Ser estudiante en ambientes virtuales de aprendizaje 2subrayado y notas
Educacion sin muros
1. Educación sin Muros
Msc. María Angelina Quixtán Pastor
maria_angelina7@msn.com
La incorporación de la tecnología digital que abre y potencia los campos
de la información y el entretenimiento las tecnologías del conocimiento y
la educación que afectan la forma en que sentimos y pensamos, ha creado
un nuevo ambiente comunicacional que modifica o añade posibilidades a
nuestra manera de percibir y vivir en el mundo. Ahora es indispensable
pensar la educación más allá de las fronteras del aula de clase de las
paredes de la escuela, así como de las instituciones educativas en general.
“El aula sin muros”, la visionaria metáfora de Marshall McLuhan, expresa
que la explosión de la información y el conocimiento, así como la
distribución del saber social han desbordado a las instituciones formales
de educación. Ello significa que estamos en un momento en el cual es
necesario pensar la educación desde otro lugar, menos centralizada en el
aula y más en relación con las experiencias, las necesidades y las
sensibilidades de los niños y jóvenes de su cultura y sus proyectos, así
como en nuevos espacios de socialización. Se trata, por lo tanto, de una
etapa en la que se debe integrar en el proceso educativo el conjunto de
referentes, experiencias e imágenes a las que aún muchos se resisten.
Por estos motivos, las relaciones que se tejen entre sociedad y
comunicación, entre educación y comunicación, entre educación y
tecnología, suponen incorporar los cambios de los últimos diez o quince
años, así como la necesaria revisión a la teoría que explicó básicamente la
comunicación y la educación desde lo masivo y que requiere reubicar al
sujeto comunicacional en sus nuevas posibilidades de interacción con el
otro. Se podría contribuir a abrir la escuela al conocimiento y a la práctica
de otros lenguajes y competencias, todo lo cual contribuirá a integrar los
esfuerzos por la educación. Se trata también de limar las asperezas entre
el quehacer de los medios y de la escuela, de vincula la tecnología a la
educación, más allá de su conocimiento mecánico, incorporando los
2. lenguajes cohesionando los aspectos instructivos con los educativos, los
culturales con los racionales y la memoria con la creatividad (Quiroz,
2003).
En nuestro tiempo, el reto de comprender las necesidades y las
demandas de los niños y jóvenes frente al modo como la cultura
audiovisual y las tecnologías del conocimiento afectan la forma en que
piensan y sienten los educandos. Con relación a los procesos de acceso al
conocimiento, la expansión de la comunicación y las tecnologías de la
información y la comunicación han producido, en palabras de José Pérez
Tornero (2000), una serie de cuestionamientos al sistema escolar:
La escuela ya no es la depositaria privilegiada del saber, o, al menos
no lo es del saber socialmente relevante.
Las escuelas tampoco son los ámbitos privilegiados de transmisión
de la educación.
La escuela es, tal vez, la institución más eficaz para la enseñanza de
la lectoescritura, pero está quedándose atrás en la promoción de la
nueva alfabetización de la sociedad de la información, la del
lenguaje audiovisual y de la informática.
Los instrumentos para la producción y sistematización del saber no
están solamente en la escuela. Pero, sobre todo, la escuela no
facilita el ambiente de libertad que requiere la exploración del sabe
disperso en nuestros días; y, cada vez más, los estudiantes se ven
forzados a explorar este saber autónomamente.
La escuela ya no es la fuente de la racionalidad que funda o explica
el orden social. Además, al haberse convertido en un espacio poco
práctico, se conecta difícilmente con la acción social. A esto se
suma el creciente desempleo que afecta a los jóvenes en todas las
partes del mundo, lo cual favorece cada vez más al distanciamiento
entre educación y trabajo, entre teoría y práctica. Por estos
motivos la escuela está perdiendo a marchas forzadas el poder que
le había conferido el sistema social tradicional.
Los restos de la educación se presentan casi universalmente, aunque con
matices económicos, geográficos y culturales. El documento publicado
3. por la UNESCO en 1996, titulado “La educación encierra un tesoro” (Pérez
Tornero, 2000) plantea algunas líneas de reflexión:
La apertura sistemática de la escuela a nuevas fuentes de saber.
La conversión de las escuelas en espacios de exploración, de
descubrimiento y de invención.
La participación de la comunidad entera en la educación
Potenciar el tipo de alfabetización propio de la Sociedad de la
Información.
