A partir de 1573 por orden real en todo el Imperio Español se obligaba a los pueblos a contar con una alhóndiga (almacén) para proveer de alimentos y granos a la población en caso de emergencia. Juan Durán era dueño del terreno donde se edificaría en el siglo XIX el hoy Teatro de la República, pero en aquellos años de principios del siglo XVII lo vendió a Juan Caballero y Medina, un poderoso militar virreinal quien a su vez y años más tarde, lo heredó a sus hijos Juan y Nicolás Caballero y Ocio y a sus tres hijas, una casada y otras dos religiosas.

1. 1
BREVE HISTORIA DEL TEATRO DE LA REPÚBLICA
SENADO DE LA REPÚBLICA
Con base en el texto: Teatro de la República Cuna de Pactos
Nacionales del historiador y cronista
Andrés Garrido del Toral

2. 2
ANTECEDENTES
Cimientos del Teatro de la República
A partir de 1573 por orden real en todo el Imperio Español se obligaba a los pueblos
a contar con una alhóndiga (almacén) para proveer de alimentos y granos a la
población en caso de emergencia.
Juan Durán era dueño del terreno donde se edificaría en el siglo XIX el hoy Teatro
de la República, pero en aquellos años de principios del siglo XVII lo vendió a Juan
Caballero y Medina, un poderoso militar virreinal quien a su vez y años más tarde,
lo heredó a sus hijos Juan y Nicolás Caballero y Ocio y a sus tres hijas, una casada
y otras dos religiosas.
Con respecto a la alhóndiga, Querétaro no fue la excepción y a finales del siglo XVII,
los hermanos Caballero y Ocio decidieron donar el terreno donde tenían su casa
paterna al Ayuntamiento de Querétaro para la construcción de la llamada Nueva
Alhóndiga, a un lado de la “Vieja Alhóndiga”, en beneficio de las clases pobres de
Querétaro misma que servía como almacén y lugar de comercialización de trigo y
maíz, principalmente, y que ayudaba a mantener precios accesibles de los granos
en épocas de crisis.
La Nueva Alhóndiga de Querétaro
Querétaro construyó su Nueva Alhóndiga en el terreno donado por los Caballero y
Ocio, ya que el viejo almacén con el que contaban resultaba insuficiente para proveer
de maíz y granos a la gente más necesitada.
El terreno de la Nueva Alhóndiga es donde hoy permanece el Teatro de la República.
Juan Caballero y Ocio murió en 1707 sin haber escriturado ni realizado el trámite
legal en favor del Ayuntamiento, así que éste siguió administrándolo.
Beneficencia en Querétaro
Querétaro contaba con dos grandes benefactores, los esposos José Luis Frías y la
señora Josefa Vergara y Hernández, quienes realizaban acciones en beneficio de
niños huérfanos, principalmente, ya que ellos nunca pudieron tener descendencia.
Josefa Vergara y Hernández falleció después de su esposo en 1809 y dejó como
albacea de sus cuantiosos bienes al Municipio de Querétaro, quien administró su
legado hasta 1898.

