Los estudiantes de la PUCV tomaron los edificios de la universidad hace un año para exigir democratización y educación gratuita. Aunque lograron poner estas demandas en la agenda nacional, las autoridades se negaron a ceder y al finalizar el año las manos de los estudiantes estaban vacías. Un año después, el movimiento estudiantil se ha debilitado y las demandas parecen haberse congelado, mientras que las autoridades siguen tomando decisiones de forma cerrada. Se hace un llamado a los estudiantes a no bajar los
1. «A UN AÑO DE LA TOMA»
Hace ya casi un año los estudiantes de la PUCV de manera democrática decidimos tomar los edificios de nuestra Universidad como
medida de presión para alcanzar un petitorio, el cual a nivel interno tenía como punto principal la democratización de la universidad y a
nivel externo se relacionó con la que sería la más grande demanda a nivel nacional, la educación gratuita.
Al interior de las tomas realizamos mucho trabajo, como constantes asambleas, encuentros regionales de estudiantes, encuentros con
trabajadores y académicos, jornadas de protesta y discusión y una asamblea popular comunal entre otras tantas instancias; con las cuales
logramos madurar nuestras demandas, discursos y estrategias, socializarlas y hacer parte de nuestra movilización a la comunidad
regional y nacional. Pero al interior de nuestra universidad, al igual que a nivel nacional, nos encontramos con autoridades tozudas e
intransigentes que no estaban dispuestas a ceder en su visión conservadora y obsoleta de lo que debía ser la universidad, la educación y el
país. Una visión donde el poder está concentrado en unos pocos que deciden por el resto imponiendo un modelo que beneficia a quienes
ya lo tienen todo.
Luego de un año de intensas movilizaciones donde el movimiento estudiantil se robó todas las cámaras y portadas, se logró poner en la
opinión pública demandas que resultaron tocar las conciencias de amplios grupos de la ciudadanía, ya que reflejaban contradicciones que
este sistema no sólo impone a los estudiantes sino que a toda la sociedad. Este gobierno no pudo quedarse callado frente a las demandas,
que ahora eran de la ciudadanía, y respondió con propuestas que en forma parecían ser muchas pero en fondo eran sólo una, más y
nuevos parches para profundizar el actual y nefasto sistema.
Lamentablemente nuestros propios errores y falta de herramientas políticas para poder incidir donde se toman las decisiones, tanto en
nuestra universidad como en el país, nos llevaron a terminar el 2011 con las manos vacías. Al finalizar el año todos los discursos
declaraban que la lucha no había terminado, que podríamos haber perdido un batalla, pero que el año 2012 las movilizaciones
continuarían aplicando todo lo aprendido ¿Y qué pasó?
Al interior de nuestra universidad la tónica es la pasividad. Nuestras demandas parecen haberse congelado mientras las autoridades
siguen tomando las decisiones entre unos pocos y entre cuatro paredes cerradas al resto de la comunidad; reflejo de aquello es la
publicación del nuevo plan de desarrollo estratégico, frente al cual nuestra federación de estudiantes se mantuvo silente, incapaz de
reconocer en él un espacio de disputa donde cobran sentido nuestras demandas. Las asambleas se encuentran carentes de discusión o
elaboración política: en sus tablas encontramos puntos más relacionados a mecanismos propios de la burocracia estudiantil que a
estrategias para hacer del 2012 exitoso para todos nosotros. Pareciera que hemos retrocedido todo lo que el año pasado logramos avanzar.
La imposibilidad de que el movimiento estudiantil logre constituir a nivel nacional instrumentos con incidencia política nos ha pasado la
cuenta, poniéndonos en un panorama donde el gobierno incluso se ha cansado de darnos respuestas insuficientes para pasar a dejarnos
totalmente fuera de la agenda pública, como se vio reflejado en el último discurso presidencial del 21 de mayo.
Frente a todo esto nuestra intención como colectivo no es hacer una denuncia para buscar culpables, sino hacer un llamado a los
estudiantes a no bajar los brazos, que este año sea un año de movilizaciones exitosas y triunfos para el movimiento estudiantil, el cual
depende de nosotros y de nuestra capacidad de mantener vigentes las demandas, tanto entre nuestros compañeros como de cara a quienes
ostentan el poder y nos ponen barreras para poder alcanzarlas. Invitamos a todos nuestros compañeros que durante el 2011 dejaron todo
en las tomas, en las calles y asambleas a que retomen con fuerza la iniciativa, ocupen los espacios como sus asambleas y la convención de
estudiantes para seguir buscando una manera de alcanzar la educación gratuita, el encuentro de la comunidad para pensar en una
universidad democrática en conjunto a trabajadores y académicos, y no dejen de marchar para recordarle al país que llegamos para
quedarnos y seguimos presentes.
IZQU IERDA AUTÓNOMA PUCV
"Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda vuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad
de todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda vuestra fuerza"
Antonio Gramsci