Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
1ª.HOMILÍA DEL VIº DOMINGO DE PASCUA. Ciclo C
1. MI PAZ OS DEJO, MI PAZ OS DOY – dice el Señor-
(Jn. 14, 28).
Queridos amigos: Os invito a que reflexionemos juntos y celebremos con gozo
algo que toda persona busca en su vida: la paz.
La Paz de Cristo es reconciliación con el Padre y con los hermanos.
Esta Paz nace de Dios mismo, y nos invita a vivir en fraternidad, en solidaridad
y en perdón.
¿Qué significa vivir la paz en fraternidad y solidaridad?
Buscar no solo nuestro beneficio y satisfacción, sino entretejernos entre todas las
personas para que gocen de los mismos beneficios y prestaciones.
No olvidar, que en la base de toda fraternidad está la justicia = dar a cada uno lo
que le corresponde, y la solidaridad = preocuparnos por sus derechos y servicios.
Todos necesitamos de todos. Es lo que hace Jesucristo: acercarse y ver qué
necesita cada persona: el enfermo, el pecador, el niño, Zaqueo, María
Magdalena, la mujer adúltera y preocuparse por ellos.
Jesucristo sabe escuchar y penetrar en el corazón de las personas, para ofrecerles
la palabra adecuada, el gesto o la acción oportuna.
Jesucristo sabe ponerse en la situación del otro para compadecerse ante su
necesidad o sufrimiento.
¿Qué significa vivir la paz del perdón?
Es tratar de buscar para nosotros y para los demás el don que Dios quiere
para toda persona: la paz. La paz es una tarea a la que Dios llama a toda
persona y a toda comunidad.
Toda persona y toda comunidad se ha de esforzar por vivir en paz y dejar
vivir en paz; no solo con tolerancia, sino con benevolencia; implicándose
con perseverancia, compasión y valentía en vivir y convivir en paz.
La paz que va unida al perdón,
- es la que nos hace vivir y trabajar en paz.
- es la que nos proporciona bendición y nos hace dormir en paz.
- es la que en medio de las prisas y presiones, críticas o envidias, no nos
hace perder la confianza, la serenidad ni el equilibrio.
- es la que nos hace optar por la felicidad y el desarrollo personal y
social.
- es la que nos hace desear, decir, cantar, ofrecer y contribuir a crear la
paz. La que nos hace decir como al Señor:
“MI PAZ OS DEJO, MI PAZ OS DOY.
Gabriel.
6º. Domingo de Pascua. Ciclo. C. Madrid. 5 de Mayo de 2013.