La literatura griega se caracterizó por buscar la belleza y perfección, desarrollando los tres géneros literarios clásicos y usando el teatro exclusivamente para diálogos. La literatura romana se enfocó más en celebrar el poderoso imperio a través de épicas y historias basadas en héroes, y su teatro servía principalmente para entretener al público. Ambas culturas compartieron la adaptación de la mitología y la democracia griegas.