1. SALUD MENTAL
Salud mental o "estado mental" es la manera como se reconoce,
en términos generales, el estado de equilibrio entre una persona y
su entorno socio-cultural lo que garantiza su participación laboral,
intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de
vida. Se dice "salud mental" como analogía de lo que se conoce
como "salud o estado físico", pero en lo
referente a la salud mental
indudablemente existen dimensiones
más complejas que el funcionamiento
orgánico y físico del individuo. La salud
mental ha sido definida de múltiples
formas por estudiosos de diferentes
culturas. Los conceptos de salud
mental incluyen el bienestar subjetivo,
la autonomía y potencial emocional,
entre otros. Sin embargo, las
precisiones de la Organización Mundial
de la Salud (OMS) establecen que no
existe una definición "oficial" sobre lo
que es salud mental y que cualquier
definición al respecto estará siempre
influenciada por diferencias culturales, asunciones subjetivas,
disputas entre teorías profesionales y demás. Manera también,
como las personas relacionan su entorno con la realidad.
En cambio, un punto en común en el cual coinciden los expertos
es que "salud mental" y "enfermedades mentales" no son dos
conceptos opuestos, es decir, la ausencia de un
reconocido desorden mental no indica necesariamente que se
tenga salud mental y, al revés, sufrir un determinado trastorno
mental no es óbice para disfrutar de una salud mental
razonablemente buena.
La observación del comportamiento de una persona en sus vida
diaria es la principal manera de conocer el estado de su salud
mental en aspectos como el manejo de sus temores y
capacidades, sus competencias y responsabilidades, la
manutención de sus propias necesidades, las maneras en las que
afronta sus propias tensiones, sus relaciones interpersonales y la
2. manera en que dirige una vida independiente. Además el
comportamiento que tiene una persona frente a situaciones
difíciles y la superación de momentos traumáticos permiten
establecer una tipología acerca de su nivel de salud mental.
La salud mental no es sólo la ausencia de trastornos mentales. Se
define como un estado de bienestar en el cual el individuo es
consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las
tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma
productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su
comunidad.
En la mayoría de los países, sobre todo en los de ingresos bajos y
medios, los servicios de salud mental adolecen de una grave
escasez de recursos, tanto humanos como económicos. La
mayoría de los recursos de atención sanitaria disponibles se
destinan actualmente a la atención y el tratamiento
especializados de los enfermos mentales
y, en menor medida, a un sistema
integrado de salud mental. En lugar de
proporcionar atención en grandes
hospitales psiquiátricos, los países
deberían integrar la salud mental en la
asistencia primaria, ofrecer atención de
salud mental en los hospitales generales y
crear servicios comunitarios de salud
mental.
Aún más reducidos son los fondos
disponibles para la promoción de la salud
mental, expresión amplia que abarca toda una serie de
estrategias destinadas a lograr resultados positivos en materia de
salud mental. El desarrollo de los recursos y las capacidades de la
persona y la mejora de la situación socioeconómica figuran entre
los objetivos de esas estrategias.
La promoción de la salud mental requiere que se adopten
medidas multisectoriales, en las que participen diversos sectores
del gobierno y organizaciones no gubernamentales o
comunitarias. El principal fin ha de ser promover la salud mental
durante todo el ciclo vital, para garantizar a los niños un comienzo
saludable en la vida y evitar trastornos mentales en la edad adulta
y la vejez.