7.2 -La guerra civil. Evolución de los bandos y consecuencias-Marta y Elena (...
Nota suraguayo
1. RÍO NEGRO DOMINGO 30 DE NOVIEMBRE DE 20146
El aguayo, tejido tradicional
de la región andina, es el elemento
central en muñecos, zapatillas,
muebles y objetos.
Estallido de color
El tejido rectangular con el cual las madres llevan consigo a sus hijos y que también se
extiende en la tierra para ofrendar a la Pachamama fue la materia prima que eligieron
una arquitecta y una diseñadora gráfica cuando decidieron emprender. El aguayo es
producido en Bolivia y se exporta a Salta, donde es adquirido por Virginia y Alejandra
Rabaglia, hermanas y socias fundadoras de Kikiriki para llenar de personalidad sus pro-
ductos.
“Nuestros colores acompañan lo alegre, son de aguayo y de texturas que tienen la remi-
niscencia de lo andino y su sol, luz a través de las tramas”, aseguran.
El 90 por ciento de su producción es manual. Hacen muñecas de seis tipos y tamaños,
bolsos y carteras, accesorios, posapavas, manoplas, individuales y objetos decorativos,
como macetas con cactus, portalápices, sillas miniaturas, cuadros, espejos, pufs, ban-
quetas y móviles, entre otros. “Hay mucho tiempo invertido en cada producto; y si bien
logramos una estandarización en cada línea, ningún objeto es idéntico a otro”.
Además de los aguayos, utilizan puyos (similares pero tejido más grueso en lana de
oveja y llama), barracán, gabardinas, batistas, panas, madera, cueros y alpaca.
“Apuntamos a todos, pero fundamentalmente a los que aprecian el trabajo con dedica-
ción y oficio, a los que valoran el producto más que a la marca... a los que pueden ver a
través estos objetos algo más que materia”. Su inspiración surgió de una referente
común: su abuela. “Era muy creativa, hacía tapices hermosos, era muy habilidosa con
las manos, y eso influyó mucho en nosotras”, recuerdan.
Poner su emprendimiento en marcha requirió una inversión inicial y luego adquirieron un
crédito, con el cual pudieron equipar el taller y comprar materia prima en grandes canti-
dades para bajar los costos.La prueba y error fue la base de su aprendizaje para crecer.
Para hacerse conocer participaron de ferias en su provincia y en Buenos Aires. Fueron a
la Puro Diseño, Caminos y Sabores y ahora se encuentran participando de la Feria de
las Naciones, en La Rural.
Contacto: kikirikisalta.com.ar/
Sur Aguayos, un emprendimiento que llena de
color las ferias en Roca y la región.
Vestido a rayas
Los colores impactantes y motivadores de los aguayos la cautivaron cuando se planteó
un cambio radical en su actividad laboral. Mónica Bartolomé estaba convencida de que
esta pieza fundamental dentro de la cultura del altiplano pero poco común en la zona, iba
a ser un punto distintivo en sus productos textiles artesanales.
Sur Aguayos surgió en el año 2012 con su amplia propuesta: bolsos, carteras, mochilas,
mantas, fundas, macetas y hasta zapatillas, que fabrica ella misma y, en determinados
productos, compra hecho para revender. El emprendimiento se desarrolla en Roca pero
la comercialización trasciende esta ciudad.“Han viajado aguayos a Paraná, Mendoza, La
Plata, Trelew, Comodoro Rivadavia.Y en la zona, Alto Valle, desde Regina a Plottier,
Plaza Huincul”, detalló Mónica.
“Comencé a forrar cajas de diferentes formas y distintas funciones. En aquella época mi
papá incursionó en la carpintería, así que fue mi proveedor, y mi mamá, con mucha expe-
riencia en pinceles me ayudaron con estas cosas. Y empezamos a vestir todo con
aguayos! Macetas, cajas, hicimos almohadones, alfombras, delantales, agarraderas, in-
tervenimos algunas prendas. La variedad de colores nos permitió dar rienda suelta a la
creatividad”, afirmó.
“Como me gustan muchísimo los zapatos, para ampliar un poco la temática del aguayo,
comencé a buscar... Encontré gente que se dedicaba a hacer calzado de diseño y utili-
zaba aguayo. También algo más cotidiano como las zapatillas (lona y aguayo) pegó mu-
chísimo; sandalias, botas, alpargatas, todo en cuero o gamuza”.
Contacto: lamonik_72@outlook.com.ar / FB: Sur Aguayos
diseño
Kikiriki, la propuesta de dos hermanas salteñas
Una inspiración del
altiplano