“Lo que no ha cambiado” es una serie de monográficos donde reflexionar y reivindicar algunas verdades que se han manifestado ahora pero existían antes del Covid19. Verdades que nos definen el potencial humano que ciertos territorios pueden llegar a tener para la construcción tu marca.
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La apoteosis de un tal Ibai Llanos, en El Periódico de Cataluña y El Periódic...
LO QUE EL COVID19 NO HA CAMBIADO. Territorio nº5 "Los bares"_Por Íñigo de Luis
1. Llegó a nuestras vidas.
Nadie lo esperaba.
No sabíamos lo que era.
Ni lo que podía provocar.
Estamos más en casa, más que nunca.
Nuestra vida está aquí, sólo aquí.
Estamos limitados.
Pero ¿hemos cambiado?
No estrictamente.
O al menos no en lo esencial, en lo importante.
Tal vez lo hemos rescatado, recuperado.
Pero seguimos siendo lo que somos y hemos sido siempre.
LO QUE EL
COVID19 NO HA
CAMBIADO
“Lo que no ha cambiado” son una serie de reflexiones con las
que reivindicar algunas verdades que se han manifestado en el
contexto actual pero existían antes del Covid19. Verdades que
demuestran el potencial humano que ciertos territorios pueden
llegar a tener para la construcción de una marca.
TERRITORIO Nº5 – LOS BARES
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2. Más de 2 millones de personas mayores de 65 años viven
solas en casa. Hoy, se encuentran a salvo del virus pero en
manos del otro gran enemigo: la soledad.
La interacción humana es uno de los principales factores
para el bienestar, la salud e incluso la longevidad, tal y
como explica la psicóloga Susan Pinker en su charla TED
del año 2017 The secret to living longer may be your social
life. La vida social activa nos permite sentir a la gente,
sentirnos nosotros mismos vivos y sentir que convivimos
con otras personas.
Esta vida social la pueden ocupar en algunos casos los
vecinos, los comercios habituales del entorno pero
también lo hacen y, de una manera excepcional, los bares
de pueblo y también de barrio. Espacios que sirven como
refugio social por su capacidad para favorecer las
relaciones sociales, espacios de convivencia y ayuda
mutua, espacios intergeneracionales y abiertos para
cualquiera, espacios que humanizan las calles y las plazas.
En definitiva, lugares "donde se crea parroquia" tal y como
oí una vez decir, acertadamente, a Sergio Fanjul. Lugares
donde si "Franciso no ha bajado a tomar café hoy" se le
toca el interfono no sea que le haya pasado algo.
Estos bares "de barra" hoy están cerrados y los
echamos de menos, pero antes probablemente no los
valorábamos lo suficiente. O, al menos, no se les
reconocía la contribución social que pueden llegar a
tener.
De hecho, en la última década han cerrado más de
20.000 bares en toda España, según datos de la
patronal hostelera de 2019. A ver después de ésta
cuántos más no vuelven a abrir y cuántas personas se
quedan sin un lugar al que poder ir a "tomarse un café,
un zurito o echarse un dominó“.
Ojalá esta situación y esta reflexión nos haga no pasar
por alto, nunca más, la enorme contribución que los
bares tienen, más allá de "poner el mejor gin-tonic de
Madrid".
_Photo by Jose Luis Fuente _Iñigo de Luis
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LA SOLEDAD TERMINA
CUANDO ENTRAS POR
LA PUERTA DE UN BAR
_Lo que no ha cambiado Nº1
Los bares, esos que hoy cierran a
millares cada año, son uno de los
agente de protección social con más
capilaridad de toda España.
Los bares son lugares donde se crea
parroquia, barras humanas donde entran
conversaciones, piropos, ánimos y
preocupaciones.
3. ¿En casa o en el bar? Una pregunta muy típica cuando
juega tu equipo. Porque seamos sinceros, ver un partido
en casa por muy buena que esté la Domino's que te vas a
tomar, no es lo mismo que hacerlo en el bar con los
colegas. Ni mejor ni peor, diferente.
Minuto 80. Gol de Yuri en la semifinal de Copa del Rey
entre el Granada y el Athletic. El Athletic está en la final una
vez más. Si eres fan del Athletic como yo, eso es muy, muy
para celebrar... Salvo que estés en casa y tus hijas de 2 y 3
años estén durmiendo. Te la juegas si gritas ¡GOLLLLLLL!,
así que haces un gesto con el puño, tú solo y ya. En un bar,
eso no hubiera sido así, te hubieras abrazado con quien
tuvieras al lado, porque los bares son sinónimo de
celebración.
