Las sociedades de hecho surgen del acuerdo entre dos o más personas para explotar una actividad comercial y repartirse las utilidades. A diferencia de las sociedades registradas, una sociedad de hecho no es una persona jurídica y sus socios responden solidaria e ilimitadamente de las obligaciones de la sociedad. Aunque no son personas jurídicas, las sociedades de hecho deben inscribirse en el Registro Único Tributario y obtener un Número de Identificación Tributaria para cumplir con obligaciones tributarias como agentes de