Este documento resume los reinados de Carlos I y Felipe II de España en el siglo XVI. Carlos I unificó la corona española y llevó a cabo una agresiva política exterior que expandió el imperio pero también lo debilitó financieramente. Felipe II completó la unidad de la península ibérica y continuó la política exterior expansionista, pero la resistencia protestante en los Países Bajos y la derrota contra Inglaterra en 1588 indicaron el comienzo del declive español. Ambos monarcas se enfrentaron a problemas internos como rebeliones, y administr
La España de Carlos I y Felipe II: apogeo y decadencia del Imperio
1. TEMA 7-EL SIGLO XVI. LA ESPAÑA DE CARLOS I Y FELIPE II
A-Introducción:
Recién unificada España por los RR.CC. (con las limitaciones que hemos visto), la intrincada política de enlaces
matrimoniales, casando a sus hijos con diversos príncipes y princesas europeas (con los objetivos de lograr la
unidad ibérica con Portugal y conseguir “cercar” con alianzas al enemigo-Francia-), unido a las casualidades de
la Historia, va a dar como resultado la entronización de una nueva dinastía en España, de raíz centroeuropea,
los Habsburgo o Casa de Austria. Esta nueva dinastía va a llevar a España a la cumbre de su poderío
político-militar, proceso que va a llevar aparejado igualmente el de la decadencia general, que comienza a
manifestarse muy pronto.
Los reyes de esta dinastía en el siglo XVI van a ser Carlos I (1516-1556) y Felipe II (1556-1598), conocidos
ambos como los Austrias Mayores. Vamos a tratar de desarrollar ambos reinados en conjunto.
2. B-PROYECCIÓN EXTERIOR Y POLÍTICA INTERNACIONAL
Carlos I de España y V de Alemania(1516 -1556), nieto de los Reyes Católicos y del Emperador Maximiliano
de Habsburgo y María de Borgoña, hijo de Juana la Loca de Castilla y Felipe el Hermoso de Habsburgo, se
encontró con una fabulosa herencia que administrar: las coronas de Castilla y Aragón, los nuevos dominios
europeos (Países Bajos, Franco Condado,-de María de Borgoña, Austria y Milanesado, así como el título de
emperador alemán-de su padre y abuelo Habsburgo) y americanos (descubrimiento y conquista del Nuevo
Continente, bajo la tutela de Castilla). Sobre este impresionante soporte territorial, nació el ideal imperial de
hegemonía universal, la Universitas christiana, que aspiraba a la unificación del mundo bajo una misma fe y
bajo la soberanía de un monarca de la dinastía de los Austrias. Los cimientos del poder de los Habsburgo se
apoyaron en la solidez del dominio peninsular y la organización institucional de Castilla. La política imperial
agresiva y costosa, se desarrolla en Europa, donde Carlos V luchaba contra sus enemigos políticos y religiosos:
Francia(con victorias como la batalla de Pavía, con la que Carlos I se asegura el predominio en Italia) , estados
protestantes alemanes(a los que, a pesar de vencer en Mulberg, debe conceder el derecho de libertad religiosa),
imperio turco(con pugna en el Mediterráneo y Centroeuropa).
3. Con Felipe II (1556-1598), hijo del anterior, se hizo célebre la frase de que en sus vastos dominios no se ponía
el sol. La herencia recibida era inmensa aunque Austria y Alemania no se hallarán bajo su dominio. Felipe II
culminó la ansiada unidad peninsular coronándose rey de Portugal en 1580, a la vez que lucha contra los
tradicionales enemigos del Imperio y del Catolicismo: franceses (victoria de San Quintín), turcos (triunfo en la
batalla de Lepanto-1571), protestantes holandeses (que logran su independencia respecto a Felipe II) e
Inglaterra. El progresivo enfrentamiento con esta última culmina con el desastre de la Armada Invencible (1588),
que supone el fracaso del intento de invasión de Inglaterra y el indicio de la progresiva pero inexorable
decadencia española.
