El documento presenta un análisis de la obra "Frankenstein educador" del pedagogo Meireu desde una perspectiva hermenéutica. Se discuten los supuestos interpretativos de Meireu sobre la educación y se analiza su crítica a concebirla como una mera "fabricación". El autor propone que la educación debe centrarse en introducir al sujeto en el mundo cultural y no determinarlo, respetando su libertad. El documento también examina las contribuciones de Gadamer sobre la hermenéutica y cómo éstas pueden aplicarse para comprender
1. Seminario: “Debates
Epistemológicos en el
campo Pedagógico”
Profesora a cargo: Ana Testa
Facultad de Filosofía y Humanidades – Maestría en
Pedagogía
2022
Estudiante: Carolina Vaccaro
Cohorte 2019
2. [SEMINARIO: “DEBATES EPISTEMOLÓGICOS EN EL CAMPO
PEDAGÓGICO”] 12 de abril de 2022
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Introducción
El siguiente trabajo final, se enmarca en la consigna seleccionada para su elaboración los supuestos
interpretativos de la pedagogía diferencia de Meireu de su obra Frankenstein educador.
De acuerdo a esta selección es necesario que se tomen como primeras referencias, a qué se hace
alusión cuando abordamos lo llamado “supuestos interpretativos”. En este sentido, es preciso llevar a
cabo un recorrido por los aportes teórico – conceptuales de la “Hermenéutica”, a modo de
introducirnos en lo que más adelante, se planteará como nudo o análisis de la literatura de Meireu
mencionada más arriba.
¿Por qué es la Hermenéutica considerada como supuesto interpretativo?
Durante la segunda mitad del siglo XX, la Hermenéutica se posicionó como el pensamiento
preponderante que había generado la filosofía, es decir, si bien mucho tiempo atrás se pueden
encontrar vestigios de lo que se llama una teoría de la interpretación, ya en San Agustín y luego
también con el movimiento protestante, esto es un supuesto interpretativo de los textos sagrados, lo
que en la acepción clásica del término más adelante se marcó como una función normativa de la
hermenéutica. Lo que hizo preponderante a este tipo de pensamiento dentro de la filosofía, es que
viene a romper con el paradigma moderno de la razón, al pensar que colocaba como órgano principal
a esa razón.
Pero, ¿cómo rompe la hermenéutica con el paradigma moderno? La hermenéutica retoma el
lenguaje y lo pone en lugar de la razón, y pasa a ser ahora el nuevo logos, es decir, lo que hacen los
pensadores de esta filosofía es remantizar dicho logos, y entenderlo ahora como lenguaje, esto es,
dan un giro lingüístico. De esta manera, las palabras para los hermenéuticos son significados que se
adquieren a partir del uso dado, es así que lo que les interesa es lo que el lenguaje tiene de público y
no lo que tiene de privado. El precursor de esta última idea, es Ludwig Wittgenstein quien plantea
que lo importante no es el sentido de la acción sino el discurso; de sus aportes se puede comprender
que existen dos tipos de lenguajes, un lenguaje lógico o formal (del cual se ocupará la filosofía
analítica) y un lenguaje cotidiano o natural. Este último tipo de lenguaje se refiere a que el
significado de las palabras no es un espejo de las cosas, sino el uso cotidiano que hace la gente de las
mismas, entonces todo significado tiene que ver con una pragmática. El uso del lenguaje se
relaciona con el contexto donde se va a dar ese uso de palabras. En síntesis, para los hermenéuticos
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PEDAGÓGICO”] 12 de abril de 2022
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la interpretación del mundo, es comprender que ese logos es discurso, entender al hombre dicen los
hermenéuticos, es entenderlo como lenguaje.
A partir de estas primeras referencias sobre la hermenéutica, la hipótesis que retomo de la
pedagogía diferenciada de Meireu para dar cuenta de los supuestos interpretativos, estudiados tanto
en el seminario como a través de la lectura de la bibliografía es:
La educación no puede ser nunca por entero una poiesis1 […] Reducir la educación a una
poiesis sería trabajar al sujeto educado como una “cosa” de la que podría decirse, antes de
empezar a educarla, qué debe ser y de qué modo exacto podrá verificarse si se corresponde con
lo proyectado.
