Los modelos educativos deben basarse en competencias y considerar criterios filosóficos y tecnológicos. Las tecnologías de la información y comunicación (TIC) han estado presentes durante mucho tiempo como apoyo para los procesos educativos, y los docentes deben implementar nuevas estrategias con las TIC y adaptarse a los cambios, involucrando a los estudiantes para crear oportunidades de aprendizaje innovadoras.