1. 442 Sánchez García Juan Alberto
Reporte de lectura del libro “Sonetos y redondillas” de Sor Juana Inés de la Cruz (San Miguel
Nepantla, 12 de noviembre de 1651-Ciudad de México, 17 de abril de1695) fue una religiosa y
escritora novohispana del Barroco en el Siglo de Oro. Cultivó la lírica, el auto sacramental y el
teatro, así como la prosa. Por la importancia de su obra, recibió los sobrenombres de «el fénix de
América», «la Décima Musa» o «la Décima Musa mexicana»
A muy temprana edad aprendió a leer y a escribir. Perteneció a la corte de Antonio de
Toledo y Salazar, marqués de Mancera y 25° virrey novohispano. En 1667 ingresó a la vida
religiosa a fin de consagrarse por completo a la literatura. Sus más importantes mecenas fueron los
marqueses de la Laguna, virreyes de la Nueva España, quienes publicaron sus obras en la España
peninsular. Murió a causa de una epidemia el 17 de abril de 1695.
Sor Juana Inés de la Cruz ocupó, junto a Juan Ruiz de Alarcón y a Carlos de Sigüenza y
Góngora, un destacado lugar en la literatura novohispana. En el campo de la lírica, su trabajo se
adscribe a los lineamientos del barroco español en su etapa tardía. La producción lírica de Sor
Juana, que supone la mitad de su obra, es un crisol donde convergen la cultura de una Nueva
España en apogeo, el culteranismo de Góngora y la obra conceptista de Quevedo yCalderón.
En este libro se presenta una recopilación de sonetos y redondillas de Sor Juana Ines de la
Cruz (1651-1695) Basados la mayoría de ellos en reflexiones que ella pudo entender en su vida en
el mundo del conocimiento. Gran parte de ellos son referentes al tema del amor, con algunos puntos
diversos de vita pero con el mismo fin de expresión de ese concepto amoroso que tenia, y no solo
eso, también podremos encontrar varios haciendo referencia al tema de la burla, como también
encontraremos a la discreción y amistad. En estas poesías se muestra una gran variedad de
sentimientos y pensamientos.
Estos tres poemas captaron mi atención completamente ya que son sencillos de entender y
2. de leer. Las palabras que utiliza Sor Juana no son tan complicadas, no necesito leer una y otra vez
para poder entenderlos, además de que admiro la inteligencia con la que escribe me sorprende el
valor que le da a cada uno de los temas que expone. En lo personal tanto éste libro como algunos de
los que he podido observar aunque no los he leído. Me agrada el estilo que impone esta gran autora.
“I”
En que describe racionalmente l"os efectos irracionales del amor:
Este amoroso tormento
que en mi corazón se ve,
sé que lo siento, y no sé
la causa porque lo siento.
Siento una grave agonía
por lograr un devaneo,
que empieza como deseo
y para en melancolía.
Y cuando con más terneza
mi infeliz estado lloro,
sé que estoy triste e ignoro
la causa de mi tristeza.
Siento un anhelo tirano
por la ocasión a la que aspiro,
y cuando cerca la miro
yo misma aparto la mano.
Porque, si acaso se ofrece,
después de tanto desvelo
la desazona el recelo
o el susto la desvanece.
Y si alguna vez sin susto
consigo tal posesión,
cualquiera leve ocasión
me malogra todo el gusto.
Siento mal del mismo bien
con receloso temor,
y me obliga el mismo amor
tal vez a mostrar desdén.
3. Cualquier leve ocasión labra
en mi pecho, de manera,
que el que imposibles venciera
se irrita de una palabra.
Con poca causa ofendida,
suelo, en mitad de mi amor,
negar un leve favor
a quien le diera la vida.
Ya sufrida, ya irritada,
con contrarias penas lucho:
que por él sufriré mucho,
y con él sufriré nada.
No sé en qué lógica cabe
en que tal cuestión se pruebe:
que por él lo grave es leve,
y con él lo leve es grave.
Sin bastantes fundamentos
forman mis tristes cuidados,
de conceptos engañados,
un monte de sentimientos;
y en aquel fiero conjunto
hallo, cuando se derriba,
que aquella máquina altiva
sólo estribaba en un punto.
