La enseñanza de la historia se ha caracterizado por ser transmitiva, donde el profesor proporciona información que el alumno memoriza sin importar su importancia. El pensamiento crítico es un proceso activo y minucioso que implica reflexión, cuestionamiento y buscar distintas fuentes de información para tomar una postura. Aplicado a la historia, el pensamiento crítico contribuye a comprenderla desde una perspectiva cuestionadora.