Las drogas afectan el cerebro y el tronco encefálico, modificando la conducta. Cada droga tiene efectos específicos en ciertas estructuras cerebrales, lo que causa emociones incontrolables, limita la toma de decisiones y otras conductas no controladas. El hipotálamo contiene áreas que cuando son estimuladas provocan sensaciones de placer intensas, lo que hace que las drogas sean adictivas al estimular estas áreas de recompensa.