Tal vez el dolor me engaña
y presumo, sin razón,
que no habrá satisfacción
que pueda templar mi saña;
y cuando a averiguar llego
el agravio porque riño,
es como espanto de niño
que para en burlas y juego.
Y aunque el desengaño toco,
con la misma pena lucho,
de ver que padezco mucho
padeciendo por tan poco.
“II”
4. Procura desmentir los elogios que a un retrato de la poesía inscribió la verdad, que llama pasión.
Este , que ves, engaño colorido,
que del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores
es cauteloso engaño del sentido;
éste, en quien la lisonja ha pretendido
excusar de los años los horrores,
y venciendo del tiempo los rigores
triunfar de la vejez y del olvido,
es un vano artificio del cuidado,
es una flor al viento delicada,
es un resguardo inútil para el hado;
es una necia diligencia errada,
es un afán caduco y , bien mirado,
es cadaver, es polvo, es sombra, es nada.
II
Entre la vejez y la muerte; escoge la muerte.
Miró Celia una rosa que en el prado
ostentaba feliz la pompa vana
y con afeites de carmín y grana
bañaba alegre el rostro delicado;
y dijo__Goza, sin temor del Hado,
el curso breve de tu edad lozana,
pues no podrá la muerte de mañana
quitarte lo que hubieres hoy gozado;
y aunque llega la muerte presurosa
y tu fragante vida se te aleja,
no sientas el morir tan bella y moza:
mira que la experiencia te aconseja
que es fortuna morirte siendo hermosa
y no ver el ultraje de ser vieja.
III
Da a conocer el efecto que produce la esperanza.
Diuturna enfermedad de la esperanza,
que así entretienes mis cansados años
y en el fiel de los bienes y los daños
tienes en equilibrio la balanza;
que siempre suspendida , en la tardanza
de inclinarse, no dejan tus engaños
que lleguen a excederse en los tamaños
la desesperación o confianza:
¿Quién te ha quitado el nombre de homicida?
Pues lo eres más severa, si se advierte
que suspendes el alma entretenida;
y entre la infausta o la felice suerte,
no lo haces tú por conservar la vida
sino por dar más dilatada muerte.
5. “III”
Alaba el numen poético del Padre Francisco
de Castro, de la Compañía de Jesús, en un Poema
heroico en que describe la Aparición milagrosa
de Nuestra Señora de Guadalupe de Méjico,
que pide la luz pública.
LA COMPUESTA de flores Maravilla,
divina Protectora Americana,
que a ser se pasa Rosa Mejicana,
apareciendo Rosa de Castilla;
la que en vez del dragón —de quien humilla
cerviz rebelde en Patmos—, huella ufana,
hasta aquí Inteligencia soberana,
de su pura grandeza pura silla;
ya el Cielo, que la copia misterioso,
segunda vez sus señas celestiales
en guarismos de flores claro suma:
pues no menos le dan traslado hermoso
las flores de tus versos sin iguales,
la maravilla de tu culta pluma.
A la sentencia que contra Cristo dio Pilatos;
y aconseja a los jueces que, antes de firmar,
fiscalicen sus propios motivos.
FIRMA Pilatos la que juzga ajena
sentencia, y es la suya. ¡Oh caso fuerte!
¿Quién creerá que, firmando ajena muerte,
el mismo juez en ella se condena?
La ambición, de sí tanto lo enajena,
que con el vil temor, ciego, no advierte
que carga sobre sí la infausta suerte
quien al Justo sentencia a injusta pena.
¡Jueces del mundo, detened la mano!
¡Aun no firméis! Mirad si son violencias
las que os pueden mover, de odio inhumano.
Examinad primero las conciencias:
¡mirad no haga el Juez recto y soberano
que, en la ajena, firméis vuestras sentencias!
A una Pintura de Nuestra Señora,
de muy excelente pincel.
SI UN pincel, aunque grande, al fin humano,
pudo hacer tan bellísima Pintura,
que aun vista perspicaz en vano apura
tus luces —o admirada, si no en vano—:
el Autor de tu Alma soberano,
proporcionado campo a más hechura,
¿qué gracia pintaría, qué hermosura,
6. el Lienzo más capaz, mejor la Mano?
¿Si estará ya en la Esfera luminoso
el pincel, de Lucero gradüado,
porque te amaneció, Divina Aurora?
