1. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE
TAMAULIPAS A
UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIAS
EDUCACIÓN Y HUMANIDADES
(UAMCEH)
Materia:
Medio ambiente y Desarrollo
Sustentable
Tema.
EDUCACION AMBIENTAL
2. PRINCIPIOS
Considerar al ambiente en forma integral, es
decir, lo natural y lo construido, no sólo los
aspectos naturales, sino los tecnológicos, sociales,
económicos, políticos, morales, culturales,
históricos y estéticos.
Asumir un enfoque interdisciplinario para el
tratamiento de la dimensión ambiental, que se
inspira en el contenido específico de cada
disciplina para posibilitar una perspectiva
holística y equilibrada.
3. Tratar la temática ambiental desde lo particular a lo
general tiene como finalidad que los estudiantes se
formen una idea de las condiciones ambientales de
otras áreas, que identifiquen las condiciones que
prevalecen en las distintas regiones geográficas y
políticas, además de que reflexionen sobre las
dimensiones mundiales del problema ambiental para
que los sujetos sociales se involucren en los diferentes
niveles de participación y responsabilidad.
4. Evaluar las implicaciones ambientales en proyectos de
desarrollo.
Insistir en la necesidad de cooperación local, nacional e
internacional, para la prevención y la solución de los
problemas ambientales.
5. BASES DE LA EDUCACIÓN
AMBIENTAL
La educación ambiental entraña también la
práctica en la toma de decisiones y en la propia
elaboración de un código de comportamiento con
respecto a las cuestiones relacionadas con la
calidad del medio ambiente.
6. La Educación Ambiental pretende lograr que la
población mundial tenga conciencia del medio
ambiente y se interese por él y por sus problemas
conexos y que cuente con los conocimientos, aptitudes,
actitudes, motivaciones y deseos necesarios para
trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de
soluciones a los problemas actuales y para prevenir la
aparición de otros nuevos.
7. OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN
AMBIENTAL.
Los objetivos de la educación ambiental a nivel mundial son
difíciles de definir, dada la diversidad de las situaciones.
Deben adecuarse a la realidad económica, social, cultural y
ecológica de cada sociedad y región, y especialmente a los
objetivos específicos de su desarrollo.
Los objetivos principales de la educación ambiental son:
Toma de Conciencia: ayudar a las personas y a los grupos
sociales a que adquieran mayor sensibilidad y conciencia del
medio ambiente en general y de los problemas conexos.
Conocimientos: ayudar a las personas y a los grupos sociales
a adquirir una comprensión básica del medio ambiente en su
totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y función
de la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad
crítica.
8. Actitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a
adquirir valores sociales y un profundo interés por el medio
ambiente, que les impulse a participar activamente en su
protección y mejoramiento.
Aptitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a
adquirir las aptitudes necesarias para resolver problemas
ambientales.
Capacidad de evaluación: Ayudar a las personas y a los
grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de
educación ambiental en función de los factores ecológicos,
políticos, económicos, sociales, estéticos y educacionales.
Participación: ayudar a las personas y a los grupos
sociales a que desarrollen su sentido de responsabilidad y a
que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar
atención a los problemas del medio ambiente.
9. En suma, el objetivo mayor es que todo el proceso
despierte en los participantes del curso el interés
por el tema de la ética ambiental, les ayude a
acercarse a su complejidad, y a tomar conciencia
de su importancia para un programa educativo.
10. METAS DE LA EDUCACIÓN
AMBIENTAL
Proporcionar la información y los conocimientos
necesarios en la población mundial para que ésta
adquiera conciencia de los problemas del ambiente,
creando en ella predisposición, motivación, sentido de
responsabilidad y compromiso para trabajar individual
y colectivamente en la búsqueda de soluciones.
Promover una clara conciencia acerca de la
interdependencia económica, social, política y
ecológica en áreas urbanas y rurales. Dar a cada
persona las oportunidades para que adquiera los
conocimientos, valores, actitudes, compromisos y
habilidades necesarios para proteger y mejorar el
ambiente y con ello alcanzar los objetivos de
desarrollo sustentable. Crear en los individuos, grupos y
en la sociedad entera, nuevos patrones de
comportamiento y responsabilidades éticas hacia el
ambiente.
11.
12. Al someter a un análisis estas metas surgen dos aspectos que deben
tomarse en consideración: primero, revisar y profundizar la diferencia
entre los objetivos y las metas que plantean la urgencia de una
acción; y, en segundo lugar, preguntarse qué tipo de acciones se
llevarían a la práctica, además de pensar en el cuidado ambiental y
no tanto en quiénes "perderían" o "ganarían" con estas acciones.
El Derecho Ambiental, que cabe definir como "el
que norma la creación , modificación,
transformación y extinción de las relaciones
jurídicas que condicionan el disfrute, la
preservación y el mejoramiento del medio
ambiente". Este último entendido como "el
conjunto de valores naturales, sociales y
culturales existentes en un lugar y momento
determinados, es aquel espacio en que el
hombre se desarrolla, que el hombre condiciona
y que es condicionado por el hombre".
