Este documento discute los desafíos de la participación de las familias en la escuela del siglo XXI. La escuela ha perdido su monopolio sobre la transmisión de conocimiento y ahora debe contar con múltiples agentes educativos como las familias y los medios. También, las familias han cambiado y son más diversas, por lo que se necesitan nuevos enfoques para la relación entre escuela y familias. Finalmente, se argumenta que las familias deben replantear su participación en la escuela fortaleciendo su presencia e implicación para apo
La participación de madres, padres y tutores en la escuela del siglo XXI
1. INNOVACIÓN EDUCATIVA
Lola Abelló
La participación de las madres, padres I La participación
de las madres, padres
y tutores en la escuela del siglo XXI y tutores en la
escuela del siglo XXI
Es posible que la escuela pública que habíamos imaginado para en las cuales se socializan nuestros hijos y jóve-
el siglo XXI, al contrastarla con la realidad, sólo represente un nes. Nuevos lenguajes, desconocidos códigos
pálido reflejo de nuestras aspiraciones. Avanzamos con difi- hacen que los adultos ajenos temamos todavía
cultad en una sociedad aceleradamente cambiante, el contexto más a las tecnologías de la información y la co-
nos sorprende en el día a día. La escuela pública, como todo lo municación. Complejo entramado de relaciones
público, debe dar satisfacción a unos desafíos que, apenas em- humanas con la técnica y sus nuevos canales,
pezamos a cumplir, ya presentan nuevas complejidades. Aque- en el que debemos navegar padres, madres y
llo que era válido ayer hoy nos arremete como parcial, educadores para que el raudal de información
incompleto, y debemos buscar nuevas estrategias, renovadas que recibimos diariamente llegue a constituir
salidas para dar con la respuesta adecuada a cada momento conocimiento para la infancia y la juventud.
educativo. Y a todo ello, la escuela sigue con sus rit-
mos, sus pautas, sus conocimientos plasmados
en libro de texto como si de la única verdad se
La sociedad ha efectuado muchos cambios, las tratara. Poco proclive a cambios, la institución
estructuras familiares son múltiples y diversas, escolar, sacudida también por las transforma-
no podemos referirnos a la familia como único ciones sociofamiliares, busca autores en lugar
modelo posible de unidad de acogida, de de causas y así la comunidad educativa es cen-
donde niños, niñas y jóvenes salen para regre- surada en lugar de defendida.
sar después de un largo día de aprendizajes A nuevos tiempos, nuevas funciones de la
formales, no formales, informales, etc. escuela. Como ya no es la única transmisora de
El concepto de la infancia ha experimen- conocimientos deberá buscar inéditas destre-
tado una mutación en cuanto a la representa- zas para incorporar la información al conoci-
ción social: de constituir unos brazos para miento. La diversidad en el aula se corresponde
trabajar, se ha pasado a un bien escaso que me- con la pluralidad social y es resultado de la ge-
rece amparo, plasmado en una sobreprotección neralización de la enseñanza hasta los dieciséis
que para nada favorece su autonomía. Las rela- años. Estos niños y niñas, distintos entre sí en
ciones entre adultos y niños también se han capacidades, culturas e ideologías, pertenecen
transformado. En este caso, un poderoso medio a unas familias plurales, en su composición y
se ha introducido en el hogar, sin ni tan siquiera en sus valores, y éste constituye un dato signi-
pedir permiso: la televisión y todas las pantallas ficativo para elaborar los nuevos canales de re-
lación entre familias y escuela.
No es nuevo, ya que ha sido corroborado
por múltiples informes, que la escuela es un lu-
gar privilegiado donde se socializan los niños y
niñas, esto quiere decir que conviven, que vi-
ven junto a y, por lo tanto, incorporan espacios
de relación donde deben aprender a convivir, a
conocer, a establecer, a respetar estas normas
sociales que les convierten en ciudadanos.
La función educativa de las familias
Vivimos un momento muy complejo en el
cual educar resulta extremadamente compli-
cado. Tenemos un escenario social que va
cambiando constantemente y de manera ace-
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lerada. El concepto de familia se ha transfor-
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2. INNOVACIÓN EDUCATIVA
I COMUNIDAD EDUCATIVA / GENERAL
La participación de las madres, padres y tutores en la escuela del siglo XXI
tra confianza en la función educativa basada
en el afecto, los sentimientos y las emociones;
una familia es algo tan simple como una uni-
dad de acogida donde se establecen unas re-
laciones afectivas entre adultos y niños no
sólo de protección, sino también educativas.
Ahora, la labor educativa se comparte entre
la familia y las distintas instancias educati-
vas, entre ellas, la escuela, sumándose a ella
los diversos grupos sociales que nos rodean, los
medios de comunicación, sin olvidar las estruc-
turas sociales como grupos de poder social,
político o económico que pueden decidir te-
mas como que el precio de la vivienda suba o
que la economía esté basada en los servicios
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con unos horarios imposibles y unos contra-
tos precarios.
Por lo tanto, nuestra función educativa
mado y hablamos de familias, en plural, por su como padres y madres atraviesa el pequeño
composición diversa. Los adultos que forman círculo de la comunidad educativa para dimen-
una familia trabajan fuera del hogar y mayo- sionarse en la participación como ciudadanos.
ritariamente tampoco tenemos el apoyo de los
abuelos o la familia extensa, esto comporta
que las madres y padres vayamos tejiendo Participar en el siglo XXI
una red de apoyo alrededor de la escuela pú-
blica que interacciona con el barrio o el muni- Participar en la escuela, hasta finales del
cipio. Así, desde la escuela vamos adquiriendo pasado siglo, consistía en asociarse en la AMPA
compromisos con el tejido social cercano y y colaborar en los canales instituidos, como el
participamos como ciudadanos. Consejo Escolar de centro en la organización y
Educar en la incertidumbre sin paráme- el control social del colegio; el Consejo Escolar
tros fiables desconcierta cuanto menos. Los debía garantizar la democratización de la es-
modelos de familia que se han ido transfi- cuela pública. Han sido múltiples los avatares
riendo a través de generaciones ya no son vá- que éste ha sufrido en los vaivenes legales y la
lidos y se ven modificados por gran cantidad función para la que en principio fue creado di-
de información sobre otros modelos, que asi- fícilmente se ha llevado a cabo en algunos
milamos sin reflexión alguna. Venimos de una centros.
