2. Se Impecable con tus
palabras.
Nuestras palabras tienen gran
poder, por eso debemos de ser
cuidadosos antes de decir lo que
pensamos. Una palabra puede
ayudar o destruir a alguien. Al ser
usadas de una mala manera podrían
convertirse en magia negra.
Debemos de tener en cuenta que
las palabras causan un gran efecto
en nuestra personalidad. Nuestra
mente es fértil y el miedo a veces se
puede apoderar de nuestros
pensamientos por medio de las
palabras que nos puedan decir, por
eso siempre debemos de tener
cuidado al momento de opinar sobre
cualquier tema o sobre alguna
persona. Se coherente con lo que
piensas y con lo que haces.
3. No te tomes nada
personalmente.
Hay veces que nos tomamos todo
de manera personal y cometemos
un grave error. Quienes nos ofenden
por medio de palabras, comentarios
o criticas en realidad es a ellos
mismos a quienes se refieren.
Porque las palabras cuando no son
recibidas, pertenecen a quien las
dijo. Por esa misma razón debemos
de permanecer bajo el control
absoluto de saber quienes somos en
realidad, y no prestar atención a la
opinión ajena porque solo nos
servirá para destruirnos y no para
ayudarnos a creer en nosotros. Cree
en ti mismo y no te tomes nada de
manera personal.
4. No hagas
suposiciones.
Nunca debemos de hacer una
suposición sobre cosas que no
sepamos o cosas que los demás
dicen o hacen. Debemos de vivir
nuestra propia vida y no hacer
comentarios sobre la vida de los
demás. Las suposiciones pueden
generar conflictos entre las
personas. Cuando una persona
hace una suposición sobre otra,
podría causar un daño grave sobre
ésta, porque suponer es jurar que
todo es real. Sólo vemos lo que
queremos ver y oímos lo que
queremos oír. Hay personas que
creen conocerte y a partir de allí
comienzan a crear cosas sobre ti.
5. Haz siempre lo máximo
que puedas.
Lo máximo que puedas hacer
cambiará de un momento a otro; será
distinto cuando estés sano que
cuando estés enfermo. Bajo cualquier
circunstancia, haz sencillamente lo
máximo que puedas, y de este modo
evitaras juzgarte, maltratarte o
lastimarte. Debes de poner esfuerzo a
cada cosa que quieras lograr y nunca
detenerte ante nada, pero no
demasiado para no gastar por
completo tus energías. Tus esfuerzos
se verán reflejados en tus logros.
Cuando te despiertas renovado y lleno
de vigor por la mañana, tu rendimiento
es mejor que por la noche cuando
estás agotado.