El fútbol no es sólo un deporte, es una conversación
permanente. Que si penalti, que si fuera de juego, que si
eso ha sido tarjeta amarilla, que si nos merecíamos marcar.
En casa te queda el WhatsApp, pero no es lo mismo. En un
bar te giras y quien tengas al lado, sobre todo si es de "los
tuyos", tendrá las mismas ganas de comentar la jugada
que tú. Por no hablar de Miguel, el camarero que cada vez
que mete un gol tu equipo tocará la campana e invitará a
una ronda.
El fútbol y los bares van de la mano. Incluso aunque
seas de los que vas al campo, el bar está en el antes y
en el después. Hay que comprar el bocata y tomarse la
última antes de entrar. Y, por supuesto, "verse" al salir.
Pequeñas rutinas que crean afición, no me refiero al
fútbol sino al bar. Empiezas por ahí y terminas teniendo
una nueva familia con la que te vas a ver a tu equipo a
Manchester, compartes la quiniela, te tienen guardado
“El Correo” el lunes por la mañana o te guardan un
número de la Lotería de Navidad.
Hoy, ni una cosa ni otra. Ni fútbol, ni más importante,
bares. Ni celebración ni familia. Que si bien no va a
sustituir a la “de verdad” sí que tiene algo que la hace
también muy necesaria. Porque el fútbol, como el bar,
es sinónimo de celebración y de familia, algo que todos
echamos mucho de menos.
_Bar Athletic en la Plaza D. Victor Chavarri de Bilbao _Iñigo de Luis
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LO IMPORTANTE
SE CELEBRA EN
EL BAR
_Lo que no ha cambiado Nº1
Los bares te acercan a gente a la que
probablemente en otro contexto no les
daríamos ni los buenos días.
Los bares no sólo nos abren su local
sino que nos abren las puertas a
formar parte de ellos.
4. "Ha fallecido nuestro querido Castro Herrezuelo del
#Palentino. ¡Gracias por tantos años de bocatas y cañas! “
Como éste, el 22 de febrero de 2018 Twitter se lleno de
agradecimientos a Don Castro Herrezuelo. La puerta
metálica del bar al que había dedicado prácticamente
toda su vida, El Palentino de Madrid, amanecía con dos
claveles y numerosas cuartillas con mensajes en recuerdo
de él por una vida dedicada a sus clientes.
"Candi, te recordaré siempre con alegría. Allá donde estés,
cuida de tus amigos y vecinos de la calle Noviciado"
El pasado mes de marzo, poco antes de que la COVID-19
llegará a nuestras vidas, falleció Candi, regente de Casa
Candi de Madrid, un bar en el que, en palabras del propio
Candi, "te tenías que sentir como en casa" al entrar por la
puerta.
Y es que hay bares que marcan a la gente, a un barrio, a
una calle, a una vida o incluso a una generación.
Normalmente son bares en los que el dueño te reconoce,
porque no eres un cliente, eres una persona a la que como
los que frecuentaban el Candi se les recibía con "besos y
abrazos". De esos que ahora no se puede casi ni hablar.
Estos bares nos hacen mejores y hacen mejores
nuestras ciudades. porque le dan tres cosas: gente,
murmullo y alma. ¿Cuánto nos gustaría ahora
asomarnos por la ventana y sentir esas tres cosas
verdad? Hoy, que cada día la ciudad amanece y se
acuesta tan silenciosa, que no podemos bajar a ese
"bar de siempre" con los "amigos de siempre" a
tomarnos "lo de siempre" es cuando te das cuenta que
lo de probar todo lo nuevo está bien. Pero "lo de
siempre" te genera un vínculo único, humano y muy
personal que te hace sentir bien, parte de algo: tu calle,
tu barrio, tu ciudad.
Ahora que estamos como estamos, entre cuatro
paredes, tirando de lo digital para todo pero al mismo
tiempo hartos de tanta "call", “facetime" y “tweet“, es
cuando más claro tengo que esa ciudad que está ahí
fuera tiene vida gracias a que hay bares de siempre que
permiten que personas como nosotros sintamos cosas
como las que los clientes de Castro y Candi sintieron.
No terminarán probablemente en los libros de Historia
pero sí que formarán parte del patrimonio humano de
nuestra vida.
Espero, pronto, esperaros en el bar de siempre.
_Iñigo de Luis
arenamedia.es
_Photo by Andres Besomi on Flickr
_Lo que no ha cambiado Nº1
Los bares de siempre son generadores
de vida social, de vínculo y de identidad
con el lugar en el que vivimos.
LOS BARES SON
PATRIMONIO DE
NUESTRAS VIDAS