3. 3
Construcción del Teatro
En 1845 Sabás Antonio Domínguez era gobernador de Querétaro y fue él quien inició
la construcción del teatro que se edificaría en el terreno de 1,076.78 metros de la
“Nueva Alhóndiga” ya que su función para la que fue creada ya no era indispensable.
El 23 de abril de 1845, Sabás Antonio Domínguez encabezó una comisión que
integraron diputados locales, el prefecto del distrito de Querétaro y presidente del
Ayuntamiento capitalino, el comandante general y el síndico procurador más antiguo
del Ayuntamiento de Querétaro, Ignacio Pozo, para acudir ante escribano público
para señalar los términos, plazos y condiciones del compromiso de 27 empresarios
interesados en colaborar con recursos económicos y en especie con la obra. Se
formó una Junta Directiva integrada por ocho miembros dispuestos a conseguir el
dinero que costaría la obra y que tenía que terminarse en dieciocho meses.
Para la construcción del Teatro, el Estado dejó al Ayuntamiento la responsabilidad
de conseguir cuatro mil pesos, para dar inicio a la obra y que provinieron de
Cayetano Rubio y la venta de los granos de la Nueva Alhóndiga.
Con las aportaciones de Manuel Acevedo quien se comprometió a dar toda la piedra
china, cal y arena que fuera necesaria; los señores Manuel y Ramón Samaniego se
comprometieron a dar mil pesos en efectivo y veinte mil ladrillos; otros darían
aportaciones que iban de 250 a mil pesos.
La construcción corrió a cargo del arquitecto Camilo San Germán y la continuó el
ingeniero inglés Thomas Surplice, sin embargo, la guerra con Estados Unidos
interrumpió el proyecto y los accionistas se cansaron de aportar para la obra,
dejándola por completo en manos del Ayuntamiento queretano, al que cedieron sus
aportaciones a condición de que continuaran y una vez concluida la obra, sus
productos fueran al patrimonio del Hospicio fundado con los bienes de doña Josefa
Vergara y Hernández.
Continuación del Teatro vía la Junta Vergara y Hernández
Ante la falta de recursos para continuar con la construcción del Teatro, el
Ayuntamiento de Querétaro decidió tomar dinero del fondo de Josefa Vergara y
Hernández, que administraba, para concluir la obra.
Se planteó que al terminar el teatro y ponerse en operación, la recaudación por
funciones y su alquiler fueran para la Junta Vergara, así se cumpliría el compromiso
con los donantes económicos quienes habían puesto esa condición en favor de los

4. 4
niños queretanos. Aunado a que el Ayuntamiento utilizó los recursos de la
benefactora para terminar el Teatro, se decidió que así fuera.
Andrés Garrido del Toral, cronista de Querétaro en su texto Teatro de la República,
Cuna de Pactos Nacionales plantea que el historiador Eduardo Rabell Urbiola
sostiene que el presidente Antonio López de Santa Anna saqueó el patrimonio de la
hoy Junta Vergara, quedándose con la Hacienda de La Esperanza y varias fincas
anexas a ella, por lo que el Ayuntamiento de Querétaro decidió restaurar un poco
los daños a la herencia de la benefactora Josefa Vergara y Hernández y cedió varios
bienes inmuebles, entre ellos aquel donde se construyó el entonces Teatro Iturbide,
hoy Teatro de la República.
El primer nombre del Teatro
Gran Teatro Iturbide, fue el primer nombre que recibió el hoy Teatro de la República.
El responsable del nombrarlo fue el gobernador de Querétaro Ramón María Loreto
de la Canal de Samaniego en 1851.
Andrés Garrido del Toral, retoma del historiador José Guadalupe Ramírez Álvarez
que el Gobernador provenía de una familia de abolengo y afín a la monarquía
“y su más próximo representativo entre los mexicanos, Agustín de Iturbide”, por lo
que ese nombre dio al Teatro a través de la expedición de un decreto.
La inauguración
El 29 de abril de 1852 fue terminado y bendecido el entonces Teatro Iturbide, y su
inauguración y estreno se dio el 2 de mayo del mismo año, pero con la “reticencia
de los conservadores locales que no querían ver representadas lo que llamaban
“obras inmorales” que iban a dañar “el alma de los pueblerinos””1.
Concluido el Teatro de Iturbide se expidió un reglamento para su funcionamiento;
se publicó en el periódico “El Federalista” en 2 de mayo de 1852. Tras haber abierto
sus puertas para el esparcimiento artístico, y difusión cultural se concesionó a una
compañía privada de teatro.
La primera obra que se presentó en el Teatro Iturbide fue: “Con dinero baila el perro
y con pan si se lo dan”.
Hubo intentos de escriturar el Teatro como el que hizo el gobernador Antonio
Calzada Urquiza quien quiso escriturarlo en favor de la Legislatura estatal, hecho
1
Teatro de la República. Recinto de los constituyentes y la constitución de 1917 y su colección de
Manuscritos Pastrana Jaimes. Cámara de Diputados. pp 38

