2. porque solo siendo así, integro,
podrás dar para poder completar la
vida. Autoafírmate para que
completes el universo Nos renovamos
a cada instante.
ACÉPTATE, AFÍRMATE, ÁMATE, PERDÓNATE,
Tomar conciencia de que somos
seres únicos en la creación, somos
una obra de arte.
3. ADAPTATE.
El ser humano es un ser relacional, cuando
el YO consciente, afirmado, aceptado se
encuentra con el TÚ surge la maravilla del
NOSOTROS. De ese nosotros, de esa
relación se descubre la CONFIANZA.
4. Si te resistes a lo externo, sea lo
que sea, si no aceptas lo que la
vida te da en todo momento,
acabas desgastado.
Lo que la vida te ofrece es para
vivirlo, no para negarlo.
5. LA VIDA ES CAMBIO - NO TE RESISTAS
La vida cambia, de una manera
constante, no te resistas al cambio, el
cambio permite al espíritu que se
trasmute y ascienda hacia tu
conciencia.
6. Los señaladores de los cambios son los
periodos de crisis.
Vivir es un proceso de cambio
permanente. El Ser es una identidad
fluida, no es nunca el mismo, siempre
cambia.
No temas el caos, el mal y la sombra, son la
matriz del cambio. Solo cuando no nos
resistimos a cambiar podemos dar nuestro
fruto.
7. La sencillez y la humildad surgen ya al
final del camino. Lo bello es sencillo, lo
bueno es sencillo, lo verdadero es
sencillo. Solo lo sencillo es integro y nos
conduce a la unidad.
Sencillez, humildad, honestidad,
se común y corriente. No ser el
gigante de la gente.
8. SER UNO CON TODOS:
Humildad y sencillez. Entrar en
contacto con la Vida y
observar que todo (una flor, tu
hijo…) es un milagro del Amor.
La humanidad es el tejido
del creador, somos co-
creadores, estamos aquí
para conectarnos a la gran
cadena de la vida.
9. "Cada uno de nosotros", afirma, "necesita
paz en su vida. La paz que buscamos está
dentro. Está en el corazón esperando a
que la sintamos, y yo puedo ayudar a las
personas a descubrirla.
Prem Rawat (Maharaji)
No es el mundo el que necesita paz, sino la
gente. Cuando las personas de este mundo
estén en paz en su interior, el mundo estará
en paz".
10. Mientras no se conciencie de las propias
posibilidades, el individuo se aturde en conflictos de
naturaleza destructiva, o huye espectacularmente en
estados depresivos, sumergiéndose en psicosis de
variado orden, que lo dominan e inviabilizan su
evolución, por lo menos momentáneamente.
El autoconocimiento es una necesidad
para quien busca el equilibrio íntimo.
11. Reflejamos inconscientemente
un sin número de emociones,
pensamientos, atracciones,
repulsas, simpatías, antipatías y
represiones. Somos un complejo
indefinido de sentimiento e ideas
que, la mayoría de las veces,
brotan dentro de nosotros sin
saber cómo y por qué.
12. Vemos constantemente los errores y
defectos de los que nos rodean y somos
incapaces de percibir nuestros propios
errores, tan acentuados o más que los de
los extraños. (…)
13. La Paz Interior. Vivir conociendo esta cualidad profunda,
aunque sutil, es estar tan bien sintonizado con el poder
espiritual de la compasión y del amor que seamos contados
entre los más próximos a vivir la plenitud de sus posibilidades
Divinas. Pero ¿qué es esta paz personal e interior? Y ¿cómo
podemos encontrarla?
La paz personal es ese sentido interior,
etéreo, de bienestar emocional y espiritual,
esa tranquilidad profunda que nos llega
cuando somos capaces de desconectarnos de
los pensamientos inquietantes, inútiles o
amenazantes, y alcanzar a comprender la
realidad de “lo que es”.
14. La paz personal es ese sentido interior,
etéreo, de bienestar emocional y espiritual,
esa tranquilidad profunda que nos llega
cuando somos capaces de desconectarnos de
los pensamientos inquietantes, inútiles o
amenazantes, y alcanzar a comprender la
realidad de “lo que es”.
15. La paz personal subjetiva,
pero muy real, es el
sentimiento bien fundado y de
unión que tenemos cuando nos
liberamos de las
preocupaciones, el
sufrimiento, el dolor, el
estrés y el miedo y somos
conscientes de las incontables
maravillas que nos ofrece la
vida.
16. La paz interior es el conocimiento de
que todo está bien, la compresión de
que el Ser Universal lo tiene todo
bajo control, aun cuando nuestro
mundo parezca a punto de explotar.
Nos llega cuando nos apartamos
mental, emocional y espiritualmente, y
a veces físicamente, de los embrollos
mundanos, de los conflictos o de
nuestras responsabilidades mal
comprendidas.
17. La meditación y la meditación en oración
nos ayudan a trasladar nuestra atención
al momento presente y al control de
nuestra mente y de nuestro espíritu.
Nos vuelve a traer a casa.
Podemos soltar nuestras preocupaciones y
estar abiertos y conscientes de la presencia
divina. No conocemos otro medio más eficaz
para conseguir la paz interior. Destinar un
rato cada día a esta actividad será el mejor
de los remedios para todos los males que
acechan al hombre actual.
18. Nuestra energía emocional y espiritual
se dispara entonces hasta las nubes. Y
estamos preparados, recargados,
renovados para prestar servicio a
nuestro mundo.
19. Cuando avanzamos por el camino de la paz
interior ésta nos ayuda a convertirnos en
verdaderos pacificadores; pero no en el
sentido habitual de resolver las
contiendas de otras personas o de otros
pueblos.
Por el contrario, nos convertimos en pacificadores cuando
producimos la serenidad en nuestras almas. Entonces nos llenamos
de un poder positivo, de un espíritu que nos carga de energía. Y
cuando esa energía se utiliza para el bien, aumenta. Satisfará
todas nuestras necesidades, y fluirá para ayudar a otros.
20. Por el contrario, nos
convertimos en pacificadores
cuando producimos la serenidad
en nuestras almas. Entonces nos
llenamos de un poder positivo,
de un espíritu que nos carga de
energía. Y cuando esa energía
se utiliza para el bien, aumenta.
Satisfará todas nuestras
necesidades, y fluirá para
ayudar a otros.
21. En realidad, los actos sencillos son las cosas que
cambian nuestras vidas y nuestro mundo. La
búsqueda consciente de la paz es uno de ellos. Si
nos tomamos en serio la búsqueda de la paz
interior nos convertiremos en libertadores.
22. Pregunta de Kardec: “Si hay personas a quienes la
suerte es contraria, hay otras a quienes parece
favorecerles, pues todo les sale bien. ¿De qué depende
esto?” Respuesta de sus instructores espirituales: “Con
frecuencia es porque estas últimas saben hacer mejor
las cosas.” Ahí está. La aparente “buena suerte” sólo es
el resultado de una conducta inteligente frente a las
vicisitudes terrenas.