El documento analiza cómo los estados modernos han "inventado" tradiciones para construir una identidad nacional. Examina casos como Italia, que tuvo que empezar desde cero; Alemania, que se definió en contra de enemigos externos; y Estados Unidos, que promovió rituales para asimilar inmigrantes. También incluye tablas sobre las versiones del himno inglés y estatuas conmemorativas erigidas en varios países entre 1871 y 1928 para ilustrar cómo se fabricaron símbolos de la nación.
Heinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativo
La invención de la tradición
1. LA INVENCIÓN DE LA TRADICIÓN
Eric Hobsbawm
“(…) las naciones modernas y todo lo que las rodea reclaman generalmente ser
lo contrario de la novedad, es decir, buscan estar enraizadas en la antigüedad
más remota, y ser lo contrarío de lo construido, es decir, buscan ser
comunidades humanas tan «naturales» que no necesiten más definición que la
propia afirmación. Cualquiera que sea la continuidad histórica o de otro tipo
insertada en el concepto moderno de «Francia» y «los franceses» (que nadie
intentaría negar), estos conceptos en sí mismos incluyen un componente
construido o «inventado»”. (LIDLT, Introducción)
“La bandera nacional, el himno nacional y el emblema nacional son los tres
símbolos por medio de los cuales un país independiente proclama su identidad y
su soberanía (…) En sí mismos transmiten todo el pasado, el pensamiento y la
cultura de una nación.” (La invención de la tradición, Introducción)
2. LA INVENCIÓN DE LA TRADICIÓN
Eric Hobsbawm
(Italia)
“Entre los principales estados sólo Italia tuvo que empezar desde cero al
resolver el problema que D’Azeglio resumió diciendo: «Hemos hecho Italia:
ahora debemos hacer italianos». La tradición del reino de Saboya no era ningún
activo político fuera del noroeste del país, y la Iglesia se oponía al nuevo estado
italiano. Quizá no tenga nada de extraño que el nuevo reino de Italia, por más
entusiasmo que pusiera en lo de «hacer italianos», mostrara muy poco por dar
el voto a más del uno o el dos por 100 de ellos hasta que pareció que no podía
evitarlo.” (La invención de la tradición, Cap. 7: La Fabricanción en serie de
tradiciones:Europa, 1870-1914)
3. LA INVENCIÓN DE LA TRADICIÓN
Eric Hobsbawm
(Alemania)
“Sólo podía vincularse (el nuevo estado alemán) a un nacionalismo moderno
por medio de dos mecanismos: el concepto de un enemigo nacional secular
contra el cual el pueblo alemán había definido su identidad y luchado por
alcanzar la unidad como estado, y un concepto de conquista o supremacía
cultural, política y militar por medio del cual la nación alemana, que estaba
muy dispersa en otros estados, principalmente en el centro y el este de Europa,
pudiera reivindicar el derecho a unirse en un solo estado, la Gran Alemania.”
(La Invención de la Tradición, Cap. 7)
4. LA INVENCIÓN DE LA TRADICIÓN
Eric Hobsbawm
(Alemania)
“Dado que antes de 1871 el «pueblo alemán» no tenía ninguna unidad política,
y su relación con el nuevo imperio (que excluía a grandes partes de él) era vaga,
simbólica o ideológica, la identificación tenía que ser más compleja y (…)
menos precisa. De ahí la multiplicidad de referencias, que abarcaban desde la
mitología, el folclore (robles alemanes, el emperador Federico Barbarroja) y los
estereotipos caricaturescos hasta la definición de la nación en términos de sus
enemigos. Al igual que muchos otros pueblos «liberados», «Alemania» se
definía más fácilmente por medio de aquéllo contra lo que estaba, que de
cualquier otra manera.” (La invención de la tradición, Cap.7)
5. LA INVENCIÓN DE LA TRADICIÓN
Eric Hobsbawm
(Alemania)
“(…) la masa de obra de albañilería y estatuas que se levantó en Alemania
durante este período (1870-1914) fue muy grande y permitió que arquitectos y
escultores suficientemente acomodaticios y competentes hicieran fortuna. Entre
los que se construyeron o proyectaron sólo en el decenio de 1890 podemos
señalar el nuevo edificio del Reichstag (1884-1894) el monumento nacional a
Guillermo I, quien claramente se quería presentar como el padre oficial del
país (1890-1897), el de Guillermo I en la Porta Westfalica (1892), el de
Guillermo I en el Deutsches Eck (1894- 1897), la extraordinaria Valhala de
príncipes Hohenzollern en la «Avenida de la Victoria» (Siegesallee) en Berlín
(1896-1901), estatuas de Guillermo I en varias ciudades alemanas (Dortmund
1894, Wiesbaden 1894, Prenzlau 1898,Hamburgo 1903, Halle 1901) y, un poco
más tarde, una avalancha de monumentos a Bismarck que gozaron de un
apoyo más sincero entre los nacionalistas. La inauguración de uno de estos
monumentos proporcionó la primera oportunidad de usar temas históricos en
los sellos de correos del imperio (1899).” (La invención de al tradición,
Cap.7)
6. LA INVENCIÓN DE LA TRADICIÓN
Eric Hobsbawm
(Estados Unidos)
“El problema político fundamental de Estados Unidos, una vez se hubo
eliminado la secesión, fue cómo asimiliar una masa heterogénea (…) de
personas que no eran americanas de nacimiento sino inmigrantes. Los
americanos había que hacerlos (…) Por una parte, se alentaba a los
inmigrantes a aceptar rituales que conmemoraban la historia de la nación —
la Revolución y sus padres fundadores (el 4 de julio) y la tradición protestante
anglosajona (el Día de Acción de Gracias)— como, de hecho los aceptaban,
toda vez que se convirtieron en días de fiesta y motivo de celebraciones
públicas y privadas. (La invención de la tradición, Cap. 7)