Este documento proporciona información sobre cómo inscribir a un niño en catequesis en una parroquia específica. Los niños entre 7 y 12 años pueden inscribirse en septiembre. Los padres deben comprometerse a asistir a reuniones mensuales y misa los domingos. La catequesis se lleva a cabo una vez por semana y está estructurada en tres niveles a lo largo de tres años.
1. Y si yo inscribiera a mi hijo
a la catequesis
DATOS PRÁCTICOS
¿Cómo inscribirse?
Pueden inscribirse todos los niños bautizados o no, y que están
entre los siete y doce años.
La inscripción se hace durante el mes de septiembre.
Los papás que inscriban a sus hijos a la catequesis tienen que
comprometerse, de alguna manera, a testimoniar su fe. En nuestra
parroquia tenemos una reunión con los papás cada mes y la
asistencia a la Eucaristía de los domingos, a las 12:00 horas.
En el momento de la inscripción se informa a los papás o a la
persona responsable que inscribe al niño del funcionamiento de
las sesiones de catequesis, así como de la aportación que puedan
hacer a la comunidad parroquial para ayuda de los gastos y de los
medios utilizados a lo largo de todo el curso en la catequesis. (La
aportación no debe ser obstáculo para dejar de asistir a la
catequesis).
¿Cómo se desarrolla?
El grupo de niños se reúne una vez por semana, 1º, 2º y 3º nivel,
los domingos a las 11:00 horas.
Hay tres niveles. Cada nivel tiene dos o tres grupos, dependiendo
del número de niños inscritos en el mismo. Cada grupo tiene una
catequista que le acompañará a lo largo de los tres años,
ayudándole a comprender mejor los contenidos de nuestra fe. Los
catequistas están coordinados por un sacerdote de la parroquia y
por una catequista que desde hace años lleva haciéndolo.
DÍA 14 DE SEPTIEMBRE, MIÉRCOLES, A PARTIR DE
LAS 19:00 HORAS, EN EL DESPACHO PARROQUIAL,
COMENZAMOS LA INSCRIPCIÓN PARA LA
CATEQUESIS DE INFANCIA (7-8-9 AÑOS)
PARROQUIA DE SAN DIEGO
DE ALCALÁ
Avda. de San Diego, 61
28053-Madrid
Tel. 91/477.72.44 y 91/4784314
INSCRIPCIONES EN EL DESPACHO A PARTIR DEL
14 DE SEPTIEMBRE DEL 2016:
(Despacho; L,M y V, de 19:00 a 20·30 horas)
2. Porqué ir a la catequesis?
La palabra catecismo viene de latín catechismus que a la vez procede del
griego katékein, “hacer resonar”.
La catequesis tiene la misión de hacer resonar la Palabra de Dios para
motivar al que la escucha. Inscribir a su hijo a la catequesis es posibilitarle,
por medio del evangelio, responder a las preguntas que él mismo se hace
sobre el mundo y sobre Dios.
La catequesis va dirigida a todos, a los cristianos de todas las edades, pero
el catecismo se dirige más particularmente a los niños bautizados o no, que
están entra los 7 y 12 años de edad.
Todos los lunes, lectivos, a las 5:30 de la tarde (1º), después de salir del
colegio, y todos los domingos a las 11:00 horas (2º y 3º) los niños se reúnen
en equipo o grupo con una persona adulta y formada cristianamente. Esta
persona es el catequista o la catequista que se encargará de acompañarle e
ir haciendo descubrir al niño y al grupo de niños el sentido y los contenidos
de nuestra fe, así como la forma de expresarla mediante la celebración y la
oración.
Es de capital importancia que los papás acompañen a sus hijos a las
celebraciones dominicales, y asistan a los encuentros que se programan
para ellos durante el curso; es una de las muchas formas que pueden
ayudar a los niños a ir adquiriendo criterios morales cristianos.
Seguir un camino.
No hace mucho tiempo, el catecismo era una asignatura integrada en el
desarrollo del rito escolar.
Hoy se hace mucho hincapié en el proceso de maduración en la fe. La
catequesis no condiciona para creer, sino que proporciona a los niños los
elementos necesarios para descubrir a Jesucristo y los valores que Él
propone en el evangelio para seguirle. Es un periodo de iniciación que abre
el camino a Cristo y la incorporación al Pueblo de Dios. Es un periodo que te
propone el camino de la fe.
Formar una vida interior.
Entre otras dimensiones de la personalidad del niño, ahora se trata de
configurar una vida interior de los niños, iniciándoles en el encentro con el
Señor y en la plegaria. Así, los niños pueden ir descubriendo, con la mirada
de la fe, los acontecimientos cotidianos, recreando en un espacio interior
espiritual a través de su forma de pensar y de su imaginación. A veces
podemos quedar admirados de cómo responde, ante según qué
acontecimientos, como un adulto.
Abordar las cuestione fundamentales.
Hay padres que se encuentran desorientados por la preguntas que les
formulan sus hijos y le remiten a sus propias interrogantes. Es más difícil
todavía explicar un acontecimiento dramático dando una respuesta de
esperanza: ¿Por qué morimos? Para los catequistas es esencial ir dejando
emerger las preguntas que van surgiendo.
Los textos bíblicos llevan a los niños, algunas veces, más lejos de sus
preguntas sobre la complejidad de la vida, dándoles oportunidades de
encontrar nuevas salidas y repuestas a sus preguntas.
La catequesis es vida.
Los métodos pedagógicos en la catequesis son profundamente evaluables.
Se trata de ir descubriendo que la fe no es solamente un saber sobre la
persona de Cristo, sino también una razón de vivir el día a día.
Entre los 7 y 12 años a los niños les gusta experimentar, por eso las
actividades en la catequesis son desarrolladas en torno a juegos de grupo,
donde el niño se encuentra comprometido en el desarrollo grupal del
juego. Si los objetivos están bien definidos, el juego puede ser lugar de
evangelización y de revelación de sí mismo, de los otros y de Dios.
Caminar con los otros creyentes.
La catequesis ofrece un acompañamiento espiritual al niño. El niño es
invitado a entrar por medio de las celebraciones de la comunidad cristiana
para que su tierna fe se enraíce en la fe de la Iglesia. Es muy importante que
los niños puedan encontrarse con cristianos adultos y comprometidos en la
celebración eucarística dominical.