Desarrollo
La literatura seleccionada “Frankenstein educador”, nos propone el mito de la educación como
fabricación, y es por ello que en la introducción al texto titulándolo “ginebrinos y ginebrinos”, el
pedagogo Meireu hace referencia a la posibilidad del encuentro de dos con ciudadanos de Ginebra,
dando paso a la comprensión del problema de la educación: búsqueda por parte de los educadores de
“construir un sujeto sumando conocimientos” (Meireu, 1998. P, 18). Relaciona la pedagogía con el
mito de Frankenstein:
Fabricación de un hombre: Víctor Frankenstein y otro ginebrino (S. XVIII) Jean Jacques Rousseau.
Frankenstein científico con confianza en el progreso de la técnica y de la evolución humana.
Rousseau, piensa que los progresos científicos aumentan la desigualdad y violencia entre los hombres y
tuvo una gran influencia sobre el pensamiento educativo.
Tomando estas diferencias entre los ginebrinos el autor, plantea que el educando, depende de la
educación y a su vez resiste al poder que se quiere ejercer sobre él, es decir, a que se quiera “hacer
algo” de él, educar sin cometer los errores de Víctor Frankenstein, así como nadie puede darse a sí
mismo la vida, tampoco puede darse la identidad. La identidad se construye a partir la introducción
del sujeto en el mundo, que ya existía y seguirá existiendo, esto es, el sujeto es introducido en él por
adultos que lo educan.
Meireu, describe así características propias del hombre: a) capacidad de aprendizaje, b) capacidad
de elegir (su voluntad), c) es dependiente, necesita que lo ayuden a estabilizar las capacidades
1 Proceso creativo.
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mentales que le ayudarán a vivir en el mundo, d) necesita ser educado pero la educación no lo
determina, por ser libre. Y es justamente esta última característica, la que rompe con ese mito de la
educación como fabricación.
Dice el autor, el educador puede considerar al hombre que educa como un logro "su logro". Una
frase muy resonante y común de escuchar es, hoy "la educación es importante para nuestro futuro" y
en consecuencia, el rol del educador. El educador debe alejarse del determinismo, el fatalismo, ser
optimista con respecto a su labor y creer en la posibilidad de lograr algo con el educando. Haciendo
referencia a Hegel y lo alusivo a la relación “amo y esclavo”, establece que el educador no quiere
que el educando sea un producto pasivo, por el contrario, quiere que sea libre: “el educador quiere
`hacer al otro´, pero también quiere que el otro escape a su poder para que entonces pueda
adherirse a ese mismo poder libremente porque una adhesión forzada (…) no puede satisfacerle” (p,
35).
Meireu plantea así su propia visión de qué es educar, y dice es introducir en un universo cultural.
Lo cual conlleva a que la educación deba centrarse en la relación entre sujeto y el mundo humano
que lo acoge, no es solo desarrollar una inteligencia formal capaz de resolver problemas, es
“desarrollar una inteligencia histórica capaz de discernir en qué herencias culturales se está
inscrito” (p, 24 y 25). Y es que si se ignoraran los predecesores culturales, se podría caer en los
mismos errores o no comprender por qué son errores, así entiende el autor, que actualmente el
entorno cultural cambia radicalmente de una generación a otra.
De acuerdo a la introducción de este trabajo, los supuestos interpretativos que puedo retomar para
analizar la pedagogía diferenciada de Meireu, son los abordados por Gadamer, quien fuera parte del
pensamiento también de Heidegger, aunque no continúa con su hermenéutica existencial, lo que se
propuso con su texto Verdad y Método, fue desarrollar una mejor hermenéutica de las Ciencias del
Espíritu, diferente a la metodológica de Dilthey, ya que justamente lo que se planteó fue quitarle el
peso de lo metodológico. “Éste es de alguna manera el sentido del título de Verdad y método: la
verdad no es sólo cuestión de método. El método se funda en la distancia del que observa respecto
del objeto observado”. (Grondin, 2008. P, 72). De aquí, que este pensador tomará del humanismo, su
rasgo particular, que no tiene como perspectiva primera producir resultados objetivables y
mensurables, como es el caso en las ciencias metódicas de la naturaleza, por el contrario, confía en
contribuir a la formación y a la educación de los individuos desarrollando su capacidad de juicio. En
este ideal de formación, en el que se forma un sentido común, un sentido común a todos y un sentido
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de lo que es común y justo, se produce un ascenso a lo universal, pero no a la manera de las leyes
científicas. Corresponde más bien a una superación de nuestra particularidad, que nos abre a otros
horizontes y que nos enseña a reconocer, humildemente, nuestra propia finitud2.