5. 5
que no se concretó, sin embargo, lo dignificó al convertirlo en la sede del Poder
Legislativo.
En 1898 el Municipio de Querétaro renunció a seguir administrando el patrimonio de
la benefactora Vergara y Hernández, el gobierno del Estado, encabezado por
Francisco González de Cosío, asumió esa función, situación que se prolongó hasta
1992.
La entonación del Himno Nacional Mexicano
El 15 de septiembre de 1854, se entonó el Himno Nacional Mexicano en el Teatro
de la República.
“Había inusitado entusiasmo por oír el Himno Nacional. Los preparativos para el acto
indicaban que la fiesta sería eminentemente patriótica. El teatro se adornó para la
noche de gran gala: coronas de flores naturales con los tres colores nacionales en
los intercolumpios, banderas tricolores y lámparas también tricolores, en un conjunto
de sobriedad y belleza. El aspecto era deslumbrante”.2
El historiador y cronista Andrés Garrido del Toral comenta en entrevista: “nos cabe
también el orgullo de que el Himno Nacional fue primorosamente bien entonado
mucho antes que en la capital de la República por dos horas”3
.
Alberto Trueba Urbina relata en su libro El Teatro de la República biografía de un
gran coliseo que: “los acordes del Himno Nacional hicieron vibrar por primera vez
las paredes del Gran Teatro de Iturbide. La ovación se prolongó delirantemente. Era
el sentir de la patria revelado en el entusiasmo de sus hijos, precisamente en
recuerdo de la Corregidora, de Hidalgo, Morelos, etc. Porque en todos los tiempos
siempre conmueve nuestro himno, que es símbolo de valentía, libertad e
independencia”4
.
Mexicanos al grito de guerra,
El acero aprestad y el bridón;
Y retiemble en su centro la tierra
Al sonoro rugir del cañón.
Cabe mencionar que con motivo de las fiestas patrias, en todo el país se tenían
programados festejos para el 11, 15 y 16 de septiembre, siendo el 15 la fecha
prevista para entonar de manera oficial el Himno en presencia del presidente Antonio
López de Santa Anna en la Ciudad de México, ceremonia a la que no acudió, sin
2
El Teatro de la República, biografía de un gran coliseo. Trueba Urbina Alberto, pp 52.
3
Entrevista realizada el 18 de diciembre en el Teatro de la República, Querétaro.
4
Ibidem pp 54

6. 6
embargo, el cántico se llevó a cabo por la noche, y fue hasta un día después, es
decir el 16 de septiembre, cuando Santa Anna lo escuchó en el teatro que llevaba
su nombre5.
El Himno Nacional Mexicano es representativo de esta etapa en la historia de
nuestra patria ya que el tiempo en el que se creó, México estaba en constantes
luchas para conseguir la libertad. Por eso la letra del Himno Nacional invita a todos
los mexicanos a tomar sus armas y luchar contra todo aquel que intentara invadir
nuestro país.
El Teatro sede del Consejo de Guerra
En 1867 el Teatro Iturbide fungió como sede del Consejo de Guerra que juzgó y
condenó a muerte a Maximiliano de Habsburgo.
Fue en Querétaro donde Maximiliano libró la última de sus batallas intervencionistas
para defender el Imperio, el cual cayó ante la República después del llamado Sitio
de Querétaro, que duró 71 días, y tuvo lugar del 6 de marzo al 15 de mayo de 1867.
Tras ello, el gobierno de la República determinó juzgar al archiduque Maximiliano de
Habsburgo y a los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía quienes fueron
juzgados, sentenciados y condenados a muerte en el Teatro Iturbide, hoy Teatro de
la República.
“El lugar para desahogar el juicio fue el Teatro Iturbide con capacidad para 600
personas, el juicio sería abierto al público y, para ello, se expendieron boletos
gratuitos a fin de que el teatro no sufriera un sobrecupo.”6
El 14 de junio, alrededor de las doce y media del día, en el Teatro Iturbide se
terminaba la lectura del proceso, en que el fiscal pedía la pena de muerte para los
tres inculpados.
El consejo de guerra deliberó a puerta cerrada, terminando a las once y media de la
noche: la sentencia fue condenatoria por unanimidad: ¡pena de muerte! Según la
legislación juarista del 5 de enero de 1862, la resolución sólo podía ser absolutoria
o de pena máxima, nada de prisión perpetua o destierro3.
5
cf La Verdadera Historia del Himno Nacional, Jesús C. Romero, UNAM.
6
El Fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo, Isaí Hidekel Tejeda Vallejo.
http://www.diputados.gob.mx/sedia/biblio/virtual/bicentena/fusil_max/03_fusil_maxi1.pdf

