escopeta, que tiene un papel fundamental en
la historia de Okonkwo; a la llegada de los misio-
neros descubren el “caballo de hierro” que es la
bicicleta. ¿El avance que supone la tecnología
es algo bueno para la comunidad igbo? ¿Qué
supone la “civilización para la etnia igbo y el clan
Umuofi? El transcurrir del tiempo sin embargo se
encuentra precisado; la estación de las lluvias,
el día de mercado...
La estructura es bastante sencilla: 3 partes
que vienen determinadas por acontecimien-
tos fundamentales en la biografía de igbo: el
exilo, el regreso y el conflicto con los misioneros.
El libro, pese a centrarse en la figura de
Okonkwo, cuenta con varias disgresiones:
como la biografía del padre, la enfermedad de la
hija Enzima o la narración de diversos cuentos
orales que junto con las frecuentes metáforas
y expresiones idiomáticas africanas proveen
a la obra de originalidad y personalidad. Los
diálogos son frecuentes aunque el protagonista
no destaca por su locuacidad precisamente,
sino que Okomkwo se expresa de manera parca
y directa, reflejo de su carácter adusto, brutal en
no pocas ocasiones y orgulloso, causa última
del terrible final del libro.
En conclusión, es un título humilde en la
forma, repetitivo en ocasiones, como reflejo
de la monótona vida del pueblo, pero que trata
en el fondo de temas vitales como la familia, el
progreso vs. la tradición y el orgullo personal.
Actividad propuesta
“Entre los igbos se tiene en mucha considerción el arte de la conversación y los proverbios son
el aceite de palma con el que se aderezan las palabras.”¿Sabríamos encontrarles su equiva-
lente “occidental”? Aquí van unos cuantos ejemplos:
“Nuestros ancianos dicen que el sol calentará a quienes están de pie antes que a quienes se arrodillan ante
ellos.”
“Como decían los ancianos, si un niño se lavaba las manos podía comer entre reyes”
“Cuando brilla la luna a los cojos les entran ganas de salir a dar un paseo”.
“Los jóvenes le tienen miedo al trabajo duro...El lagarto que saltó del alto árbol de iroko al suelo dijo que si
nadie más lo aplaudía, se aplaudiría el solo.”
“Todos se rieron a carcajadas, salvo Okonkwo que se rió sin ganas porque, como dice el proverbio, la vieja
siempre se siente incómoda cuando se mencionan huesos secos en un proverbio”.
“Eneke, el pájaro, dice que desde que los hombres han aprendido a disparar sin errar, él ha aprendido a
volar sin planear.”
“Por su aspecto se sabe cuándo está maduro el maíz”.
“Como dice nuestro pueblo, el que muestra respeto a los grandes, inicia el camino de su propia grandeza”.
“Si se le mira a un rey en la boca- dijo un anciano- nunca se sospecha que ha mamado del pecho de su
madre”.
“Quienes consiguen que un espíritu benévolo les parta las nueces de palma no deben olvidar la humildad”.
“Los ibos tienen un proverbio según el cual cuando un hombre dice si, su chi también dice si.”
“A un niño no le quema los dedos el pedazo de ñame caliente que le pone su madre en la palma de la mano”.
“Cuando la vaca madre rumia, las terneras le miran la boca”.
“Como decían los ancianos, si un dedo se metía en el aceite manchaba todos los demás”.
todo se desmorona(all things fall apart, 1958)