El documento analiza el declive del deporte peruano en las Olimpiadas, atribuyéndolo a la falta de capital humano, infraestructura, organización y financiamiento debido a la mala gestión política. A pesar del esfuerzo de atletas como Inés Melchor, Perú ha disminuido su participación olímpica mientras que otros países de la región mejoran. Las medallas requieren de planificación a largo plazo más que de apoyo esporádico.
1. El día que regresaron a
Lima, nuestras campeonas,
con mi pequeño VW, junto
a mis sobrinos, nos fuimos
al aeropuerto a recibirlas,
había tanta concurrencia
que nos bastaba verlas a la
distancia, luego cortamos
camino y les adelantamos
para pararnos por la aveni-
da Wilson, y conjuntamen-
te con todo el pueblo, cu-
brirlas con pétalos de ro-
sas, que se vendía abun-
dantemente. Con los bra-
zos en alto Cecilia y las
campeonas nos devolvían
besos.
Igualmente corrimos rápi-
damente para llegar entre
los primeros al estadio
nacional, ingresamos a la
tribuna sur, en cosa de
minutos se abarrotó, de los
cuatro que corríamos solo
nos juntamos dentro dos
(un sobrino y yo, los otros
dos, estarían en algun otro
lugar), la cantidad de gente
era tanta, que todos co-
rrían como pudieran para
encontrar algún lugar.
Apretujados, esperamos
eufóricos el ingreso de las
campeonas, de pronto apa-
recieron en un camión des-
cubierto las reinas del de-
porte, Cecilia Tait, Gaby
Pérez, Natalia Málaga, y
corte, levantaban la mano
agradeciendo al pueblo su
amor y su idolatría. Pasa-
ron por la pista de la tribu-
na sur, donde nos encon-
trábamos, la gente seguía
entrando no había lugar y
continuaban entrando,
todos queríamos decirles a
C
on la
mano al
pecho, y
lágrimas que
rodaban por
sus mejillas, el
emocionado
atleta miraba
orgulloso y
emocionado
como su ban-
dera subía al
máximo nivel
de reconocimiento olímpi-
co, mientras las notas mu-
sicales de su himno nacio-
nal era escuchadas por las
80 mil personas que copa-
ban el inmenso estadio de
Wembley, en Londres, era
su primera medalla de oro.
Aquí en casa, sentado, que-
ría vivar su triunfo, aplau-
dir fuerte, agitar su bande-
ra, me solidaricé completa-
mente con su medalla. Si
esto ocurría conmigo que
solo era un espectador lati-
noamericano, me imagina-
ba lo que sería en su país y
en su pequeño pueblo.
Mientras tanto me pregun-
taba, qué había en estos
atletas que no tuvieran
nuestros atletas peruanos.
Por su puesto, llegar a la
justa olímpica ya es un
gran logro. Pero, cuánto
quisiéramos que la roja y
blanca estuviera en los
podios de estos grandes
eventos. Yo tengo una esta-
tura de 1.52 m., en mi Perú
la gran mayoría de habi-
tantes tienen tallas meno-
res que 1.80 m., de modo
que en algunas disciplinas
no tendríamos suficiente
gente con alta estatura,
pero esa no es la explica-
ción de no tener presencia
en las olimpiadas y menos
en los medalleros.
En esta olimpiada de Lon-
dres 2012, fuimos tan solo
14 a 17 atletas. Mientras
que algunos países, lati-
noamericanos nos triplica-
ron, y están yendo en un
número creciente, nosotros
en sentido contrario dismi-
nuyendo. En el Perú, pare-
ce una completa realidad,
el obsoleto mensaje de:
“todo tiempo pasado fue
mejor”.
Al hablar de olimpiadas,
los mayores a 50 años, re-
cordamos aquel 1988,
cuando en Seúl, “manos
morenas se elevan y pun-
to”, el gran equipo de vó-
ley, brillaba, nos obligaba
a madrugar desde las 2 o 3
de la mañana, y ver con
alegría los triunfos inolvi-
dables, ante Corea, China,
Estados Unidos, y cuando
ya teníamos la de oro, ante
Rusia, a la que ya le había-
mos ganado los dos prime-
ros sets y veníamos ganan-
do 11 a 4 el último set que
iba a 15, nos dieron vuelta
y perdimos. Esa mañana
odié a las rusas, lloramos
abrazados con mi madre y
hermanos, pero luego de
reponernos nos alegramos,
reímos, sacamos la bande-
ra a las calles, en mi barrio
de Ingeniería, eran las 9 de
la mañana, nos sentimos
dueños del mundo.