7. 7
Maximiliano de Habsburgo y los generales Miramón y Mejía fueron ejecutados en el
Cerro de Las Campanas en Querétaro.
Surge el Teatro de la República
En 1916 el gobernador de Querétaro, Federico Montes, cambió el nombre de “Teatro
Iturbide” por “Teatro Vicente F. Escobedo”, nombre de un periodista muerto años
antes y con quien ostentaba una amistad. El cambio de nombre no fue bien recibido
por Carranza quien ordenó que volviera a la antigua nomenclatura.
En 1921, fue el gobernador José María Truchuelo quien promovió la renovación del
Teatro para que en el aniversario de la Constitución, el 5 de febrero de 1922,
estuviera remodelado.
El 27 de septiembre de 1922 Truchuelo decide cambiar el nombre al actual: “Teatro
de la República”.
Ícono musical del Teatro de la República
Una de las más importantes artistas que se presentaron en el Teatro de la República
fue la soprano Ángela Peralta conocida también como “El Ruiseñor Mexicano”.
Ángela Peralta nació en la Ciudad de México el 6 de julio de 1845, y ahí debutó en
1860, a partir de entonces tuvo presentaciones nacionales y de talla internacional.
El 5 de mayo de 1866 se presentó la soprano Ángela Peralta en el Teatro de la
República y lo llenó con su voz, a partir de entonces se presentó en cinco ocasiones.
La soprano falleció en 1883.
Actualmente una de las calles que rodea el Teatro de la República en Querétaro lleva
su nombre en su honor.
El Congreso Constituyente de 1916-1917
El Teatro de la República acogió en su seno a la última Asamblea Constituyente
mexicana, la de 1916-1917, compuesta por 219 diputados constituyentes, los cuales
sesionaron en juntas preliminares del 27 al 30 de noviembre de 1916 en él, para
después hacerlo como Congreso Constituyente del 1 de diciembre hasta el día 31 de
enero del año 1917, día en el que se protestó y firmó la Carta Magna que hoy nos
rige.

8. 8
Las sesiones del Congreso Constituyente fueron 66 ordinarias, con una sesión
permanente, los días 29, 30 y 31 de enero de 1917, y una sesión de clausura en la
última fecha.
En el Congreso Constituyente de Querétaro se encontraron dos facciones: los
renovadores o carrancistas, encabezados por José Natividad Macías, Luis Manuel
Rojas, Lorenzo Sepúlveda y Félix F. Palavicini, y los jacobinos, algunos obregonistas
que no tenían un líder formal, pero cuyos representantes más connotados fueron
Francisco José Múgica Velázquez y Heriberto Jara Corona y los independientes, que
votaron con uno u otro grupo de acuerdo a sus convicciones.
Los renovadores representaban un tercio del Constituyente, mientras que los
jacobinos llegaron a detentar las dos terceras partes restantes. Los jacobinos
seguían un liberalismo francés y los renovadores una ideología clásica inglesa.
El Congreso Constituyente entró en sesión permanente la tarde del 29 de enero de
1917 para discutir el artículo 27. A las 03:30 de la madrugada del día 30, votaron su
aprobación junto con la fracción II del artículo 115 y otras siete disposiciones de
menor importancia.
Se hizo un receso hasta las 15:30 horas, cuando se reabrió la sesión no había
quórum, autorizándose a Emiliano Nafarrete y a Jorge Von Versen para que buscaran
a los ausentes y los reunieran lo más pronto posible. Veinte minutos después hubo
quórum y en esa sesión, que duró hasta las 19:05, se despacharon todos los asuntos
que quedaban pendientes.
La ceremonia de la firma, el último acto notable del Congreso Constituyente de
Querétaro en el Teatro Iturbide, comenzó a las 14:05 del 31 de enero, el primero
en signar fue el presidente de la Mesa Directiva, Luis Manuel Rojas, al que siguieron
los dos vicepresidentes Cándido Aguilar y Salvador González Torres, siguiendo
después los diputados en orden alfabético por cada estado y el Distrito Federal.
Poco después de las 18:00 horas, con toda la Asamblea Constituyente e invitados
de pie, el diputado presidente protestó la Constitución y luego el resto de los
diputados, en esa memorable sesión de clausura de los trabajos constituyentes.
Venustiano Carranza llegó al Teatro y fue instalado en el pódium, donde Rojas le
entregó el ejemplar original de la Constitución ya firmado por los constituyentes,
luego dirigió las siguientes palabras al auditorio:
“Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, expedida hoy, que reforma la del 5 de febrero de 1857. Si no lo hiciere
así, la nación me lo demande”.7
7
Diario de los Debates Constituyente 1016-1917
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/cpeum/DD_Constituyente.pdf

