1. 13.- ALELUYA. CRUZa la Vida ACOMPAÑANDO.
Queridos amigos: La imagen del Buen Pastor (Jn. 10, 1 – 10), nos puede ayudar
y enseñar a “ser buenos pastores”.
Lo propio del “buen pastor”, es el ACOMPAÑAMIENTO.
En ese acompañamiento aprendemos a ser pacientes, solidarios, redentores,
sanadores y dadores de vida.
La carta de Pedro. 2, 2, nos invita a acompañar “obrando el bien”.
 Enséñanos, Señor, a acompañar siendo pacientes en acoger, en esperar, en
ofrecer y en aceptar.
 Ayúdanos, Señor, a acompañar siendo solidarios con palabras, gestos, actitudes
y acciones.
 Enséñanos, Señor, a ser solidarios compartiendo generosidad, servicios,
responsabilidad, sacrificios.
 Ayúdanos, Señor, a permitir que seas redentor curando heridas, imponiendo
manos, evitando daños y aliviando dolores.
 Enséñanos, Señor, a ser “pastores y guardianes” de nuestras vidas,
defendiéndolas de todo peligro: ataque de lobos, opresión de mercedarios,
engaño de seductores, peligros de desunión, descarriamiento y pérdida del
camino.
Guardianes y pastores, que no sólo defienden la vida, sino que la proporcionan y
la dan según sus posibilidades.
Cantemos con el salmista: “El Señor es mi pastor, nada me falta”. (Sal. 22, 1 -6).
 Nos defiende y nos cuida.
 Nos ilusiona y nos ama.
 Nos mira siempre con cariño-
 Nos espera y nos regala.
 Nos ayuda a superar nuestros miedos y nuestras dudas.
 Nos ayuda a vivir con intensidad cada momento sin perder la paz.
 Nos ayuda a “ser pastores unos de otros”, defendiéndonos, ayudándonos,
curándonos y acompañándonos.
Pastor y guardián de nuestras vidas,
ayúdanos a CRUZar la Vida ACOMPAÑANDONOS.
Gabriel.
4º.Domingo de Pascua. Ciclo. A. Madrid. 11 de Mayo de 2014.