Reseña descriptiva goria bernal- guia de escritura
John dewey su pensamiento. por mellizo, hernandez y sanabria
1. RESEÑA JOHN DEWEY Y SU PENSAMIENTO
El intelectual, y sobre todo el filosóficamente orientado, se halla
desconectado de la praxis material: la repugnancia que le causa lo
impulsa a ocuparse de las llamadas cosas del espíritu. Pero la
praxis material no solo es el supuesto de su propia existencia,
sino que constituye también la base del mundo con cuya crítica
su trabajo coincide.
Theodor W. Adorno1
Rafael Hernández
Oscar Sanabria
Lilibeth Mellizo
John Dewey nace en Burlington el 20 de octubre de 1859 y fallece en Nueva York, el 1 de junio
de 1952 a la edad de 92 años, filósofo, psicólogo y pedagogo se le reconoce como uno de los
grandes pedagogos del siglo XX. Entre sus obras se encuentran: la escuela y la sociedad 1899,
como pensamos 1910, democracia y educación 1910, experiencia y educación 1938, estas como
algunas de sus obras más conocidas.
Es indudable la influencia que el pensamiento de John Dewey tuvo y tiene en la actualidad, sus
ideas todavía son un referente para aquellos que incursionan en la pedagogía y en general para la
comprensión de problemas no resueltos en el panorama educativo.
El desarrollo de su pensamiento se asienta en los principios del pragmatismo como corriente de
pensamiento que se da en Estados Unidos, esta corriente estableció una ruptura con la tradición
Europea, pero esto es solo una parte de las ideas que componen su pensamiento ya que este
estuvo marcado por grandes momentos de la historia del pensamiento occidental; de las grandes
teorías de las ciencias extrajo: la teoría evolucionista y la de la relatividad , el método de las
ciencias naturales, estos aspectos tendrán un lugar central en el desarrollo de su pensamiento y
en especial su consideración como procedimiento de pensamiento- acción para la
reconstrucción de la sociedad y de las instituciones.
Según Abbagnano y Visalberghi (2001) de los muchos influjos que contribuyeron a la formación
de Dewey los más importantes son los de Hegel, Darwin y Pierce. Del último aprendió a analizar el
1
Mínima Moralia “fragmentos” Señal que cabalgamos, texto publicado por la facultad de ciencias
humanas, Universidad Nacional de Colombia 2004.
2. significado de una idea en términos de consecuencias prácticas diferenciales a su aplicación. De
Darwin tomó el modelo biológico que le permitió asimilar todos los “problemas” reales a una
falta de ajuste entre organismo y ambiente. De Hegel saco los caracteres filosóficamente más
importantes de su planteamiento. La realidad es un todo unitario monismo cuyas articulaciones
son siempre relativas, momentos de un desarrollo, no divisiones estáticas. Pero mientras para
Hegel todo es racionalidad absoluta, necesidad y certidumbre, para Dewey e l todo muestra
caracteres de incertidumbre y error, de precariedad y riesgo, y la razón no es más que un medio
para alcanzar una situación de mayor estabilidad y seguridad. (p. 636)
Así mismo es una constante en su pensamiento el afán por integrar valores e ideales humanos con
el saber científico siendo uno de los aportes más significativos de su pensamiento, recuperando
con ello un sentido ético de la ciencia, en la medida que su desarrollo debía contribuir a formar
seres humanos y construir una sociedad más justa y democrática ; por ello el pensamiento de
Dewey no puede limitarse a la simple Operacionalización académica ya que ello sería un error, su
pensamiento no se gesta alejado de las realidades de su contexto, Dewey es un activista
demócrata liberal y comunitarista que participo en las grandes luchas de su época haciendo
parte de un gran número de organizaciones sociales.
Sáenz (2004) Dewey se inscribió en el movimiento político progresista quienes consideran que
la democracia podía encontrar su realización en la democracia industrial, en la planeación social,
en la reconstrucción de las instituciones sociales, en la cooperación entre los individuos por
encima de la brutal competencia del capitalismo no regulado socialmente.
Entre los máximos idéales de los progresistas encontramos la necesidad de fomentar una
sociedad verdaderamente democrática, libre de la opresión y la corrupción que provenían
de las tradiciones feudales y autoritarias del viejo mundo.
Consecuente con sus convicciones políticas, siendo miembro del sindicato de maestros defendió
la autonomía de las instituciones en contra de los intereses económicos y políticos. Su
pensamiento tuvo como objetivo recobrar y apartar a las instituciones educativas de las
influencias externas para que esta pudiera estar al margen de la política y la economía estos
últimos eran obstáculos para el desarrollo de la pedagogía.
En el campo pedagógico Dewey tiene un rol activo en los esfuerzos reformistas, destacándose su
liderazgo dentro del movimiento de educación progresista, de hecho desarrolla su crítica entre el
movimiento progresista y la educación tradicional, señalando un tercer camino de reflexión entre
estos dos movimientos, por un lado cuestiona el autoritarismo de la escuela tradicional que
repercute sobre la experiencia de los alumnos, los contenidos de enseñanza y sus modelos, las
reglas morales que resultan incuestionables basadas en la tradición, la imposición de la
disciplina que dependía directamente del maestro, la rutina y la costumbre y el aislamiento del
entorno social y cultural de donde proviene el alumno, como los aspectos más críticos de la
educación tradicional.