9. 9
Fue así como “el Gran Teatro Iturbide pasó a la historia como el Supremo Parlamento
de México. ¡Nunca un teatro había tenido tan extraordinario privilegio, mayor
honor!”8
La fiesta de la promulgación de la Constitución de 1917 inició el 4 de febrero y en
el Teatro se colocó una lápida que dice: “1867- En este histórico edificio se reunió
el Consejo de Guerra que juzgó a Maximiliano y sus principales generales. 1917- El
día 31 de enero se firmó la Constitución General de la República que contiene las
promesas hechas a la nación por la Revolución Constitucionalista. Municipio Libre
de Querétaro, febrero 4 de 1917”.
El 5 de febrero, en Querétaro se promulgó la Constitución que hasta hoy nos rige.
El Teatro, sede de nuevas instituciones
El 4 de marzo de 1929 nace en el Teatro de la República el Partido Nacional
Revolucionario (PNR). Habían pasado nueve años de que concluyera la Revolución
Mexicana, pero aún existía agitación y alboroto, un año antes, en 1928, el presidente
electo Álvaro Obregón, fue asesinado por José de León Toral.
Fue Plutarco Elías Calles, quien convocó a la fundación de un nuevo partido nacional
que trataría de unir a todas las organizaciones políticas, acompañado por el entonces
presidente interino, Emilio Portes Gil y el general Manuel Pérez Treviño, presidente
de la comisión organizadora, eligieron a la ciudad de Querétaro como sede para
recibir a delegados de todo el país y crear el Partido Nacional Revolucionario (PNR).
Durante la Segunda Convención Nacional Ordinaria del partido, el 6 de diciembre de
1933, el Teatro atestiguó la aprobación del primer Plan Sexenal de México.
El Teatro en la historia reciente
El 1 de octubre de 1939, Noradino Rubio Ortiz tomó posesión de la gubernatura de
Querétaro al darse cuenta del lamentable estado en que se encontraba el Teatro de
la República procedió a su restauración.
Se decidió retirar la madera de balcones y columnas y se solicitó apoyo para el
remozamiento. En 1943 el gobernador Agapito Pozo, instituyó el Comité Pro-
Reconstrucción del Teatro que logró avances significativos con recursos
8
El Teatro de la República, Biografía de un gran coliseo, Alberto Trueba Urbina, Ediciones Botas, pp272.