El ciberespacio, las telecomunicaciones, internet están procurando
la aparición de nuevas comunidades virtuales. La escuela debe
contribuir a la consolidación de nuevas comunidades educativas
que, trascendiendo espacios y limitaciones, potencie nuevos valores
de convivencia y nuevos ámbitos de producción y discusión del
saber. Cabe ensayar una suerte de educación multicultural e
internacional.
La redefinición del rol del profesor. De dispensadores del saber al
papel de entrenadores y tutores en los procesos de auto-
aprendizaje, incitadores y promotores de los nuevos grupos y
comunidades educativas, creadores de nuevos entornos educativos
y de instrumento pedagógicos, mediadores de conflictos.
La redefinición del rol del estado en la educación.
Aceptar el principio de la educación a lo largo de la vida.
Implicación de las escuelas en el mundo práctico.
Interiano se refiere a la comunicación como “un fenómeno de interacción
social que toda sociedad necesita para su desarrollo. Es el oxigeno y
fenómeno a través del cual el hombre ha hecho posible el avance
científico”. Por otro lado, Flores de Gortari y Orozco Gutiérrez aportan
esta definición (1980:241) “Comunicación es acción y efecto de hacer a
otro, descubrir, manifiesta o hacer sabe a uno alguna cosa, consultar,
conferir con otros un asunto tomando su parecer”.
Las anteriores, son definiciones de comunicación propiamente dicho, y
para efectos de estudio es necesario definir lo concerniente
comunicación virtual, lo cual abarca los mensajes que pueden ser
4. recibidos y respondidos a través de medios tecnológicos, generando la
interacción entre las personas que se comunican. Implica el uso de
conexiones directas o remotas entre computadoras para facilitar la
comunicación entre personas distantes. En este proceso se dan
transacciones entre los miembros de la red mediante el acceso común a
uno o más servidores. Estos intercambios pueden darse en forma oral o a
través de mensajes electrónicos. En la actualidad en muchas
universidades del mundo gran parte de la comunicación entre docentes y
alumnos es comunicación virtual, es decir, se relacionan por medio de la
red, a través de un chat, entregan tareas y resuelven dudas utilizando el
correo electrónico (González, 2011:27).
La relación pedagógica, de la cual hacen parte el docente y el alumno,
implica necesariamente la movilización afectiva, posibilitándose o
inhibiéndose el proceso de aprendizaje.De ahí que con todos los avances
en materia de renovación pedagógica, se haga evidente la necesidad de
desarrollar una educación integral. Lo anterior implica ocuparse no sólo de
los aspectos curriculares; sino también de la formación del ser, asunto que
puede hacerse muy evidente en la modalidad educativa presencial donde
los integrantes de la comunidad académica tienen un contacto directo,
cara a cara, facilitándose con ello el despliegue de las interacciones
sociales, la manifestación de la afectividad, el desarrollo de la inteligencia
emocional, entre otros aspectos que darían cuenta de ese más allá de la
intelectualidad
En la modalidad educativa presencial, donde se da una Interacción cara a
cara entre docente-estudiante y estudiante-estudiante, se hace muy
evidente todo el despliegue de los afectos, las emociones y por ende, de
las competencias; sin embargo, la pregunta aparece cuando se hace
referencia a la educación virtual, donde las relaciones se generan por la
mediatización de las tecnologías de la información y la comunicación, TIC;
pero no por ese contacto directo entre los actores del proceso.
En este sentido la educación virtual no es ajena al desarrollo de afectos y
emociones, sólo que éstos se manifiestan mediante discursos escritos y/o
silencios, donde es posible leer algo de eso que pasa consigo mismo y con
el otro, razón por la que es necesario desarrollar competencias
comunicativas que posibiliten comprender eso que se mueve en la
interactividad. La comunicación en los ambientes virtuales debería tener
5. implícito los siguientes aspectos: Tener la capacidad de compartir
aspectos generales de la vida personal, familiar y social, como punto de
partida para establecer relaciones interpersonales, reconocer que al otro
lado de la red se encuentra un ser humano, con necesidades emocionales,
por lo tanto, los mensajes deben estar atravesados por la calidez y el
respeto, personalizar los mensajes, de tal manera que el destinatario se
sienta reconocido y valorado, emitir mensajes claros para que éstos
puedan ser interpretados adecuadamente, generar motivación
permanente frente a los procesos, asumir una actitud abierta, donde
prime la escucha y el respeto frente al otro, manejar adecuadamente los
momentos de silencio que se presentan en la interactividad, generar
diálogo y alternativas de solución conjuntas.
A manera de conclusión, la comunicación se convierte en una
herramienta clave en la educación virtual, pues que ella representa un
vehículo para la emoción, aspecto que tiene una gran trascendencia en la
formación integral.