El documento describe la investigación sobre entornos afectivos, que usan sensores para detectar las emociones de las personas y ajustar parámetros ambientales como la iluminación y la temperatura para aumentar el confort. Los estudios muestran que los entornos afectivos pueden proporcionar mayor confort y una interacción más precisa al ajustar el entorno de acuerdo a las emociones detectadas. El documento también discute posibles aplicaciones de los entornos afectivos en oficinas para medir el estrés y mejorar el diseño centrado en el bien