10. 10
provenientes, principalmente, del entonces presidente de la República, Manuel Ávila
Camacho.
El 1 de octubre de 1949, el coronel y médico Octavio S. Mondragón protestó como
gobernador y una de sus obras fue la reconstrucción del Teatro de la República;
para lo que pidió la cantidad de cinco mil pesos a todos los que estaban relacionados
con el estado y tenían posibilidades de aportar, entonces el diario Amanecer fue el
órgano de campaña a favor de la reconstrucción del Teatro de la República.
En octubre de 1954 tomo posesión del gobierno de Querétaro Juan C. Gorráez,
promovió la total reconstrucción del Teatro y lo logró gracias a la ayuda del
presidente de la República, Adolfo López Mateos, quien se interesó en la obra de
reconstrucción del histórico edificio y auxilió abundantemente a Querétaro para
lograr ese sueño9.
El 1 de diciembre de 1959 se dieron por concluidos los trabajos de reconstrucción
del Teatro en una ceremonia encabezada por el presidente Adolfo López Mateos.
El 5 de febrero de 1967 se cumplía el quincuagésimo aniversario de la Constitución
promulgada en Querétaro en 1917 y se celebró con la exhibición de los documentos
venerables de la constitucionalidad mexicana desde México a Querétaro como “el
Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana del 22 de octubre de
1815; el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana del 31 de enero de 1824; la
Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824; la Constitución
Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1857 y la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos de 1917”.
“Los escritos fueron llevados a la ciudad, atravesaron los Arcos y triunfalmente los
condujeron al Jardín Venustiano Carranza, (…) de donde fue dirigido el desfile por
avenida Carranza, siguió por Río de la Loza, tomó la de 5 de Mayo y de ahí las calles
de Corregidora, Madero y Juárez hasta llegar al Teatro de la República”10.
Certeza jurídica para el Teatro de la República
En 1992 el entonces gobernador Enrique Burgos García dio certeza jurídica al Teatro
de la República como patrimonio de la Fundación Josefa Vergara y Hernández I.A.P.,
inscribiéndola en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio del Estado de
Querétaro, teniendo como antecedente la escritura pública 15567.
9
Ibidem pp 103.
10
Ibidem pp 104.

11. 11
El Gobierno del Estado de Querétaro hacía uso del Teatro de la República para la
realización de distintos eventos, haciéndose cargo del mantenimiento del inmueble,
de manera mensual pagaba a la Fundación una renta de 60 mil pesos.
En venta el Teatro de la República
En junio de 2016 se anunció la puesta en venta del Teatro de la República por parte
de sus dueños, la Fundación Josefa Vergara y Hernández IAP, quienes lo ofrecieron
al Gobierno para que pasara a formar parte de los bienes de la nación.
El Teatro de la República como patrimonio de los mexicanos
El 21 de octubre de 2016 la Fundación Josefa Vergara y Hernández envió al
presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Pablo Escudero Morales
la oferta para que la Cámara de Senadores adquiriera el inmueble: Teatro de la
República por 100 millones de pesos.
En respuesta, el 3 de noviembre de 2016 el senador Pablo Escudero Morales, destacó
el valor de “rescatar un inmueble que pertenece a todos los mexicanos; sitio en el
cual se verificaron acontecimientos de tal magnitud, que el Teatro de la República
está indisolublemente ligado al pueblo de México; es parte de nuestra historia y
contribuye a fortalecer nuestra identidad nacional”.
El presidente del Senado reconoció la labor social en beneficio de los queretanos de
la Fundación Josefa Vergara y Hernández y designó al licenciado Roberto Figueroa
Martínez, Secretario General de Servicios Administrativos, como interlocutor para la
negociación y adquisición del inmueble.
En la sesión del 29 de noviembre de 2016 el Senado de la República aprobó un
acuerdo en el que se determinó adquirir el inmueble denominado “Teatro de la
República”, ubicado en las calles Juárez 22 Norte, esquina Ángela Peralta, Centro
Histórico, Código Postal 76008, en la Ciudad de Santiago de Querétaro, Querétaro.
Además de autorizar al presidente del Senado, senador Pablo Escudero Morales
como representante jurídico del Senado de la República para realizar los actos
tendientes a la adquisición del inmueble y que éste se considere un bien nacional.
El 30 de noviembre de 2016, en las instalaciones del Teatro de la República, se firmó
el contrato de promesa de compra-venta del inmueble por el senador Pablo Escudero
Morales, presidente de la Mesa Directiva, y el ingeniero Jaime García Olivares,
presidente del patronato de la Fundación Josefa Vergara y Hernández I.A.P.

