2. El movimiento estético conocido por
“modernismo” el cual se desarrolla en los
últimos años del siglo XIX y los primeros del
XX.
3. Es en el primer cuarto del siglo XIX cuando la
mayoría de republicas Latinoamericanas viven
sus procesos y guerras de independencia. Sin
embargo, es fácilmente comprobable que la
mayoría de de estas jóvenes e inexpertas
republicas no terminan de ponerse de
acuerdo, interna y externamente, sobre el
rumbo a seguir.
4. Innumerables guerras estériles marcan el
paso de los años, como si nadie supiera que
hacer con un país recién adquirido.
No es hasta ya entrada de la segunda mitad
del siglo, cuando los distintos países van
llegando, casi por agotamiento, a ciertos
periodos de estabilidad política.
5. En su tal situación los sectores influyentes de
los países latinoamericanos entraron en la
certeza de aquel modelo de desarrollo era el
camino a seguir; de allí la urgente necesidad
de modernizar nuestras economías, para
estar a la altura de los tiempos.
6. Se trato como muchos han señalado, de
imponer capitalismo “desde arriba", contrario
de lo que sucedió en Europa que se impuso
“desde abajo”.
8. Asi como en el campo económico este era el
pensamiento predominante, asi también el
campo espiritual –en especial, el arte y la
literatura- se clamaba por la modernización
de los arcaicos esquemas de creación
artística.
9. El modernismo surge como afán de
renovación estilística de la literatura
hispanoamericana.
Por otra parte en una clara actualización de
los principios del arte por el arte,
manifestados hacia casi un siglo en la propia
Europa.
10. El modernismo adopto una postura contraria
a esta forma de capitalismo por cuanto el arte
no tenía ningún valor de cambio: la belleza
no era, técnicamente, una mercancía la
actividad intelectual apenas si generaba
interés.
11. Culto a la belleza La poesía modernista valora
el cultivo del arte por el arte, por lo que hay
un énfasis en las imágenes hermosas,
armoniosas y exquisitas, así como en la
perfección de la forma del poema.
12. Amor El tema del amor cobra un tono más
erótico y sensual en la poesía modernista.