13. La aspiración del Derecho Ambiental es regular la relación del hombre
con la naturaleza, codificándola, sobre la base de los elementos
comunes que diversas leyes hasta hoy vigentes han regulado por
separado, incluso a veces en oposición (leyes del suelo, de yacimientos
minerales, de bosques, etc). La institucionalización de la protección
ambiental en su sentido ecológico tiene como punto de partida la
Conferencia de Estocolmo de 1972, convocada por las Naciones Unidas.
El principio número uno de su Declaración enuncia que: "El hombre tiene
un derecho fundamental a la libertad , a la igualdad, y a condiciones de
vida satisfactorias en un ambiente cuya calidad de vida le permita vivir
con dignidad y bienestar, y tiene el deber solemne de proteger y
mejorar el medio ambiente de las generaciones presentes y futuras". A
partir de los trabajos de la Conferencia de Estocolmo, muchos Estados
han introducido en sus constituciones, cláusulas reconociendo la
existencia de un derecho al medio ambiente y cuya formulación se
inspira en dicho primer principio de la Declaración de Estocolmo, como
es el caso del Art 41 de la Constitución Argentina. Dicho artículo dispone
que: " Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano,
equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades
productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las
de las generaciones futuras; y tiene el deber de preservarlo. El daño
ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer."
14. Otro hito importante en la institucionalización de la tutela ambiental, es el
informe producido en el año 1987 por la Comisión BRUNDTLAND, donde se
formuló la propuesta de "un desarrollo sustentable que satisface las
necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las
posibilidades de las futuras generaciones para satisfacer las suyas".
Estos dos principios básicos son los pilares sobre
los cuales se asienta la construcción institucional
que fundamenta al Derecho Ambiental, es decir,
la "calidad de vida" por un lado, que se logra
mediante la tutela del ambiente y el "desarrollo
sustentable", por el otro, que consiste en
preservar los factores ecológicos y culturales
haciendo un uso racional de los recursos
naturales y un disfrute conservacionista, y a la vez
progresista, de los factores creados por la
actividad humana para poder legarlos a las
generaciones futuras como patrimonio de la
Humanidad. El Derecho Ambiental es así una
nueva rama del Derecho, cuyo carácter
interdisciplinario lo nutre de los principios de otras
ciencias, como la ecología, la sociología, y la
economía.
15. ÉTICA AMBIENTAL
En primer lugar, se debe subrayar que la ética
ambiental implica claramente una redefinición de la
ética. Tradicionalmente, la ética había venido
ocupándose de valores y normas propias del ser
humano. La pregunta por la felicidad o por la
justicia estaba circunscrita a la acción del hombre, y
a su relación con otros. Pensar que en la naturaleza
pueda haber valores morales o plantearse la
posibilidad de establecer normas en la relación
entre el hombre y el resto de seres vivos supera
claramente los límites propios de la perspectiva
ética tradicional.
16. La ética ambiental o ética medioambiental es la
parte de la filosofía y la ética aplicada que
considera las relaciones éticas entre los seres
humanos y el ambiente natural o medio
ambiente.
Es decir, es la reflexión racional y práctica sobre
los problemas derivados de la relación del
hombre con la naturaleza.
17. La educación ética para el ambiente debe
contribuir a la formación de individuos y de las
sociedades en actitudes y valores para el manejo
adecuado del medio, a través de una estructura
que obedezca a una reflexión crítica y
estructurada que haga posible comprender el por
qué de esos valores para asumirlos como propios
y actuar en consecuencia.
La crisis ambiental actual obliga al hombre a
reexaminar sus valores y a alterarlos cuando sea
necesario a fin de asegurar la supervivencia
humana.
18. En el proceso de humanización el hombre adquiere su
plenitud que le permite proyectarse al mundo, dotado
de sensibilidad por el cual recibirá los mensajes que la
realidad externa le entrega, y aquellos que provienen
de su interior; inteligencia que hace posible tener
conciencia de los mensajes recibidos; y la voluntad que
es la facultad que le permite elegir libremente entre los
deseos y las aspiraciones. La combinación de estas tres
le confieren al hombre el dominio de sus facultades y
por tanto de su libertad, patrimonio de la conciencia
humana del cual depende el futuro del planeta.
20. EDUCACIÓN EN, SOBRE Y PARA
EL AMBIENTE.
La educación tiene una función, y es formar a las
generaciones que heredarán lo que hemos construido.
Educar para respetar el medio ambiente es una
necesidad urgente.
Para nadie es una sorpresa saber que el medio
ambiente está en crisis y la supervivencia del ser
humano en la tierra está en grave riesgo. Hablar de
ecología no es un asunto nuevo,
la contaminación imperante y el cambio climático, son
los mayores incentivos para reflexionar sobre el tema.
La Educación Ambiental implica tener en cuenta no
sólo los problemas clásicos relacionados con la
contaminación o vertidos, el ahorro energético, la
conciencia del valor del agua, la preservación de la
naturaleza sino también los factores sociales, culturales
y económicos que se han convertido en determinantes.