EN LAS OLIMPIADAS LAS MEDALLAS NO SE
OBTIENEN POR AZAR
Página 28 EL ZAGUÁN DE ORO PUQUIO
“adolecemos de
los cuatro
factores que
deben estar
presentes en toda
actividad
deportiva: capital
humano,
infraestructura,
organización y
financiamiento”
Las lágrimas de un campeón olímpico, la
culminación de un esfuerzo organizado.
Medallista olímpicos perua-
nos: Francisco Boza, Edwin
Vasquez y Juan Ghia.
2. preparados para diri-
girla, o si llegan sa-
biendo qué hacer, no
pueden hacerlo porque
seden a los poderes de
“argollas” enquistadas
en los sectores deporti-
vos. De qué vale salir
en la foto, el presidente
de la república y su
esposa, para regalarles
un dinerito, cuando el
esfuerzo individual
sobresale en la mayoría
de las disciplinas gana-
doras. Eso avergüenza,
se nota que por el con-
trario es una manipu-
lación del prestigio del
atleta, en beneficio
personal, buscan incre-
mentar puntos en la próxi-
ma encuesta del fin de se-
mana.
Las olimpiadas nos han
permitido admirar la gran-
deza del ser humano, la
nobleza del deporte, la cali-
dad de la organización,
pero también la realidad
nacional, a todas luces se-
guiremos cuesta abajo.
¡Qué lamentable! Pero no
puedo cerrar esta página,
sin agradecerles y felicitar-
les a todos los atletas pe-
ruanos, porque sabemos de
su inmenso sacrificio y
amor al Perú. Mi símbolo
de este esfuerzo es la pe-
queña Inés Melchor, su-
peró el record sudameri-
cano en Londres, y además
ella proviene del interior
del país, siempre posterga-
dos por el detestable cen-
tralismo.
La Pluma del Viento
Lima, 11 de agosto de 2012
ellas que las admiramos,
que valen un Perú. Pero
sorpresivamente, dejaron
el estadio por una puerta
de la tribuna de oriente, y
desaparecieron, luego nos
comunicaron que a falta de
garantías se daba por ter-
minado el paseo. A pesar
de la incomodidad la medi-
da fue acertada y finalmen-
te comprendida.
Desde aquella vez, en las
olimpiadas nunca fuimos
protagonistas. Hoy el vóley
no está en las olimpia-
das, mientras que el equi-
po que siempre estuvo tras
nuestro, Brasil, hoy ha sali-
do campeona olímpica por
segunda vez. Ellos progre-
saron inmensamente,
mientras nosotros retroce-
dimos en magnitud doble.
Es increíble, nuestro vóley
en sudamérica está luchan-
do el tercer lugar, así como
vamos en poco tiempo es-
taremos por debajo de Ar-
gentina, Venezuela y Co-
lombia.
Pero no retrocedimos solo
en vóley, sino en todas las
disciplinas deportivas.
¡Qué pasa en el Perú!.
¿Cuáles son las causas de
este retroceso, que parece
nunca detenerse?. A los
miles de diagnósticos, creo
que, adolecemos de los
cuatro factores que deben
estar presentes en toda
actividad deportiva: capital
humano, infraestructura,
organización y financia-
miento.
Sin embargo, alguien me
va a responder, cómo van
haber estos factores si las
decisiones superiores: polí-
ticas y directivas sectoria-
les no son las adecuadas.
Porque si ellas estuvieran
correctas y si hubiera dine-
ro, entonces los factores
existirían, y mante-
niéndolas sistemáti-
camente, las expec-
tativas serían mejo-
res, e inexorable-
mente llegarían las
medallas. Ellas no
vienen por azar, se
obtiene con planifi-
cación y perseveran-
cia. Sino miremos
como lo está hacien-
do un país cercano
como Colombia.
Por ello, los directa-
mente responsables
de nuestro retroceso
son los conductores
políticos, suben al
poder como si hubie-
ran ganado una lote-
ría, no estuvieron
Página 29Volumen 1 nº 8
“los directamente
responsables de
nuestro retroceso
son los
conductores
políticos, suben al
poder como si
hubieran ganado
una lotería, no
estuvieron
preparados para
dirigirla”
El vóley peruano nos dio la medalla
de plata olímpica. Nos llenó de ale-
gría sus triunfos. La desorganización
destruyó ese pasado.
Inés Melchor, atleta olímpica de
Perú, ejemplo provinciano a se-
guir.