3. CIUDAD PREINDUSTRIAL
Las primeras ciudades surgieron en los
valles de los ríos Trigris, Éufrates, Nilo e
Indo, donde el desarrollo de la agricultura
posibilitó el comercio, lo que permitió
asentamientos permanentes de grupos
humanos más numerosos. A este fenómeno
se le llama “revolución urbana”. La ciudad
fue especializándose en producir los bienes
no agrícolas. Las primeras ciudades eran
de poca población y se localizaban en la
zona del Próximo Oriente, Egipto y la
India. La expansión de este fenómeno a
otras zonas del mundo fue un proceso muy
lento y, en ocasiones, como en América,
independientemente de lo que pasó en
Oriente o en Europa.
El urbanismo clásico comienza con las
ciudades de las grandes civilizaciones
mediterráneas: Grecia y Roma. Atenas fue
la más representativa de las polis2 de la
Grecia clásica. El modelo clásico se ensayó
en Priene, ciudad junto al mar Egeo, que
en el siglo IV a. C., fue diseñada por
Hipodamo de Mileto
Grecia
Acrópolis
Asty
Templo de Dioses
Residencia de nobles
Vivian las clases mas populares
con un trazado de calles que se
cruzaban en línea recta (plano
hipodámico). Roma, capital de un
Imperio que iba desde las Islas
Británicas hasta Mesopotamia, llegó a
tener más de un millón de habitantes.
A raíz de la crisis el Imperio Romano se
inició una decadencia urbana que llegó
hasta el siglo XI en Europa occidental,
época en la que resurge la vida en las
ciudades. Excepciones a esta
decadencia serán las ciudades bajo
dominio islámico, como Córdoba,
Bagdad o Damasco.
4. De la Edad Media a la Revolución industrial
La expansión agraria y comercial del siglo XI permitió el
resurgir de las ciudades europeas. Sólo las ciudades
situadas al borde de los caminos importantes, ríos o junto
al mar pudieron desarrollar una gran influencia más allá
de su comarca.
El urbanismo medieval, que se mantiene en los siglos
posteriores, se caracteriza por el trazado irregular de las
calles, la disposición circular con murallas y la existencia
de una plaza principal. El castillo, la iglesia y la plaza del
mercado son los centros fundamentales de estas ciudades.
Su tamaño es pequeño, pues casi nunca rebasan los 20.000
habitantes.
Durante los siglo XVI-XVII se desarrollan en Europa
algunas grandes ciudades: Londres, París, Nápoles, Sevilla
o Ámsterdam, cuyo crecimiento está ligado al comercio o
la actividad política. Pero ese crecimiento estaba limitado
por la pobre tecnología de la época y las dificultades de los
transportes.
5. Las ciudades europeas a partir del siglo XVIII
A raíz de la Revolución Industrial, desde finales del
siglo XVIII, hay un gran crecimiento de la población
en Europa por las mejoras alimentarías. El exceso
de población de las zonas rurales se trasladará a las
ciudades, en donde se sitúan las primeras fábricas.
Ahora hay una “segunda revolución urbana”. Con
la Revolución Industrial caen las barreras que
impedían el crecimiento de la población y la
ciudades aumentan su tamaño, con lo que surgen
nuevos barrios de obreros con viviendas en malas
condiciones y se derriban las murallas medievales
que impedían el desarrollo urbano. Las mejoras en
el transporte, gracias a la máquina de vapor,
permitirá traer a la ciudad, alimentos y materias
primas a través de los barcos de vapor o del
ferrocarril. Las ciudades del siglo XIX no sólo
aumentan en población, sino también en extensión al
surgir barrios nuevos alejados del centro. A finales
del XIX, surge también la distribución social del
espacio urbano: barrios obreros, barrios burgueses,
zonas de comercio y negocios, zonas o barrios
industriales, etc.
6. El urbanismo
Mientras en el siglo XIX el planeamiento urbano se preocupó
sobre todo de la mejora de las condiciones sociales de las clases
trabajadoras, desde finales del siglo XIX surgen nuevos modelos
que tratan de mejorar el espacio urbano y sus usos: es el
urbanismo social. Sirvan de ejemplo los proyectos de la “ciudad
– jardín” de Ebenetzer Howard, formulado en 1898, o los
“falansterios” de
Fourier.
Estas ideas trataban de mejorar la relación entre la ciudad y su
entorno, trasladando parte de la población a esa área y dejando
el centro para los negocios o el comercio. Así se produce la
aparición de un “cinturón verde “ en Londres o las ciudades
dormitorio que desplazaron a buena parte de la
población fuera del núcleo histórico.
Otras ciudades, como Brasilia (Brasil) o Islamabad (Pakistán)
han sido creadas por una decisión política. El planteamiento o
planificación de la ciudad adquiere un carácter claramente
social, enfoque que no se ha dejado hasta hoy. Aún así, después
del fin de la IIª Guerra Mundial en 1945, el carácter de la ciudad
fue sacrificado al ruido, el crecimiento desordenado y la
especulación.
7. Los tipos de funciones
• Las funciones no sólo definen la ciudad en sí misma, sino también a toda la región que toma como
área de influencia. Una función que ha sido tradicional en todas las ciudades es la agrícola, que es
desempeñada por su área rural.
•La ciudad como lugar para vivir. Las ciudades nacieron y se desarrollaron como lugares para
agrupar a la gente y vivir en ellas. En la áreas desarrolladas, las zonas residenciales se han
trasladado a las afueras de la ciudad, alejadas del tráfico, la contaminación y la superpoblación,
mientras que los barrios antiguos son hoy ocupados por población envejecida, marginal o
inmigrantes. En las ciudades del Tercer Mundo, la aglomeración urbana desplaza a los más pobres
a barrios periféricos carentes de toda clase de servicios.
• La actividad industrial. Ha sido básica en muchas ciudades del mundo desarrollado durante los
dos últimos siglos. En el último medio siglo se han trasladado a los alrededores de la ciudad,
formando los polígonos industriales, ya que así se hace más fácil el transporte y se elimina la
contaminación o el peligro de algunas industrias. Pero en las ciudades del mundo subdesarrollado
muchas industrias se sitúan cerca de aglomeraciones urbanas, que están expuestas a peligros de
todo tipo.
• Las actividades terciarias o los servicios. Numerosas ciudades se han especializado en una
actividad económica, relacionada con este sector: turismo, comercio administración, cine y arte,
universidades, etc. En estos casos, el centro de la ciudad es el eje de los comercios de lujo, la banca
la Bolsa y lo espectáculos. Las funciones residencial e industrial se desplazan hacia la periferia,
donde surgen nuevas actividades del sector terciario. Este modelo se da con poca frecuencia en los
países subdesarrollados por el bajo nivel económico.
• Ciudades especializadas. Cuanto más especializada es la función de una ciudad, mayor es su
ámbito de influencia. Lo mismo ocurre si posee numerosas funciones, como las grandes ciudades
del mundo. Hay ciudades con función religiosa, que combinan con el turismo. Otras son centros
turísticos que atraen millares de visitantes cada año y que viven casi exclusivamente de esa
actividad. La función intelectual, con cursos de verano o centros universitarios de prestigio se da
en Cambridge, Oxford, Salamanca, Bolonia, la universidad de Harvard, cerca de Boston, etc.
Otras tienen, sobre todo, función militar o administrativa.
La ciudad como lugar para vivir
La actividad industrial
Ciudades turísticas