Un científico le dio a su hija de 7 años un rompecabezas del mapa mundial recortado en pedazos para distraerla mientras trabajaba. Para su sorpresa, la niña terminó el rompecabezas en pocas horas. La niña explicó que había recompuesto primero la figura de un hombre en la parte de atrás, la cual sí conocía, y que al terminar al hombre también había terminado el mapa mundial.