¡Y cómo que lo está! Pero, quejoso,
dice que ni aun la costa le han pagado:
que gastó en ti más luz que tiene ahora.
A Señor San José, escrito según el Asunto de un
Certamen que pedía las metáforas que contiene.
NACE de la escarchada fresca rosa
dulce abeja, y apenas aparece,
cuando a su regio natalicio ofrece
tutela verde, palma victoriosa.
Así Rosa, María, más hermosa,
concibe a Dios, y el vientre apenas crece,
cuando es, de la sospecha que padece,
el Espíritu Santo Palma umbrosa.
Pero cuando el tirano, por prenderlo,
tanta inocente turba herir pretende,
sólo Vos, ¡oh José!, vais a esconderlo:
para que en Vos admire, quien lo entiende,
que Vos bastáis del mundo a defenderlo,
y que de Vos, Dios solo le defiende.
Al retardarse San Juan de Sahagún en consumir
la Hostia Consagrada, por aparecérsele
en ella Cristo visiblemente.
¿QUIÉN, que regale visto y no comido,
el León, ya panal, imaginara?
¿Quién, que dulzura tanta se estorbara
lo muy sabroso, por lo muy florido?
¡Oh Juan, come y no mires, que a un sentido
le das celos con otro! ¿Y quién pensara
que al Fruto de la Vida le quitara
lo hermoso, la razón de apetecido?
Manjar de niños es el Sacramento,
y Dios, a ojos cerrados, nos provoca
a merecer, comiendo, su alimento.
Sólo a San Juan, que con la vista toca
a Cristo en él, fue más merecimiento
abrir los ojos y cerrar la boca.
En los poemas que realiza Sor Juana y los que presenté anteriormente utiliza el verso que
están divididos en estrofas. Cuenta con una pequeña introducción inicial que le da sentido a casa
7. uno de estos, también podemos apreciar que utiliza correctamente el ritmo y la rima, las cuales nos
permiten entender con facilidad el mensaje o el trama de cada uno de estos versos. El estilo
predominante de sus obras es el barroco. Sor Juana era muy dada a hacer retruécanos, a verbalizar
sustantivos y a sustantivar verbos, a acumular tres adjetivos sobre un mismo sustantivo y repartirlos
por toda la oración, y otras libertades gramáticas que estaban de moda en su tiempo. Asímismo es
una muestra en el arte del soneto y en el concepto barroco.
Destaca su habilidad para cultivar tanto la comedia de enredos (Los empeños de una casa) o
los autos sacramentales. Sin embargo, sus obras casi no tocan temas del romancero popular,
limitándose a la comedia y a asuntos mitológicos o religiosos. Es bien conocida la emulación que
realizaba de autores señeros del Siglo de Oro. Uno de sus poemas presenta a la Virgen comoDon
Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, salvando a las personas en aprietos.
Entre los estudiosos de Sor Juana ha habido discusión sobre el presunto feminismo que
cierto sector de la crítica le atribuye a la monja. Los feministas han querido ver, en la Respuesta a
Sor Filotea y en la redondilla Hombres necios, auténticos documentos de liberación femenina.
Otros eruditos, principalmente Antonio Alatorre, refutan esta teoría. Para Alatorre, la redondilla
satírica en cuestión carece de rastros feministas, sino ofrece un ataque moral señalando la hipocresía
de los hombres seductores, cuyos precedentes pueden encontrarse en autores como Juan Ruiz de
Alarcón: no era nada nuevo atacar la hipocresía moral de los hombres con respecto a las mujeres.
La Respuesta sólo se limita a exigir el derecho a la educación de la mujer, pero
restringiéndose a las costumbres de la época. No se trata de una crítica directa; es una defensa
personal, a su derecho al saber, al conocimiento, a la natural inclinación por el saber que le otorgó
Dios.
8. Bibliografias:
Inés, Sor Juana (1994) Sonetos y redondillas. Editorial Patria, S.A de C.V., México.
Cibergrafia:
Alatorre, A.(2007) Sor Juana a través de los siglos, El Colegio de México, México.
http://es.wikipedia.org/wiki/Sor_Juana_In%C3%A9s_de_la_Cruz (Esta página fue modificada por
última vez el 16 abr 2012, a las 16:48 )