Toda esta política exterior de gran potencia desarrollada por estos reyes no solo fundirá los inmensos recursos
que llegan de las colonias americanas, sino que dejará exhausta a España y sobre todo a Castilla, soporte
básico del imperio.
C-PROBLEMAS INTERNOS Y ORGANIZACIÓN POLÍTICA
Carlos I, tras llegar a España, tuvo que superar las graves reticencias que los españoles oponían a un rey que
se había criado en Flandes, apenas sabía hablar español y se rodeó de sus consejeros extranjeros, y que no
quería de Castilla más que dinero para lograr la corona imperial alemana. El movimiento comunero castellano
(1519-1522), surge como movimiento “nacional”, dirigido por una burguesía urbana opuesta a la exportación de
lana a Flandes, a favor de la industria textil castellana, y defensora de las Cortes frente al poder del rey, y
apoyado por la nobleza. Destaca Toledo como principal núcleo de rebelión, con Juan de Padilla como capitán.
La división de los sublevados (la nobleza se pasa al bando real) provoca la derrota militar en Villalar (1522). En
Valencia, la rebelión de las Germanías concluye igual. La derrota comunera frustra a la incipiente burguesía
castellana, reforzando el poder del rey, que durante largo tiempo no va a tener contestación, y consolidando la
alianza entre la monarquía (poder político) y la alta nobleza(poder socio-económico), que anclaría a Castilla a
valores nobiliarios conservadores, sumisa a la voluntad de sus monarcas
Otros conflictos internos vendrán ya con Felipe II: sublevación de los moriscos de las Alpujarras-1569) y los
problemas derivados de la autonomía institucional de la Corona de Aragón (que aunque sometida militarmente,
se la respetará en su autonomía)
4. El modelo de organización política de los Austrias deriva del concepto de unión dinástica de los RR CC, que
es idéntico al de “monarquía multinacional” de los Habsburgo. Así, cada estado del imperio mantiene sus
normas e instituciones.
Castilla se convirtió en el centro del Imperio. Es el territorio más rico y poblado y a la vez el más dócil; en él
tienen los reyes más instrumentos para alcanzar la Monarquía Autoritaria; de ahí que terminen asentando su
capital en ella (establecimiento de la Corte en Madrid, 1561). En los demás reinos y posesiones se
establecieron Virreyes (Aragón, Indias, Italia) o Gobernadores (Países Bajos, Milán). Estos cargos fueron
ejercidos por altos nobles o miembros de la familia real.
El Rey estaba asesorado por los Consejos o “sínodos” (sistema polisinodial). Estos podían ser
sectoriales-técnicos (Hacienda, Órdenes Militares, Inquisición, Guerra) territoriales (Castilla, Aragón, Indias,
Italia, Flandes, Portugal…), y el Consejo de Estado, creado por Carlos I, con personalidades de todos los
reinos, para asesorar sobre asuntos generales y vitales, sobre todo de política exterior. Todos los Consejos
estaban formados por letrados, nobles y alto clero y tenían un carácter meramente consultivo; todos debían
estar en la Corte a disposición del rey. Cada Consejo dispone de un Secretario de Despacho, que de momento
no es más que un “intermediario” con el rey.
Las Chancillerías y las Audiencias llevan la administración de justicia.
Las Cortes de cada reino tuvieron la misma estructura y funciones que en la Edad Media; las de la corona de
Aragón fueron más reivindicativas y celosas de sus fueros; las de Castilla, dóciles tras la derrota comunera,
aprobaban sin dificultad lo que el rey les pedía. Solo tres ciudades manchegas (de 18 con derecho) tienen
representación en las Cortes castellanas: Toledo, Cuenca y Guadalajara.
Los Corregidores, designados por la corona, tenían el control de las ciudades.