época en que los expertos han ido marcando Actualmente, el escenario de enseñanza-
el ritmo educativo de nuestros hijos e hijas, aprendizaje ha cambiado ostensiblemente; nos
haciendo tambalear la función paterna espon- encontramos demandando a la escuela una se-
tánea. Luego hemos pasado por una época en rie de procedimientos y destrezas anterior-
la que se nos ha reprochado el hecho de dimi- mente inimaginables, porque los protagonistas
tir de nuestras responsabilidades educativas a del aprendizaje, los niños, niñas y jóvenes ac-
favor de la escuela y la verdad tuales, nada tienen que ver con
es que la sociedad ha traspa- Debemos replantear el papel las generaciones anteriores, de-
sado a la escuela demasiadas de los padres y las madres en bido, entre otras cosas, a los es-
cargas educativas. Ya va siendo el centro, fortaleciendo su tímulos que reciben por otros
hora de que padres, madres y presencia con implicación y canales que la institución esco-
tutores restablezcamos nues- compromiso lar persiste en ignorar.
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I COMUNIDAD EDUCATIVA / GENERAL
La participación de las madres, padres y tutores en la escuela del siglo XXI
La escuela es un lugar privilegiado La escuela ha perdido el centes valoran en gran medida a la familia; en
donde se socializan los niños y monopolio de la transmisión estos momentos de transformaciones de todo
niñas, incorporan espacios de de conocimientos y esto tipo en que el grupo de iguales ejerce una gran
relación donde deben aprender a plantea nuevos desafíos, du- atracción, los padres debemos estar cerca de
convivir, a conocer, a establecer, a das y recelos; debemos re- nuestros hijos sin ser vistos, pero presentes.
respetar estas normas sociales formular nuevos conceptos: Por lo tanto, debemos replantear el papel
que les convierten en ciudadanos la autoridad del profesorado, de los padres y las madres en el centro, sobre
la convivencia en el aula, el todo en el de secundaria, fortaleciendo su pre-
sistema de actividad lectiva, etc. Para las fami- sencia con implicación y compromiso. Este
lias también se han trastocado las funciones compromiso debe ser a tres bandas: alumnado,
educativas tradicionales; nuestros hijos e hijas profesorado y familias.
reciben constantemente impulsos educativos La participación no se puede limitar a dis-
de distintos agentes con los que tenemos que poner de tiempo para hacerlo, necesitamos in-
contar y muchas veces contrarrestar. volucrarnos en la educación de nuestros hijos
Los retos sociales a los que estamos suje- e hijas; además de la voluntad, merecemos un
tos los educadores pueden, en muchos casos, reconocimiento social, que la función educa-
someternos a tensiones que solos no nos es po- dora de los padres y madres esté valorada so-
sible superar; únicamente mediante la coope- cialmente y por las administraciones, con el fin
ración entre familia y escuela podremos de que la tiranía de los horarios laborales de
avanzar en el camino de una formación ade- disposición absoluta, en que estamos inmersos
cuada a las demandas de un siglo marcado por muchos de nosotros, deje de presionarnos para
la información y el conocimiento. poder gozar de la tarea de educar y ofrecer un
Las AMPA también deben evolucionar y servicio a la comunidad a través de la partici-
cumplir la función social que se les viene de- pación en la escuela, en el Consejo Escolar, en
mandando, en la misma LOE podemos leer un las federaciones de AMPA, en el ámbito local,
cambio fundamental lingüístico que se co- nacional o internacional.
rresponde con voluntades políticas de adap- Es un buen momento para la reflexión y
tación a las necesidades sociales: no es lo replanteamiento de la función de las AMPA en
mismo que un ministerio sea de instrucción, el centro educativo, no sólo como padres y
de enseñanza o de educación. Que se asigne madres de alumnos, sino también como ciuda-
en una Ley Orgánica el uso de padres y ma- danos activos insertos en una comunidad que
dres, cuando se refiere a las funciones mera- explicita unas necesidades y reclama respues-
mente escolares; y familias, cuando se está tas activas de la ciudadanía para una sociedad
hablando de educación. Otra de las innovacio- más justa, más solidaria, más igualitaria, más
nes que se introducen es que el centro debe libre donde la educación va más allá e interac-
ayudar a las familias en su función educativa, ciona con el sistema educativo.
sobre todo estamos hablando de educación
infantil, pero sería trasladable a primaria o HEMOS HABLADO DE:
mayormente en secundaria, cuando el clamor . Comunidad educativa.
docente apela a las responsabilidades educa- . Acción comunitaria.
tivas de las familias. . Escuela y familia.
Como ya hemos apuntado más arriba, la
convivencia ha de formar parte de la actividad
cotidiana de los centros, se debe trabajar para
y en pos de una buena relación, son tan impor-
tantes el aprendizaje de procedimientos y con- Lola Abelló Planas
ceptos como el de actitud; y en este momento Presidenta de CEAPA
debemos centrarnos en secundaria. Los adoles- lola.abello@telefonica.net
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