Teniendo en cuenta este supuesto interpretativo, Meireu plantea que no hay que confundir
educación con fabricación, de allí su descripción de las obras que retoma a modo de mitos;
Frankenstein nace bueno, como el hombre en "estado de naturaleza" de Rousseau, sus sentimientos
negativos se dan por incomprensión y abandono, se convierte en monstruo porque no fue educado.
Se comprende así, que es error pensar que el trabajo termina con la “fabricación”; y por ende el
error de los educadores que sostienen que la educación se limita a la poiesis.
Los supuestos entonces de Gadamer, a mi entender, plantean un proceso personal que sucede
internamente cuando ocurre la comprensión, desde la hermenéutica se admite el valor de los
presupuestos del intérprete como una contribución importante para la tarea comprensiva. En alusión
a esta afirmación, el pensador nos propone el modelo de arte como acontecimiento de la
comprensión, así establece que “[…] La experiencia de la verdad no depende por tanto, de mi
propia perspectiva, depende ante todo de la obra misma que me abre los ojos a aquello que es […]
no es la obra la que debe plegarse a mi perspectiva, sino, al contrario, es mi perspectiva la que debe
ensancharse, incluso metamorfosearse, en presencia de la obra […]” (Grondin, 2008. P, 76).
Concluyendo ideas, constatando la hipótesis.
La praxis nunca termina, dice Meireu, la poiesis se detiene en cuanto alcanza su objetivo y praxis –
continuidad, por lo cual, la educación no puede reducirse a la poiesis, considerando al sujeto educado
reducido a un resultado definitivo. La educación debe ser trabajada como praxis, al finalizar el
capítulo, el autor concluye en que la educación no puede ser prevista, siempre será un campo de
dificultades. “[…] Se puede huir hasta el fin, o como el Doctor Frankenstein aceptar la tarea […]”
En concordancia con lo anterior, se comprende lo establecido por el autor, el alumno es un sujeto,
sobre el cual no podemos ejercer un dominio total sin quitarle su característica esencial que es la
libertad. Por lo cual la educación, y por ende quienes somos educadores, debemos situarnos en que la
función es permitirle a ese sujeto que educamos, construirse a sí mismo como sujeto dentro del
mundo en el que habita, debemos también, renunciar a fabricar un ser que cumpla con nuestras
exigencias, subordinado a nuestra decisión y sin libertad, aceptando que lo que enseñamos no lo
2 Grondin, J. ¿Qué es la Hermenéutica? Barcelona, Herder, 2008. Página: 74.
6. [SEMINARIO: “DEBATES EPISTEMOLÓGICOS EN EL CAMPO
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haremos de forma mecánica, ya que es el sujeto quien debe reconstruir los saberes que les serán
útiles para su desarrollo, de allí lo que Meireu considera como una constatación, de que el
aprendizaje depende de la decisión personal del sujeto, y es esa decisión la que lo motiva a seguir
adelante, aunque existan dificultades. De esta manera dice, daremos paso a inscribir al sujeto, a su
autonomía dentro de la acción educativa, tomando como marco teórico la Pedagogía, asumiendo
como educadores el no “poder” sobre el otro.
Si en el principio retomé el giro lingüístico que llevan a cabo los hermenéuticos, fue porque lo
considero como el supuesto interpretativo de mi hipótesis, ya que, a mí parecer, en la hermenéutica
es muy importante el rol que desempeñan el lenguaje y la conciencia histórica en la
conceptualización de las “experiencias humanas básicas”. Lenguaje e historicidad son constitutivos
de la racionalidad.
Los prejuicios nos ofrecen la base para la precomprensión y permiten que nos situemos, de cara al
texto o discurso que nos interpela, con recursos que nos orientan y disponen en la práctica del
entender. Se constituyen en mediadores de nuestra relación con el mundo, en tanto nos proveen de
“perspectivas interpretativas” que al ser contrastadas con el objeto de interés, contribuyen a que la
comprensión logre definirse.
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Bibliografía
1. Grondin, J. ¿Qué es la Hermenéutica? Barcelona, Herder, 2008. Introducción y
Cap. V.
2. Meireu, P. Frankenstein educador, Barcelona, Edit Laertes, 1998. Primera parte.