Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
HOMILÍA DOMINGO 6º DEL TO. CICLO B. DÍA 15 DE FEBRERO DEL 2015
1. TODOS PODEMOS SER REFUGIO
PARA EL NECESITADO.
Queridos amigos: La figura del leproso que aparece en el pasaje evangélico
(Mc. 1, 40- 45), es signo de enfermedad, discapacidad, ancianidad o rechazo por
razón de raza, sexo o incluso religión.
Hemos de reconocer que, entre nosotros, existen muchos marginados, que
acuden a nosotros pidiendo ayuda, reconocimiento, derechos y valoración
personal.
Veamos cómo actúa el Señor frente al leproso o marginado.
Jesús, “al oile y verle, se conmovió, extendió su mano y le toco diciéndole.
¡Quiero, queda limpio!”. (Mc. 1, 41)
Recuérdanos, Señor, que ante el marginado o necesitado de ayuda, hemos de
acercarnos conmoviéndonos y extendiendo la mano para ayudar o curar.
Necesitamos la fuerza de tu Espíritu, Señor, para poder conmovernos, extender
la mano y decir: QUIERO, ¡queda limpio!
Danos, Señor, la fuerza de tu Espíritu, para buscar siempre el desarrollo y
disminuir la explotación.
Enséñanos a tratar de liberar y no esclavizar.
Ayúdanos a ampliar los servicios y a disminuir la opresión.
Que ofrezcamos nuestras manos para colaborar y hacer el bien.
Enséñanos a vivir en austeridad y no en derroche.
Que tratemos de acoger y no rechazar. A respetar y a no humillar
Enséñanos, Señor, a ser altruistas y compartir, dejando de ser egoístas o
codiciosos.
Recuérdanos, Señor, que para los misericordioso y compasivos, no hay
impuros, ni excluidos, ni marginados, ni rechazados.
Acudamos al Señor con la súplica del salmista:
“Tú eres nuestro refugio, nuestro amparo,
nuestra roca y nuestro protector”. (Sal. 31, 1 – 11)
Tú eres mano amiga para el que se siente sólo,
y brazo fuerte para el que desfallece.
Fortalécenos, Señor, para que podamos ser:
Refugio, sostén, y apoyo del necesitado.
Gabriel.
6º. Domingo Ordinario. Ciclo. B, Madrid. 15 de Febrero de 2015.