2. Un abdomen agudo, a veces llamado abdomen quirúrgico, se caracteriza por un dolor
abdominal de inicio agudo sin etiología traumática y que en general requiere una
intervención quirúrgica rápida para evitar la peritonitis, septicemia y choque séptico.
Las alteraciones del tubo digestivo bajo que pueden causar manifestaciones clínicas iniciales
similares, que producen dolor abdominal y abdomen agudos, incluyen apendicitis, diverticulitis
grave y obstrucción intestinal, todo lo cual puede llevar a una peritonitis, que es la inflamación
del revestimiento de la cavidad abdominal (Ansari, 2014; Saccomano y Ferrara, 2013).
3. Peritonitis
La peritonitis es la inflamación del peritoneo, que es la serosa que recubre la cavidad
abdominal y que cubre las vísceras. En general es el resultado de una infección
bacteriana, pero puede ocurrir como consecuencia de una infección por hongos o
micobacterias; los microorganismos provienen de enfermedades o alteraciones del
tubo digestivo o, en las mujeres, de los órganos reproductores internos (p. ej., tubas
uterinas).
5. La peritonitis también puede ser
el resultado de fuentes externas,
como:
Cirugía abdominal, traumatismos (p.
ej., heridas de bala o de arma blanca) o
una inflamación que se extiende desde
un órgano fuera del área peritoneal,
como el riñón, o de una diálisis
peritoneal ambulatoria continua
6.
7. Las peritonitis pueden clasificarse como (Daley, 2015):
Peritonitis primaria. También llamada peritonitis bacteriana
espontánea, ocurre como una infección bacteriana espontánea del
líquido ascítico. Es más frecuente en pacientes adultos con
insuficiencia hepática.
Peritonitis secundaria. Ocurre debido a la perforación de órganos
abdominales con derrame que infecta la serosa peritoneal. Las
causas más frecuentes son un apéndice o úlcera péptica
perforados, colon sigmoideo perforado por una diverticulitis grave,
vólvulo de colon y estrangulación del intestino delgado.
Peritonitis terciaria. Ocurre como resultado de una
en un paciente inmunocomprometido. La peritonitis tuberculosa
en un paciente con sida es un ejemplo de peritonitis terciaria; éstas
son causas raras de peritonitis.
8. Fisiopatología
La peritonitis secundaria es
causada por la filtración del
contenido de los órganos
abdominales a la cavidad
abdominal, en general como
resultado de inflamación, infección,
isquemia, traumatismo o
perforación de un tumor.
Se produce una proliferación
bacteriana.
Como consecuencia, se desarrolla
edema tisular y, en un corto
tiempo, aparece la exudación de
líquido.
El líquido en la cavidad peritoneal
se vuelve turbio cuando aumentan
las proteínas, leucocitos, desechos
celulares y sangre.
La respuesta inmediata del tubo
intestinal es la hipermotilidad,
seguida rápidamente de íleo
paralítico con una acumulación de
aire y líquido en el intestino (Daley,
2015; Grossman y Porth, 2014).
14. La restitución de líquidos, coloides y electrólitos es el principal objetivo del tratamiento médico.
Se deben administrar analgésicos para el dolor. Se indican antieméticos para las náuseas y los
vómitos. Una sonda intestinal y la aspiración ayudan a aliviar la distensión abdominal y a estimular la
función intestinal.
La oxigenoterapia a través de cánula nasal o una máscara en general mejora la oxigenación, pero a
veces se requiere intubación de las vías aéreas y asistencia respiratoria.
La antibioticoterapia debe iniciarse rápidamente para el tratamiento de la peritonitis.
Se administran dosis grandes de un antibiótico de amplio espectro por vía i.v. hasta que se identifica
el microorganismo específico que causa la infección y se inicia una terapia antibiótica adecuada.
El objetivo principal del tratamiento de la peritonitis secundaria es identificar la fuente de la
infección y eliminarla. El tratamiento quirúrgico se dirige hacia la extirpación (p. ej., del apéndice), la
resección con o sin anastomosis (intestino), la reparación (perforación) y el drenaje (absceso).
15. Proceso de Atención de Enfermería
Valoración
El personal de enfermería realiza
la anamnesis para identificar el
inicio, duración y características
del dolor abdominal, la presencia
de diarrea o urgencia defecatoria,
esfuerzo al defecar (tenesmo),
náuseas, anorexia o pérdida de
peso, y antecedentes familiare.