12. 12
Como testigos fungieron, el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez
Servién; los senadores Emilio Gamboa Patrón y Enrique Burgos García, del PRI;
Roberto Gil Zuarth, del PAN; y el Secretario General de Servicios Administrativos del
Senado, Roberto Figueroa Martínez, además de la historiadora Patricia Galeana.
El 2 de diciembre de 2016 en el Diario Oficial de la Federación se publicó el acuerdo
de la Mesa Directiva del Senado de la República en el que se determinó la adquisición
del Teatro de la República.
El 13 de diciembre de 2016 el Pleno del Senado de la República aprobó un acuerdo
de la Mesa Directiva para celebrar una sesión solemne, el 5 de febrero de 2017, a
las 12:00 horas, en el Teatro de la República, para conmemorar el centenario de la
promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917.
A la sesión solemne se invitará a los titulares de los Poderes Ejecutivo y Judicial
federales; el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; los titulares
de los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial locales; los titulares de los órganos
con autonomía constitucional federal; y a los coordinadores miembros de la Junta
de Coordinación Política de la Cámara de Diputados y del Senado de la República.
Con 81 votos a favor, el Pleno senatorial declaró al Teatro de la República como
recinto oficial del Senado, exclusivamente para la celebración de la sesión solemne,
con motivo del Centenario de la Promulgación de la Constitución de 1917; una vez
que se lleve a cabo la sesión el decreto será abrogado.
Ciudad Josefa Vergara
La Fundación Josefa Vergara y Hernández IAP decidió poner a la venta el Teatro de
la República, inmueble que forma parte del patrimonio de esta Institución, siempre
con el pensamiento de que el producto de la venta fuera encaminado al 100% en la
construcción del proyecto la construcción de la CIUDAD JOSEFA VERGARA.
El proyecto consiste en la construcción en un solo espacio de:
1. UN ALBERGUE DE NIÑOS con capacidad máxima de 100 beneficiados,
dormitorios, baños, regaderas, áreas de estudio, comedor, sala de computo, sala
de usos múltiples.
2. UN ALBERGUE DE NIÑAS con capacidad máxima de 100 beneficiados,
dormitorios, baños, regaderas, áreas de estudio, comedor, sala de computo, sala
de usos múltiples.

13. 13
3. UN ALBERGUE DE CIEGOS con capacidad máxima de 100 beneficiados,
dormitorios, baños, regaderas, áreas de estudio, comedor, sala de computo, sala
de usos múltiples.
4. UNA ESCUELA PRESCOLAR, PRIMARIA Y SECUNDARIA PARA NUESTROS
BENEFICIARIOS con capacidad para 400 estudiantes, patio cívico, cancha de
fútbol, futbol 7, auditorio para basquetbol, voleibol, golbol, gimnasio, y estudio
de ballet.
5. UN TEMPLO PARA SERVICIOS RELIGIOSOS
*Información proporcionada por la fundación Josefa Vergara y Hernández IAP.
Conoce el recinto histórico
El Teatro de la República, es un edificio de estilo neoclásico cuya construcción inició
en 1845 y concluyó en 1852, fue bautizado, en un inicio con el nombre de Teatro
Iturbide, posteriormente se le denominó Teatro de la República, nombre que
conserva hasta nuestros días.
El Teatro está construido en un terreno de mil 76 metros cuadrados, fue proyectado
y construido, en un inicio, por el arquitecto Camilo San Germán, y quien continuó
con la obra fue el ingeniero inglés Thomas Surplice.
En su interior alberga parte de la historia nacional. Consta de un lunetario, un
escenario y tres niveles de palcos.
En los palcos primeros está el palco del gobernador de Querétaro, el cual es cedido
únicamente al presidente de la República cada 5 de febrero, fecha del aniversario
de la Constitución de 1917.
En el tercer nivel está la Galería de los Constituyentes, lugar que alberga
manuscritos, fotografías y una réplica de la Bandera de los defensores de Acultzingo
en 1862.
Su fachada con arcos y jarrones simboliza los valores de la patria: la sabiduría, la
justicia, la igualdad y la fraternidad.
El Teatro de la República se ubica en las calles de Juárez y Ángela Peralta, en la
colonia Centro, en Querétaro, Querétaro.

14. 14
El Teatro ha sido utilizado como sede de la Orquesta Filarmónica de Querétaro, y
diversos eventos culturales como la presentación de la tradicional revista El Heraldo
de Navidad.