La violencia intrafamiliar es una de las principales causas de divorcio y afecta principalmente a las mujeres y sus hijos. Las causas más comunes incluyen el alcoholismo y la drogadicción del padre, lo que lleva a abusos físicos, sexuales y psicológicos contra la esposa y los hijos. Se recomienda que las víctimas no permanezcan en silencio y denuncien los casos de violencia familiar.