Es importante analizar los
patrones dietéticos, incluidas las
cantidades de alcohol, cafeína y
productos que contienen nicotina
que se usan a diario y
semanalmente.
El personal debe preguntar sobre
los patrones de evacuación,
incluyendo la forma, frecuencia y
presencia de sangre, pus, grasa o
moco.
Deben tenerse en cuenta las
alergias y la intolerancia a los
alimentos, especialmente la
intolerancia a la leche (lactosa).
El paciente puede presentar
alteraciones del sueño si la
diarrea o el dolor ocurren por la
noche.
16. De acuerdo con los datos de la valoración, los diagnósticos de enfermería pueden incluir
los siguientes:
Diarrea relacionada con el proceso inflamatorio.
Dolor agudo relacionado con el aumento del peristaltismo y la inflamación intestinal.
Déficit de volumen de líquidos relacionado con anorexia, náuseas y diarrea.
Desequilibrio nutricional: ingesta inferior a las necesidades relacionado con
restricciones dietéticas, náuseas y malabsorción.
Intolerancia a la actividad relacionada con la debilidad generalizada. Ansiedad
relacionada con la cirugía inminente.
Control de impulsos ineficaz relacionado con los episodios repetidos de diarrea.
Riesgo de deterioro de la integridad cutánea relacionada con la desnutrición y la
diarrea.
Conocimientos deficientes sobre el proceso y el tratamiento de la enfermedad.
DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA
17. PROBLEMAS INTERDEPENDIENTES/POSIBLES COMPLICACIONES
Las posibles
complicaciones
pueden incluir las
siguientes:
Desequilibrio
electrolítico.
Arritmias cardíacas
relacionadas con los
desequilibrios
electrolíticos.
Hemorragia
digestiva con
pérdida de volumen
de líquidos.
Perforación
intestinal.
18. Planificación y objetivos
Los principales objetivos incluyen lograr patrones normales de evacuación
intestinal, alivio del dolor abdominal y los cólicos, prevención del déficit de
volumen de líquidos, mantenimiento de una nutrición y peso óptimos,
mejoría del cansancio, reducción de la ansiedad, promoción de un
afrontamiento eficaz, ausencia de lesiones de la piel, mayor conocimiento
sobre el proceso de la enfermedad y el autocuidado de la salud, y evitar
complicaciones.
19. Intervenciones de enfermería
Mantener patrones de eliminación normales
Aliviar el dolor
Mantener la ingesta de líquidos
Mantener una nutrición óptima
Promover el reposo
Reducir la ansiedad
Mejorar las medidas de afrontamiento
Prevenir las lesiones cutáneas
Controlar y tratar posibles complicaciones
20. Evaluación
Los resultados esperados para el paciente pueden incluir:
1. Informa una disminución en la frecuencia de las evacuaciones diarreicas:
a) Se adhiere a las restricciones dietéticas; mantiene el reposo en cama.
b) Toma los fármacos según la indicación.
2. El dolor se reduce.
3. Mantiene el equilibrio hídrico:
a) Bebe 1-2 L de líquidos por día.
b) Tiene una temperatura corporal normal.
c) Muestra turgencia cutánea adecuada y mucosas húmedas.
4. Logra una nutrición óptima; tolera porciones pequeñas y frecuentes sin diarrea.
5. Evita el cansancio:
a) Descansa periódicamente durante el día.
b) Cumple con las restricciones de la actividad.
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21. 6. Está menos ansioso:
a) Busca apoyo emocional.
b) Informa menos sentimientos de ansiedad y preocupación.
7. Afronta exitosamente el diagnóstico:
a) Informa sus sentimientos libremente.
b) Usa adecuadamente el comportamiento de reducción del estrés.
8. Mantiene la integridad de la piel:
a) Se limpia la piel después de defecar.
b) Usa barreras cutáneas adecuadas.
9. Comprende el proceso de la enfermedad.
a) Modifica la dieta de forma adecuada, para reducir la diarrea.
b) Cumple con el régimen farmacológico, según indicación.
10. Se recupera sin complicaciones:
a) Los valores de electrólitos son normales.
b) El ritmo cardíaco sinusal es normal, igual al basal.
c) Mantiene el equilibrio hídrico.
d) No presenta perforación o sangrado rectal.