D-RASGOS SOCIOECONÓMICOS
La economía, sobre todo en Castilla, disfruta de gran auge durante el primer tercio del siglo, para empezar a
tener crecientes problemas desde entonces. En principio el mercado americano favorece la expansión, pero la
política imperial de ingentes gastos y la situación socio-política –dominio de la aristocracia, sometimiento de la
burguesía-tras la derrota comunera propicia el declive económico. La Hacienda se nutría de crecientes
impuestos indirectos y subsidios reclamados a las Cortes (sobre todo a las castellanas) y de los impuestos
5. sobre lo que viene desde Indias a la Casa de Contratación, pero todo es insuficiente para abordar los ingentes
gastos de la Corona y se recurre al préstamo desmesurado (los “juros”), por lo que pronto se llega a la
bancarrota estatal (suspensión de pagos) y al empobrecimiento general de fin de siglo.
Hay que recordar que persiste básicamente la sociedad medieval, estamental: los privilegiados (nobleza e
Iglesia) no pagan impuestos, teniendo en sus manos la mayor parte de la riqueza agrícola. El campesinado,
mayoritario, se ve a merced de las coyunturas climáticas y de la presión fiscal de la Corona y los nobles. La
fuerte subida de los precios en este siglo fue muy perjudicial para la economía española y en particular para los
más débiles, los campesinos y las clases populares urbanas, que caían en masa en la marginación (mendigos,
pícaros y vagabundos); también fue muy perjudicial la inflación y los impuestos para la burguesía urbana,
sobre todo para la castellana, sometida a los intereses del monarca y de la alta nobleza, cuyos valores, como
vimos, impregnarán a toda la sociedad española durante siglos. Esta sociedad se corresponde con la España
del Renacimiento, que sin embargo se irá cerrando al exterior sobre todo con Felipe II, como reacción
defensiva (Contrarreforma) ante el triunfo protestante en buena parte de Europa. Es este el sobrio Renacimiento
que se ve en el palacio-monasterio del Escorial
E-AMÉRICA, CONQUISTA Y ORGANIZACIÓN:
Tras el dominio de las Antillas y la 1ª Vuelta al mundo (1519-1522), se suceden las conquistas en el continente,
destacando la del México azteca (Hernán Cortés, 1519-21) y del Perú inca (Francisco Pizarro, 1531-35); a
partir de estos núcleos básicos, se completarán las conquistas hasta 1580 (Río de la Plata) e incluso la
exploración del Pacífico y la conquista de las Filipinas (1571), que permiten el comercio con Oriente.
Para su Administración, las nuevas tierras fueron incorporadas a la Corona de Castilla. Se crearon municipios
o cabildos, gobernaciones, Audiencias (con funciones judiciales y de gobierno) y, por encima de todos, los
6. virreinatos. Había dos virreinatos: el de Nueva España-México- y el de Perú. En España, se estableció en la
Corte el Consejo de Indias, encargado de todos los asuntos referidos a América. De él dependía la Casa de
Contratación, situada en Sevilla, que controlaba el tráfico comercial y de personas hacia Indias e intentaba
hacer efectivo el régimen comercial de monopolio castellano, si bien con dudoso éxito.
Respecto a la economía de las colonias, la minería fue la “estrella” (plata de Potosí (Perú) y Zacatecas
(México)); las trabajan los indígenas mediante el sistema de la mita (trabajo obligatorio de los indios a cambio
de un salario, de modo rotatorio), de terribles consecuencias para la población indígena. También se echa mano
de los indios para las explotaciones latifundistas de productos tropicales(plantaciones) o
europeos(haciendas), mediante el sistema de encomienda, que “entrega” un grupo de indios a un colono, y a
cambio de recibir protección y cristianización, los indios deben trabajar para él; en realidad era una forma de
servidumbre.
Consecuencia indirecta de la catástrofe demográfica de los indios, fue el temprano inicio del tráfico de
esclavos negros, para paliar la escasez de mano de obra.
La tremenda mortalidad entre los indígenas se dio por motivos complejos: entre ellos, está la explotación por los
españoles. Surgen pronto denuncias por parte de algunos misioneros, destacando Bartolomé de las Casas.
Estas y otras protestas generaron cambios legales protectores del indio (Leyes de Burgos-1512, Leyes
Nuevas-1542) pero la realidad siguió siendo la explotación.