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Medio ambiente
1. Trabajo de: Felix Rosero Rivera<br />Tema :Gestión - Medio Ambiente <br />La Gestión Ambiental en la Empresa <br />El concepto de ambiente implica directa e intimamente al hombre,ya que se concibe, como aquello que rodea al hombre en el ambito espacial, y que interactúa con este en forma permanente e inseparable.Debe entenderse que la actividad humana modifica siempre el ambiente.Y de manera creciente y sostenida.Toda vez que se desarrolla la actividad humana, cualquiera que ella sea, hay impacto en el ambiente, lo cual no implica un disvalor, en todo caso, debe atenderse a que ese impacto sea controlado, minimizado ocompensado, de manera tal que se tienda al concepto de desarrollo sostenible.La otra opción que tiene el hombre es la de dejar de crecer, y en ese caso, parafraseando a la Lic. Margarita Gutierrez, investigadora de la UNAM, “que levanten la mano los primeros 30 millones de personas dispuestos a dejar el plantea”. El Medio Ambiente – MA– puede ser entendido como:<br />Fuente de recursos naturales <br />Soporte de actividades <br />Receptor de efluentes. <br />Como fuente de recursosel MA abastece al ser humano desde las materias primas y energía que necesita para su desarrollo. Ahora bien, solo una parte de estos recursos es renovable y se requiere, por lo tanto, un tratamiento cuidadoso para evitar queun uso anarquico de aquellos nos conduzca a una situación irreversible.Las acciones humanas afectas de manera ostensible a una multitud de ecosistemas. Los recursos naturales deben utilizarse por debajo de su tasa de renovación (recursos naturales);con un ritmo asimilable por el MA (recursos no renovables consumibles, como el caso del petróleo), o con una intensidad de uso asumible y coherente, en el caso de recursos no renovables y no consumibles (patrimonio artístico).Como soporte de actividades, el MA presenta una mayor o menor capacidad de acogida para cada actividad que se desarrolla en su seno.Cada territorio, cada ecosistema y cada sistema socio-cultural presenta una capacidad de acogida para un numero indeterminado de actividades.Como receptor de efluentes, (emisiones, vertidos, desechos y residuos no deseados), se tendrá en cuenta la capacidad de asimilación del MA (capacidad de dispersión atmosférica, capacidad de autodepuración del agua, capacidad de filtrado del suelo, etc.). La emisión de efluentes de una actividad deberá realizarse siempre por debajode la capacidad de asimilación del MA.Las premisas:<br />Utilización de recursos, teniendo en cuenta la sostenibilidad y la renovación. <br />Situar las actividades en territorios con capacidad de compensar el impacto. <br />La emisión de los efluentes de las actividades no sobrepasará la capacidad de recepción o asimilación del MA. <br />Estas premisas serán la base de un buen sistema de gestión ambiental, sistema que tendrá como objetivo la integración ambiental de las actividades que se desarrollan en el MA, o sea la integración entre los diversos factores y procesos que forman el sistema socio-físico y de éste con el hombre a través de las actividades humanas.<br />Aunque la interacción del hombre con su entorno puede ser benéfica o perjudicial para éste, son los efectos negativos los que han generalizado una preocupación ambiental que se manifiesta en la creciente conciencia social sobre el tema.<br />Desde los comienzos del siglo XX, todos los indicadores productivos, han experimentado un crecimiento exponencial. La economía mundial se ha multiplicado por 20; la población mundial se ha quintuplicado; el factor de crecimiento de la producción industrial es de 50; el consumo de combustibles fósiles es en la actualidad 30 veces mayor que en 1990,… y así sucesivamente.<br />Ha llegado el momento de que la política de medio ambiente pase a una velocidad superior.<br />Esta nueva perspectiva es de globalidad e integración, escapando del enfoque excesivamente analítico y de microescala que hasta entonces se venía teniendo y permite observar nuestro mundo como un todo en equilibrio cuya evolución a mayores entropías se está acelerando a pasos agigantados, pudiendo estar cercano el punto de no retorno o aquél en el que se supera irreversiblemente la capacidad de asimilación del medio (Romero Alarcón, 1993).<br />Este enfoque facilita la búsqueda de soluciones que, inexcusablemente, han de pasar por alcanzar un punto de inflexión en la curva exponencial antes aludida, aminorando las acciones impactantes y ralentizando los impactos. O sea lo que se ha venido definiendo como desarrollo sostenible.<br />La industria y la agricultura, principales artífices en nuestro desarrollo, se han visto constantemente en el ojo del huracán, como si fueran las únicas responsables del ritmo actual de deterioro ambiental. No es una cuestión de culpabilidades, son sólo una más de las actividades que causan un grave impacto sobre el medio ambiente. Lo que si es cierto es que actualmente existen tecnologías que aplicadas a la industria y a la agricultura, posibilitan la minimización de esos impactos y su desarrollo futuro está vinculado directamente a integrar la componente ambiental en todas su decisiones. La industria puede provocar su segunda revolución si se convierte en el motor de este cambio estratégico.<br />La necesidad de un planeamiento medioambiental efectivo, es algo totalmente aceptado, hoy día, en el mundo empresarial.<br />Cualquier tipo de actividad empresarial se está viendo obligada a adoptar tecnologías y medios que supongan un limite al deterioro del medio ambiente.<br />Para el responsable empresarial, ya sea influido por la creciente legislación se va promulgando o por la concienciación lograda en base a la novedad de los temas medioambientales, o por la presión social tan insistentemente ejercida en la actualidad, el ocuparse de las consecuencias ambientales de su actividad no es una alternativa sino una exigencia indispensable para la supervivencia de su empresa. <br />La empresa en general, sea industrial, de la construcción, agrícola o de servicios, tiene una responsabilidad propia en relación con la gestión de la repercusión medioambiental de sus actividades, y por consiguiente, debe desempeñar un papel activo en ese ámbito. Esa responsabilidad exige por una parte, que los órganos de decisión empresariales establezcan y pongan en práctica políticas, objetivos y programas en materia de medio ambiente y sistemas eficaces de gestión medioambiental; y por otra que las empresas deban adoptar una política medioambiental que, además de contemplar el cumplimiento de todos los requisitos normativos correspondientes al medio ambiente, contenga compromisos destinados a la mejora continua y razonable de su actuación medioambiental.Actualmente, la teoría del desarrollo económico compatible con la protección del medio ambiente, toma carácter de naturaleza, viniendo provocada por la mayor demanda que, como consecuencia del aumento de la población, exige un aumento de la producción agrícola e industrial.La evidencia del deterioro ambiental deja claro que tenemos que caminar en otra dirección a fin de asegurar que el progreso sea sostenible, es decir que “satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer laspropias” (M.T. Estevan Bolea, 1994). <br />