1. Conceptos claves
Emprendimiento
La ley 1014 de 2006 define emprendimiento como:
Una manera de pensar y actuar orientada hacia la creación de riqueza, centrada en las oportunidades,
planteada con visión global y llevada a cabo mediante un liderazgo equilibrado y la gestión de un
riesgo calculado.
Desde le infancia se debe aprender que el emprendimiento es una opción que representa un camino
para mejorar la calidad de vida y se constituye como una posibilidad de realización personal y de
desarrollo profesional. Actualmente es una propuesta universal, ya que en muchos países del mundo
promueven, motivan y apoyan la actividad emprendedora.
Emprender
Se puede decir que emprender es concretar un sueño, una idea o un proyecto, que puede medirse,
calcularse, visualizarse y traducirse en algo real. Emprender es una acción asociada a la naturaleza
humana. Cualquier persona tiene la capacidad y las posibilidades de emprender, ya que el
emprendimiento se fundamenta en un conjunto de conocimientos, experiencias, destrezas, formas de
pensar, habilidades, dominio de herramientas, que de alguna u otra forma son accesibles para toda
persona
Importancia del emprendimiento
La sociedad requiere la existencia de personas emprendedoras, con iniciativa, proactivas, innovadoras,
líderes, que trabajen con entusiasmo para construir su propio futuro, que asuman retos, que trasciendan,
que produzcan riqueza, que generen conocimiento, que muevan la economía y el mercado, que
compitan sana y lealmente, que contribuyan a forjar un ambiente de equidad, oportunidades múltiples y
libertad
Cultura de emprendimiento
Entendida como “un conjunto de valores, creencias, ideologías, hábitos, costumbres y normas,
que comparten los individuos en la organización y que surgen de la interrelación social, los
cuales generan patrones de comportamiento colectivos que establece una identidad entre sus
miembros y los identifica de otra organización” (Congreso de Colombia, Ley 1014 de 2006, art. 1).
Según los fundamentos legales, la cultura de emprendimiento se debe fomentar de manera gradual
desde la educación inicial y darle continuidad en los demás niveles de educación formal a partir de
las competencias básicas y ciudadanas como una oportunidad para que el educando materialice sus
actitudes emprendedoras y para la empresarialidad. Desde esta perspectiva se orienta la estrategia
propuesta a su desarrollo mediante un proceso formativo apoyado en las TIC.
2. Formación en emprendimiento
La educación emprendedora juega un papel fundamental en la formación de actitudes, habilidades y cultura
desde la educación primaria hasta el final de los estudios (…) Creemos que las habilidades, actitudes y
comportamiento de emprendedores se pueden llegar a aprender, y que la exposición a la formación
emprendedora a lo largo de la vida de aprendizaje del individuo, comenzando desde la juventud pasando por
la edad adulta hasta la educación superior -además de llegar a aquellos que están excluidos económica y
socialmente- es imprescindible. (Conduras, citado por Gómez & Satizábal, 2011, p. 123).
Pequeños emprendedores con
visión de fututo