1. CAPÍTULO 5: ¡DESPIERTA, BABY!
Este título nos hace una llamada a los humanos para reflexionar un poco sobre
nuestras conductas hacia los demás. Las complicaciones de la vida tienen que ser
tomadas de forma más sencilla, para poder superar los problemas. El ejemplo del
alumno y el maestro nos enseña que no es necesario tener todo para ser felices.
En el ejemplo de Kanes, seguimos diciendo lo mismo: tenía todo lo que quería,
pero cuando quiso cariño no tuvo a nadie que se lo diera, pues al ir reuniendo
tanto dinero no prestó atención y no se dio cuenta de que se quedaba sin amigos,
sin nadie. La atención es el aspecto por el que vamos a encontrar como lograr la
buena vida. Para lograr esta buena vida tenemos que vivir convencidos de que no
todo da igual (como pensaba Esaú), aunque vayamos a morirnos antes o
después. Debemos también intentar comprender y respetar al resto de la gente
para que nos quiera. Esto no significa no ser liebres, al revés, pero hay que hacer
un buen uso de este preciado derecho y no limitarnos a obedecer o desobedecer
órdenes; comprender por qué esto es bueno y aquello no, sino comprender qué
hará que nuestra vida sea buena. Debemos recordar que nadie puede ser libre por
nosotros.
No debemos basarnos en las cosas que tenemos, por que terminamos sin darnos
cuenta que las cosas que tenemos nos tienen a nosotros. Debemos darnos cuenta
de que como no somos puras cosas, sino humanos, necesitamos cosas que las
cosas mismas no tienen. No conseguiremos sin esto amistad, respeto, ni amor
entre otros. Por eso es que la complicidad y el trato son fundamentales.
Contaremos entonces con el respeto de una persona, aunque no sea más que
una: nosotros mismos, es decir; por lo menos defendemos nuestro derecho de no
ser cosas para los otros.
2. Ninguna buena vida puede prescindir de las cosas (sabemos que nos hacen falta
algunas, como un buen plato de comida) y no debe faltar el trato con las personas.
Si uno vive de las cosas y para las cosas carece de autenticidad, del auténtico
amor, y de un amigo autentico.
En resumen, nos referimos a vivir humanamente, y vivir humanamente tiene una
condición ética que es la de no vivir de cualquier modo, y tener una moral. Vivir
humanamente es comprender el por qué, cómo va la vida que llevamos, y que es
lo que nos puede ayudar a hacerla buena. Nadie puede ser libre por nosotros.