3. En lo concerniente a la educación progresista señala su precariedad al momento de la
formulación de una práctica pedagógica, cuestionando la radicalización de sus prácticas, que se
sitúan en el otro extremo de la educación tradicional, colocan toda su atención en las
condiciones internas de los alumnos y su libre expresión, como si en sí mismas portaran el
secreto de cómo educar; pero el aspecto más polémico de su crítica es el concepto de libertad
bajo una concepción errada, los progresistas equiparan la libertad, por la libertad de
movimientos al relacionarse con la realización de los impulsos concibiéndola como un fin en sí
mismo, Dewey (citado en Sáenz 2004) puede ser una perdida más que una ganancia escapar del
control de otra persona solo para encontrar la propia conducta dictada por el humor y el capricho
inmediatos (p, 104).
Desde estas apreciaciones surge el interés de Dewey por abordar el tema de la experiencia y
recobrar su sentido en la educación; este concepto solo es comprensible en medio de las
discusiones de su época, la reconstrucción de un concepto de experiencia educativa requiere de
una crítica a la educación tradicional y la progresista desde una perspectiva pragmática que
permita una valoración de las practicas pedagógicas en términos de sus efectos.
De acuerdo con Avagnano y Visalberghi (2001) para la reflexión filosófica la experiencia debe
entenderse en su significado más amplio y comprende el sol, las nubes, la semilla, la cosecha y, al
mismo tiempo, el hombre que trabaja, siembra, inventa, sufre, goza. De tal manera, la experiencia
abraza entero el mundo de los sucesos y las personas y es esencialmente historia. (p, 636).
Su concepción de experiencia educativa se opone a los eficientistas y su valoración sobre las
prácticas a partir de test y mediciones psicométricas, señalando que estas deben ser guiadas por
la observación y la reflexión del maestro que permitía la producción de experiencias educativas.
Pues considera que la pedagogía no es un saber acabado, sino la puesta de una serie de
conceptos que orientan la practica pedagógica para que esta pueda irse reformulando y
reconstruyendo.
Dewey señala dos dimensiones de la experiencia educativa: la observación de los cambios en el
carácter o las actitudes de los alumnos, y la observación de la cualidad de sus experiencias en la
escuela, esta valoración de la experiencia por parte del maestro está determinada por su
continuidad y su carácter interactivo; cuando se hace referencia a la continuidad este tipo de
experiencia es educativa cuando el alumno crece intelectual y moralmente generando un
crecimiento futuro en nuevas direcciones, llamando la atención sobre la necesidad de formar
bajo una visión del mundo pluralista e inacabado; la concepción de interacción que introduce
Dewey está ligada a la manera como resuelve la disputa entre tradicionalistas y progresistas, en
este caso si deben primar los factores objetivos o los internos por lo cual debe haber una
interacción entre el alumno y el maestro de acuerdo con Sáenz (2004) una práctica es educativa
en la medida que es social, esto es, en tanto se reconoce que hace parte de una situación
específica y se intensifican las interacciones del alumno con el medio y con los demás. (p, 40).
4. Entre otros aspectos Dewey considera que la escuela debe adquirir otra connotación en la
medida que no puede ser pensada simplemente con un lugar para las prácticas de los
maestros que estaban en formación en la universidad, sino que debe ser considerada como un
espacio para poner a prueba, en la práctica concepciones acerca del conocimiento y la conducta
provenientes de la filosofía y la de psicología, siguiendo a Sáenz (2005) estas concepciones eran
utilizadas en la escuela como hipótesis de trabajo se trataba por lo tanto no de aplicarlas
mecánicamente, sino de ponerlas a prueba en tanto ideas orientadoras de la práctica pedagógica
y este constituía un giro radical en la historia de las relaciones entre la pedagogía y otros
saberes, no sería ya la pedagogía un simple campo de aplicación de las verdades derivadas de la
especulación filosófica o de la estrechez de los métodos de la psicológica científica de la época.
La pedagogía cobra así un nuevo valor como campo de producción de conocimiento filosófico y
pedagógico, desde el proceso pedagógico una teoría comprehensiva del conocimiento, puede ser
sometida, validada, reformulada, rechazada, este es uno de los elementos centrales del
pensamiento de Dewey el concepto de experiencia educativa es inseparable de su concepción de
método experimental o pensamiento reflexivo; es la forma de aprendizaje a la cual debe
conducirse y habituar el estudiante. Estas ideas resultan como algunas de las más representativas
de su pensamiento, estas revolucionaron el pensamiento pedagógico de su época hasta nuestros
días.
Sus ideas tuvieron acogida en Estados Unidos desde los años 60,s hasta nuestros días , en
Europa un poco antes de 1950 siendo leídas todas sus obras en todo el continente, y en 1989
con el declive del socialismo en Europa crece el interés por su teoría pedagógica , por ello el
país donde más tuvo acogida fue la Ex unión soviética, en América latina y España su
pensamiento se difundió a mediados del siglo XX, apropiándose sus ideas en Chile, Argentina,
Brasil y México.
Desde los años 90, se viene retomando su pensamiento en estados unidos y Europa, Sáenz
(2004) a la luz de planteamientos pos estructuralista, constructivista y comunicacionales
contemporáneos. En el campo de la pedagogía esta reconstrucción se da fundamentalmente en
sus concepciones filosóficas sobre la construcción social del yo, la intersubjetividad y la
experiencia estética.
Bibliografía
Dewey John, Experiencia y Educación. Biblioteca Nueva, Madrid 2004.
N. Abbagnano y A. Visalberghi, Historia de la Pedagogía. Fondo de cultura Económica, México-
Buenos Aires 2001.