21. Defender, conservar y mejorar el medio ambiente para
las generaciones presentes y futuras se ha convertido
en objetivo prioritario de toda la humanidad. Ello exige la
urgencia de nuevas estrategias empleando todos
los medios, recursos, descubrimientos científicos y
tecnológicos disponibles, además de trabajar por la
formación y desarrollo de la conciencia ciudadana para
interpretar, comprender y actuar en el medio en
consonancia con la magnitud de los problemas, tarea a
cumplir por la Educación Ambiental. "... la educación
ambiental ha sido creada y difundida por el mundo como
un nuevo enfoque educativo, producto de
la percepción del hombre de que está inmerso en
una crisis ambiental provocada por él mismo y que solo él
podrá solucionarla".
22. Desapego del ser humano al medio ambiente
¿Qué ha desencadenado la indiferencia y desapego
del ser humano en relación al medio ambiente? Sin
querer caer en reduccionismos odiosos, diremos que el
factor más concomitante es la pérdida de sentido.
Los ideales se han trastocado en la búsqueda de
metas y constructos que van de la mano del
consumismo desmedido, del no respeto al medio
ambiente y al descalabro económico producido por el
individualismo y la codicia.
23. Fatalidad y medio ambiente
Muchos, ligados a ideologías deterministas,
prefieren creer que los problemas medio
ambientales son producto de la intervención de
fuerzas sobrenaturales. Como dice Carlos Osorio,
profesor de la Universidad del Valle, en
Colombia, en una ponencia titulada "Ética y
Educación en Valores sobre el Medio Ambiente
para el siglo XXI", "Los problemas ambientales no
son producto de la fatalidad, están relacionados
con las intervenciones humanas".
Reconocer este hecho ha llevado siglos. Muchos
aún no lo hacen, prefieren evadir
la responsabilidad de saber que es el mismo ser
humano el que ha afectado su hábitat.
24. Educación y medio ambiente
La educación, tal como se viene dando desde
la Edad Media en adelante, no ha contribuido a
mejorar mucho el asunto. Se ha caído en una
simple acumulación de información creyendo
la utopía de Francis Bacon: “saber es poder”.
Nos han convencido de que teniendo
afirmaciones sobre la realidad, tendríamos el
control. Del control, se llegó al concepto de
soberanía y señorío, pero, malos dueños, no se
ha cuidado apropiadamente la propiedad.
El enciclopedismo ha convertido a los seres
humanos contemporáneos en zombies de los
datos. Se tiene tanto, y a la vez tan poco... Hoy
existe una especie de adormecimiento
intelectual ante un cúmulo de antecedentes y
hechos que parecen incomprensibles.
Se posee información, pero se corre el riesgo
de carecer de sabiduría. Se tienen datos, pero
se sufre de una carencia de sentido. En muchos
sentidos falta el componente ético que permita
entender la responsabilidad humana frente al
medio ambiente.
25. Educar para un nuevo mundo
La humanidad vive un momento crucial. Educar al ser humano para
darle una nueva visión de mundo, no sólo para que se encuentre a sí
mismo, sino para que se sienta parte de un entorno amigable y no
amenazante.
Durante siglos se ha educado para la manipulación del ambiente.
Saber ocupar las cosas para usarlas bien. Descubrir para poder
manejar adecuadamente los recursos que tenemos. Es preciso
educar para la conciencia ambiental.
La Conferencia Mundial “Cumbre de la Tierra” de 1992 en Brasil, dejó
un sabor agridulce. El informe señaló que el planeta estaba llegado
a un estado de casi agotamiento. La conclusión es que si la
humanidad no hace algo para corregir el uso irresponsable de sus
recursos, el futuro del planeta colapsará.
En el documento conocido como Agenda 21, se propuso que, para
que hubiese un cambio real, debería efectuarse una vitalización de
valores medulares de todas nuestras tradiciones principales,
incluyendo las religiosas y filosóficas.
Las esperanzas están cifradas en la educación. Para cambiar la
relación con el medio ambiente hay que educar a un hombre
nuevo. A alguien que vea su entorno, no en términos de consumo y
uso, sino sabiéndose parte de un hábitat frágil que es necesario
cuidar y proteger.
26. El rol de la educación
La Educación, en este contexto, presenta tres grandes desafíos.
Mostrar la necesidad de guiar el accionar humano por la justicia.
Mostrar que la naturaleza puede convertirse en un hábitat seguro,
pero los seres humanos deben tener una relación de
responsabilidad.
Mostrar que todos los humanos somos hermanos. Somos miembros
de la humanidad y, por tanto, nos debemos respeto, admiración y
solidaridad, unos con otros.
Se necesita formar a un nuevo ser humano para aprender a vivir en
un medio ambiente sano y renovado.
Conclusión
Mirar hacia la educación, es observar con esperanza lo único que
puede ofrecer un cambio real y permanente en el tiempo. No en el
tipo de educación, que se conforma con llenar mentes de datos e
informaciones, sino una educación construida sobre la base
del respeto y la búsqueda de equilibrio con la naturaleza.