La fe ayuda a tomar decisiones difíciles al ofrecer principios como la alegría, la solidaridad y la justicia para guiarnos. Cuando dudamos, debemos optar por vivir con alegría y compartir con los demás en lugar de egoísmo, y defender a los vulnerables de forma justa y pacífica a través del amor.
HOMILÍA DEL DOMINGO 2º DE NAVIDAD. DIA 3 DE ENERO DEL 2016
LA FE NOS AYUDA A DECIDIR
1. LA FE NOS AYUDA A DECIDIR.
Queridos amigos: Todos tenemos experiencia de que en la vida no siempre es
fácil DECIDIR.
Y no es fácil decidir porque en toda decisión se interfieren vivencias,
sentimientos, ideas, personas, actitudes y sensaciones. Siempre encontramos “pros y
contras”, ventajas e inconvenientes. Casi siempre, se mezclan deseos con realidades.
En el A. Testamento, todas las vocaciones, que son llamadas que Dios hace a
las personas, tienen por objeto misiones concretas. Cuando Dios llama a Abrahán, a
Moisés, a Amós, a Isaías, a Jeremías o a Ezequiel, es para cumplir una misión. Por eso,
les repite siempre la misma orden: ¡Ven!
Cada uno pone sus excusas, sus dudas o dificultades antes de decidir, porque
acertar con la decisión no es fácil casi nunca.
¿Qué hemos de hacer?
Tres veces nos recuerda el pasaje evangélico esta misma expresión: ¡ “Qué tenemos
que hacer”?-(Lc. 3, 10 – 18)
Decidir por la alegría. (Filp.4, 4 -7), que es un elemento y una necesidad de la
vida; un principio y una fuerza vital
Quien vive con alegría está más predispuesto a descubrir que la vida está
preñada de posibilidades, de dones, de regalos y alicientes.
Optar por la solidaridad. Compartir el vestido o el alimento, cuanto somos y
tenemos, es señal de que buscamos el bien común por encima de nuestra
comodidad o egoísmo.
Tomar el camino de la justicia. Es decir, no exijamos más de lo establecido.
No nos aprovechemos; no seamos usureros, no defraudemos. Seamos justos,
defendamos al desvalido y al necesitado.
Optar por la paz y no por la violencia.
No utilicemos la amenaza ni el insulto. No empleemos la tortura o el terror. No
ejerzamos la opresión ni la represión. No utilicemos la venganza, la coacción o
el malquerer, sino que pongamos todo al servicio de la paz.
Escojamos el camino del amor.
No hagamos sufrir a nadie sin necesidad.
Que el Señor sea descubierto entre nosotros porque somos capaces de
….acoger, de ayudar y de perdonar.
¿Qué debemos hacer?
Juan Bautista nos enseña a compartir, a respetar, a no hacer sufrir, a
esperar y a convertirse.
Multipliquemos la alegría y las sonrisas compartiendo tiempo y
posibilidades.
Gabriel.
3º. Domingo de Adviento. Ciclo. C. Madrid. 16 de Diciembre de 2012.