(abr.2014) Obituario: Abril 7, 1614 – Muere en Toledo Doménikos Theotokópoulos a la edad de 73 años. Nacido en Candía, Creta, llega a España después de haber pasado por Venecia y Roma, para establecerse como pintor de los más ilustres personajes de la iglesia y de la sociedad y revolucionar con su estilo único el devenir del arte pictórico. La historia tiene previsto que en el año 2014, la ciudad de Toledo celebre durante todo el mes de abril, el cuadrigentésimo aniversario luctuoso del pintor con un sinnúmero de actividades culturales y exposiciones. Se recomienda consultar los medios para informarse.
Producción original: Carlos Rangel
2. Doménikos Theotokópoulos, máximo exponente del manierismo
pictórico en España, conocido simplemente como El Greco, es la
primera figura de proyección universal de la pintura española y uno
de los grandes genios de la historia del arte.
Nace en 1541 en Candía (actual Heraklión) en la isla de Creta, que
entonces era posesión de la República de Venecia.
Desarrolla su peculiar estilo y la mayor parte de su trayectoria
artística en España, aunque se forma en su isla natal como pintor
de iconos, para luego de trasladarse a Venecia, donde conoce la
obra de Tiziano y Tintoretto, artistas que, junto con Miguel Ángel,
constituyen la mayor influencia en su pintura.
A partir de 1570, tras una estancia de siete años en Roma, El Greco
se traslada a España por invitación del canónigo Diego de Castilla,
quien le encarga un retablo para la iglesia de Santo Domingo el
Antiguo, en Toledo.
3. Luego de vivir ya diez años en Toledo, el Rey Felipe II le encomienda
una obra para el monasterio de El Escorial que no agrada del todo
al soberano español, quien ya nunca más lo vuelve a contratar.
La falta del apoyo real habría supuesto una enorme decepción
para El Greco, quien aspiraba a convertirse en pintor de corte, pero
el incidente no entorpece su carrera, puesto que era ya un pintor
muy solicitado tanto por los aristócratas como por los eclesiásticos
toledanos.
En realidad gracias a este hecho es que su obra haya sido tan
extraordinariamente fecunda y que hoy se pueda apreciar en los
mejores museos de todo el mundo.
En los treinta y siete años que el Greco vivió en Toledo, su estilo se
transforma profundamente. Pasa de un estilo italianizante a uno
muy dramático, propio y original.
4. Los elementos artificiales e irreales se intensifican sistemáticamente:
cabezas pequeñas descansando en cuerpos cada vez más largos;
luz y color cada vez más fuerte y estridente y un espacio poco
profundo con superpoblación de figuras, que dan la sensación de
una superficie plana.
En sus últimos quince años, el Greco lleva la abstracción de su estilo
hasta límites insospechados. Sus últimas obras tienen una intensidad
extraordinaria, hasta el punto que algunos estudiosos han buscado
razones religiosas, asignándole el papel de visionario y místico.
El Greco imprime a sus obras un fuerte impacto espiritual
alcanzando el objetivo de la pintura religiosa: inspirar emoción y
también reflexión. Su dramática y, a veces, teatral presentación de
los asuntos y figuras eran vivos recordatorios de las glorias del Señor,
de la Virgen y de sus santos.
Muere en Toledo, España, el 7 de abril de 1614.